SHIELD Academy: Fase 1 [Stucky] Pausada

7

—Rogers, espera.

Un chico moreno caminó hacia él desde el edificio de Ciencias con paso firme y gesto serio, acompañado por otro que cargaba un par de libros. Steve le reconoció como el chico que interrumpió su entrenamiento la semana anterior y maldijo por dentro. Bucky llegaría a la Academia en menos de una hora y quería ducharse antes de ir a verle, pero el tiempo perdido intentando recordar a ese otro alumno le impidió escapar. 

—Tú y yo dejamos una conversación a medias el otro día. 

—Ahora no tengo tiemp...

—No me vengas otra vez con excusas — le cortó —. Ni tú ni yo robamos ese reporte, pero si no me ayudas a encontrar al culpable te arrastraré conmigo.

—¿Perdona? — le miró con incredulidad —. Primero, yo ni siquiera entré en el despacho con malas intenciones, todo lo contrario. Y segundo, ¿por qué debería ayudarte? — se cruzó de brazos. 

—Porque el otro día parecía que supieras algo — le miró suspicaz.  

Steve echó un vistazo alrededor con una pizca de preocupación. SHIELD acababa de hacerle un enorme favor permitiendo que Bucky se quedara en la Academia con él, si le descubrían metiendo las narices en asuntos clasificados perdería ese privilegio y la oportunidad de convertirse en agente. Sin embargo... era incapaz de mirar a otro lado cuando sabía que algo estaba ocurriendo. Su instinto le decía que el secuestro de Bucky tenía que ver con ese Cetro, el mismo del que escuchó hablar a Coulson con ese par de extraños hermanos, y aunque le había insistido con que no buscara venganza, no descansaría hasta saber que se había hecho justicia.

Cogió al chico del brazo y lo arrastró fuera del camino de grava, mirando nuevamente alrededor con cierta paranoia.

—No sé quién se llevó el documento, pero escuché cosas sobre ese Cetro — susurró —. Su propietario se encuentra en la Academia, al parecer muy cabreado porque no le permiten ir a buscarlo. 

—¿El propietario de esa cosa está aquí? — exclamó el moreno, frunciendo el ceño cuando Steve le puso una mano en la boca.

—¡Shht! Calla — apartó la mano para llevarse un dedo a los labios, insistiendo en que mantuviera la voz baja.

—¿Por qué no le dejan ir a buscarlo? — el otro chico habló, abrazado a sus libros.

—Leísteis el reporte, ¿no es así? Los altercados que hubo en Nueva York. Fueron ellos. Los dos están aquí como medida de seguridad. Para tenerlos bajo vigilancia.  

—¿Los dos? — inquirió el moreno. 

—Son dos hermanos. Seguro que los habéis visto alguna vez, los que se hacen llamar Thor y Loki. 

—Ya sabía yo que eso de ser "consejeros" era una patraña. 

—Bueno, con su experiencia pueden aportar todo tipo de consejos... — musitó Steve —. Me costó creerlo, pero al parecer no son de este planeta.

—Te lo dije — el moreno le sonrió con arrogancia a su amigo. 

—¿Cómo sabes que son... ya sabes... extraterrestres? — titubeó el otro, ignorando la prepotencia del moreno.

—Se lo escuché decir al director Coulson.  

Se quedaron unos segundos callados, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Steve se miró el reloj de pulsera, impacientándose. 

—Te ayudaré a encontrar el reporte, ¿de acuerdo? — dijo finalmente —. Pero ahora tengo que irme, hay un asunto urgente que debo atender.

—Está bien, pero primero dame tu número. No quiero andar recorriendo la escuela cada vez que quiera hablar contigo   — el moreno sacó el teléfono móvil.