Capítulo 28

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 POV AMAIA

Me dejan un momento fuera de la sala donde lo tienen haciéndole algunas pruebas. Estoy muy nerviosa porque lo he visto en otras ocasiones con ataques de ansiedad pero nunca antes así. La verdad me estaba muriendo de miedo, necesitaba saber que estaba bien, necesitaba verlo y ver con mis propios ojos que estaba bien. Cuando sale el médico, me acerco rápidamente a la vez que se acerca también Noe que estaba hablando con la madre de Alfred para contarle como se encontraba.

-¿Cómo esta?-pregunta Noe por las dos porque yo siento que no me salen las palabras y siento como tira de mi hacia ella abrazándome.

-Tenemos que esperar a las pruebas que le hemos hecho, pero creo que lo más seguro es que le mandemos al hospital, lo mejor sera hacerle más pruebas. Aunque vamos a esperar a saber más.

-Yo quiero estar con él-digo rápidamente.

-Amaia no te precipites ¿si? Vamos a esperar a los resultados-dice al ver mi seguridad, pero es que tenía claro que no iba a volver sin él.

-¿Puedo verlo?-preguntó al medico y este mira a Noe que asiente con la cabeza.

-Esta despierto aunque apenas puede hablar por la medicación. Entra pero un ratito solo, enseguida tendrá que descansar de momento hasta que separamos algo es lo que mejor le puede venir.

-Vale-dice mirando a Noe antes de entrar dentro.

Cuando abro la puerta y lo veo allí tumbado, blanco como la pared y con esos ojos suyos casi achinados casi se me para el corazón.

-Alfred...-digo llamando su atención y cuando me mira, puedo ver el brillo en sus ojos, pero no ese brillo que tanto me gusta, si no el brillo de lágrimas contenidas, el brillo del cansancio eterno.

-Amaix...-dice en un susurro mientras intenta sonreír sin lograrlo.

Me acerco a la cama despacio sintiendo el picor en los ojos y cuando llegó a su lado enseguida busco su mano.

-¿Cómo estas?

-Cansado-dice intentando mantener los ojos abiertos.

-Me has dado un buen susto-digo sin poder evitar las primeras lágrimas caer.

-Estoy bien...solo cansado-dice con una pequeña sonrisa intentando tranquilizarme pero no lo logra.

-Descansa ¿si? Estaré aquí cuando despiertes.

-¿Lo prometes?-me pregunta con suplica en la mirada haciendo que se me rompa el corazón al pensar en las veces que habrá estado mal desde que me fui y no he estado ahí para él.

-Te lo prometo-digo acercándome y depositando un beso en su frente-descansa, estoy aquí, Tití, estoy aquí-digo acariciando su cabeza y su mano consiguiendo que poco a poco vaya cerrando loa ojos, hasta que se queda dormido de golpe.

Me quedó a su lado todo el tiempo aprovechando que nadie ha entrado para echarme. No me separo de él ni un solo segundo, tocándolo todo el tiempo porque su contacto me tranquiliza. Cuando se abre la puerta y entra el medico y Noe, me aferro aun más a él como si así impidiera que se fuera.

-¿Qué pasa?-preguntó al ver sus caras de preocupación.

-Amaia...Alfred esta bien pero el medico piensa que necesita estar tranquilo y dentro no puede estarlo, el estrés ahora mismo no le viene bien.

Nos volvemos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora