Criptonita 2da Temporada |Liam Payne| =editando=

15

Capítulo 15:
Llevó una mano a su boca. Estaba sorprendida y yo la miraba divertido.
- No te rías, es un momento tan emotivo – dijo golpeándome en el pecho, volví a reír.
- Deberías ver tu cara, ______.
- No me lo esperaba – dijo abrazándome.
- Pues, ¿me darás una respuesta?
- ¡Sí! – exclamó abrazándome más fuerte. Y así estuvimos un rato.

Salí del cuarto y tomé mi chaqueta. 
- Iré a ver a Nathan, cielo
- ¿Puedes solo? – dijo acariciando mi brazo
- Sí, mi amor, cuídate – dije y besé sus labios.
Salí a la calle, conduje y rápidamente llegué al hospital. Estaba por dirigirme a la habitación 207 pero vi a alguien, era X otra vez, X joven. Me miró con una sonrisa desconocida. Mi celular sonó, lo miré. ¿Perrie? Atendí sin dudar.
- ¿Perrie? – pregunté.
- Estoy preocupada Liam, Zayn no llegó a casa aún – dijo.
- Me dijo que iría a casa y eso fue hace – miré el reloj, me asombré - ¿dos horas?
Volví mi vista a donde estaba esa figura, pero no se encontraba allí. 
- ¡Ayuda! ¡Ayuda! – entró un hombre gritando, con otros dos hombres que cargaban… un cuerpo.
Me acerqué rápidamente a ellos. Pero retrocedí y me congelé al verlo. Ojos cerrados y sangre de su cabeza. Con la misma ropa que usó la última vez. Estaba inmóvil. Hasta parecía no respirar pero los doctores decían que aún había vida. No movimientos, nada. Volví a ver a esa figura. No podía. No podía ser X, no. Yo maté a X. La figura de X se fue por la puerta por la que entraron esos hombres y ese cuerpo.
- ¿Qué sucedió? – pregunté perplejo, con lo único que pude moverme.
- Lo golpearon con algo en la cabeza, no responde – dijo uno de los hombres que lo traía.
No entendía nada. No reaccionaba. Aún seguía Perrie al teléfono. ¿Cómo le decía que ese cuerpo… era Zayn?


Abrí los ojos y… si, estaba en un hospital.
Alguien estaba apoyado sobre mi abdomen. Me levanté un poco pero ella despertó.
- ¿Nath? – pregunto y se acercó a mí – gracias a Dios estás bien – dijo y me abrazó.
- Tranquila… - dije acariciando su cabello y besando su frente.
- Todo es mi culpa – dijo entre sollozos.
- No, claro que no. Es culpa de Stan. ¿También está internado?
- Sí, pero en otro hospital – dijo Lucie.
- En uno más lujoso – dije riendo.
- No lo sé ni importa – dijo y parecía ofendida.
- ¿Estás ofendida o algo?
- Odio que creas que no tienes nada.
- ¿Qué no es así? – pregunté irónico.
- No, tienes más de lo que crees – dijo.
- Tienes razón, lo lamento – dije sonriendo - ¿mi mamá?
- Con tu papá, se desmayó aquí en el hospital y aún no despertó, hasta lo que sé. 
- Ahora le importa más él – susurré.
- No Nathan, ella vino a visitarte, pasaba mucho tiempo aquí, pero era preocupante que tu papa no despertara.
Asentí, es cierto.
- ¿Qué día es hoy?
- Estuviste inconsciente una semana, pero ya te recuperarás.
- ¿Estoy en problemas cierto? – pregunté divertido.
- Escolares, seguramente, de salud, tienes una costilla rota.
- ¿Bromeas? – pregunté. 
- No, y Stan un brazo roto – rió.
- Ja, se lo merecía.
- No tenías que hacer eso, estás loco – dijo negando.
- Si Lucie, de amor por ti – dije, y no sé de donde saqué tanto coraje de decirlo.
Ella me miro con esos ojos tan preciosos.
- ¿Hablas en serio? – preguntó sonriendo.
- Si - sonreí.
Hice lugar en mi cama para que se acostara conmigo. Ella lo hizo y así estuvimos un rato. Ella acariciando mi pecho y yo su cabello. Hasta caer juntos en un sueño.


Habían pasado días, a Nathan ya le habían dado el alta y pudimos, junto con _____, conocer más a Lucie. Es una gran chica, y le veo un futuro con mi hijo. Zayn seguía en coma y yo seguía viendo a X en todas partes. Quizá esté loco, pero no me arrepiento de haber matado a mi padre.
- Amigo, necesito que despiertes, Perrie, Nathan, _____, todos te necesitan – dije acariciando su mano – y yo necesito a mi mejor amigo, mi compañero.
Sus dedos comenzaron a moverse. Rápidamente me acerqué. 
- ¿Zayn? – pregunté y él abrió los ojos.
- ¿Liam? – preguntó con voz débil.
- ¡Despertaste!¡Aguarda, debo llamar a una enfermera!
- Liam, no… - dijo pero ya estaba trayendo a la anciana para que lo viera.
Me dirigí afuera de la sala. Hablé con Perrie, y la rubia se puso muy contenta, al igual que todos.
- Estará bien – dije satisfecho.
La enfermera salió.
- No tiene daños en el cerebro, pero aún así, estará aquí unos días.
- ¿Puedo pasar? – preguntó Perrie.
- Está desesperado preguntando por un tal “Liam”.
La miré sin entender, pero entré a la sala y me senté junto a él.
- ¿Qué sucede amigo?
- X está de vuelta.