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Capítulo 19:
- Si, se parece a su padre en casi todo – contesté con una sonrisa falsa.
- ¿Sigues odiándome?
- Tú lo condenaste, ni siquiera pensaste en que estaba embarazada. Nada te importó, solo tú.
- ¿Yo lo condené? – preguntó incrédulo.
- Si – respondí como si fuese obvio.
- Él me pidió ayuda, _____. Fue un trato, jamás lo obligué. Él accedió.
- ¿Mandarlo a la cárcel sabiendo que iba a tener un hijo? Es cruel, Harold.
- Yo considero que lo ayudé. Cumplió su condena, ahora está mas tranquilo.
- Lo alejaste diez y ocho años de su hijo – dije ofendida.
- Era peligroso, era donde debía estar.
- No era peligroso, protegía su vida – dije en verdad enojada.
- Cumplió su condena, ahora puede vivir su vida. Asesinó gente, _____. 
- Esa gente era asesina, anda a saber cuántas vidas salvó asesinándolos. Pero claro, por eso no le dan un premio, ¿cierto?
- Asesinó a los chicos de la universidad, _____. ¿No lo recuerdas? – preguntó antes de que me vaya indignada por la puerta.
Me quedé estática.
- Esos chicos, probablemente hayan tenido problemas en su familia y por eso eran como eran. Tenían una familia, amigos, quizá novia. Y tu novio fue quien los condenó a ellos, no yo a él.
Harold salió por la puerta. Tenía razón.
Miré a Harry saliendo y doblando en una esquina. Pero me detuve en otra figura. Se me erizó la piel, se me heló la sangre. Pero un colectivo pasó frente a nosotros y él simplemente desapareció.
Llegué llorando a casa, no llegué para el almuerzo, se me había hecho tarde. Liam ya estaba allí. Corrí a abrazarlo.
Él me respondió el abrazo.
- ¿Qué pasa, cielo? – preguntó preocupado. Me temblaban las piernas.
- Vi a dos personas hoy… - sollocé. Nathan me miraba confundido.
- ¿Quiénes? – dijo y se apartó un poco de mi para mirarme a los ojos. - ¿Te hicieron algo?
- Harry – dije con un hilo de voz, me miró serio – y X. Era él, Liam. – volvió a abrazarme.
- _____, ¿por qué no vas a descansar?
- ¿Crees que miento, alucino o que estoy loca acaso? – lo acusé.
- No, no. Creo que estás cansada. Es imposible que lo hayas visto, él está muerto. ¿Sí? Muerto.
- Deberías empezar a considerar la posibilidad de que no lo esté. No es coincidencia que Zayn y yo lo hayamos visto.
- Zayn se golpeó fuerte la cabeza y tú…
- ¿Yo qué? – pregunté. Él no contestó – estoy enferma, no loca. – dije y corrí a mi cuarto.
Llamaban a mi puerta. No contesté ni una vez. Miré el anillo que me regaló Liam. ¿Funcionaremos juntos? ¿Y si no? Vivimos peleando. O por celos, o por X. Quizá ninguno está listo. Quizá pasamos mucho tiempo separados y poco tiempo juntos. Quizá no confía en mí lo suficiente. No quería seguir pensando eso. Prendí la tele, busqué algo de mi interés y me quedé viéndolo hasta que el sueño se apoderara de mí.

Me despertó la luz del sol. ¿Me dormí toda la noche de corrido? Vaya. Y vaya que tenía hambre. Salí con cuidado. Pero Liam salió de la cocina.
- ¿Descansaste, eh? – dijo con una sonrisa. Me derrite.
- Si – dije cortante. Me hago la difícil pero quiero comérmelo a besos.
- Bien… ¿quieres el desayuno?
- Yo me lo hago – sentencié y me dirigí a agarrar lo necesario.
- Bien – dijo él haciéndose a un lado.
Empecé a preparar mi desayuno. Era un lindo día de sábado. Hacía frío, pero no tanto como en invierno.
- Sobre lo de anoche… - dijo Liam.
- No quiero hablar.
- No fue mi intención y lo sabes.
Cerré los ojos. Pensé bien mis palabras y volví a dirigirme a él.
- No sé si va a funcionar, Liam. – dije con la cabeza gacha.
- ¿Qué cosa? – dijo. Empecé a juguetear con el anillo tan hermoso que me había regalado.
Creo que él solo se dio cuenta de lo que hablaba.
- Bien, entiendo – dijo y extendió la mano, pidiendo el anillo devuelta.
No sabía si dárselo, su carita me mataba.
- Quiero hablarlo.
- No quiero hablar – sentenció – lo quiero devuelta.
Lo miré con ojos a punto de lagrimar.
- Quiero conservarlo. 
- Devuélvemelo, quizá alguien más si lo quiera y lo valore. Perdón por querer recuperar el tiempo perdido, ____. 
- Liam, escucha, tuvimos muchas peleas y…
- ¿Cómo era el X que viste? – preguntó de repente.
- Igual.
- X tenía como cincuenta años, ______, ¿crees que después de diez y ocho años no envejeció?
Lo miré unos segundos. Era cierto.
- Tienes razón… - dije pensativa – pero estoy segura que lo vi.
- Es imposible, ¿por qué no lo entiendes?
No contesté. Pero era él, puedo jurarlo. Volvió a estirar su mano.
- Dámelo.
No quería dárselo, no quería, no sé ¡ay dios! ¿por qué es tan difícil?
- No estás segura de esto, está bien, dámelo – insistió. Lo miraba siempre a los ojos. Negué con la cabeza. - no implica que vayamos a estar separados por siempre. Quise hacer esto porque pienso en que mañana podría estar muerto, _____. 
- No digas eso…
- No quiero perder más tiempo. No quiero. Diez y ocho años fue una eternidad. – dijo y notaba la tristeza en sus ojos.
- Quiero conservarlo. – sentencié.
- No te entiendo. Aceptas ser mi esposa, luego crees que no funciona y ahora… ¿quieres conservarlo? – dijo incrédulo.
- Quiero que dejemos de pelear.
- Es que no lo entiendes, _____. X ya no está. – dijo él, con poca paciencia.
- Es que lo vi, también Zayn.
- Bien, ¿lo viste? Lo viste. Ahora dejémoslo de lado, estoy harto de este tema.

Criptonita 2da Temporada |Liam Payne| =editando=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora