Tormenta Egoísta

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Hay una tormenta estruendosa a las afueras del lugar, las nubes grises cubren por completo el cielo e impiden el paso a los rayos del sol; la lluvia cae despiadada y desprende tierra y pasto del suelo y crea inundaciones y fuertes corrientes que arrastran lodo y piedras, los árboles se mecen violentamente con el viento que sopla feroz y el cielo ruge como si una pelea de bestias míticas se estuviera desarrollando en ese momento.

Los relámpagos iluminan la tarde nublada y no abandonan el firmamento, se desplazan de nube a nube como serpientes y se pierden y vuelen a surgir para llenar con su luz aterradora todo el lugar.

Si él fuera todavía un niño pequeño, seguramente estaría temblando de miedo, bajo una manta roja porque siempre que había una en su hogar, se escabullía a la habitación de su hermano mayor y se refugiaba a su lado, entre sus brazos, bajo sus sábanas.

Pero ahora las tormentas le fascinan, lo atraen inexplicablemente y desde que no han cesado en Midgard, no las deja de admirar. Y las disfruta más cuando está con su hermano, entre sus brazos, sobre sus piernas.

-Ah.... Es una locura - Loki murmura mientras escucha un trueno cimbrar el cielo y observa un relámpago adueñarse de cada nube -. ¿Estás haciendo esto?
-No, no soy yo.

Thor está sentado en un sofá largo cubierto de distintas pieles, una blanca, una café y otra negra y Loki está sentado sobre él con las piernas a ambos lados; los ojos esmeralda se posan en la tormenta que puede ver a través del ventanal de su habitación.

Las manos de Thor se deslizan lentamente por su espalda mientras se apodera de su cuello con sus labios, hay besos y una mordida que hacen gemir a Loki.

-Ahm... ¿En verdad?

Loki solo lleva puesto una túnica larga y abierta de seda verde traslúcida, la prenda cae de su hombro derecho y lo deja descubierto y Thor aprovecha el desliz para llenarlo de besos y encamina sus labios hasta su pecho; Loki termina echando la cabeza hacia atrás mientras mueve la cadera lentamente.

Un trueno hace crujir todos los vidrios del complejo y un rayo cae brutal sobre un gran árbol que posiblemente ya pasaba su primer siglo de vida.

-¡Ah! - Loki se aferra a los hombros de Thor cuando este se mueve bajo de él y se entierra profundamente en su interior.
-Ese fui yo - susurra Thor con una sonrisa brillante cerca de los labios de Loki.
-Ngh... Acabaste con la existencia de un árbol - sisea -. Eres cruel.
-Pensé que te gustaban.

-Sí, me gustan - Loki se hunde en Thor y deja de moverse y mira como los últimos rayos se desvanecen y el árbol se consume en un fuego ardiente -. Hazlo otra vez.
-Bien, pero tú no te detengas - Thor lo toma del mentón y lo hace mirarlo.

Es muy raro, Loki todavía no puede acostumbrarse a mirar el par de ojos desiguales de su hermano. Extraña el profundo mar azul en el que solía naufragar, ahora hay un ámbar envolvente haciendo juego con el cálido turquesa de Thor. Loki acaricia la cicatriz que quedó sobre su rostro y se acerca y deposita un beso sobre ella, sus labios se quedan posados suavemente en el párpado de Thor y sus manos rodean su cabeza para atrapar el cabello corto y rubio entre sus dedos.

Los recuerdos aún son frescos y aterradores. Desde el Ragnarök todo salió mal y estuvieron a punto de perderlo todo si no hubiese sido por la repentina confesión de Loki. Le dijo a Thor que tomó el Teseracto, que Thanos estaba tras de él por traidor y por su rotunda derrota en Midgard, que probablemente se dirigía a ellos para obtener la gema y destituirlos. Fue sofocante y terrorífico, la muerte pisó firmemente cerca de ellos y perdieron a la mitad de su gente y Heimdall terminó dando su vida por ellos y Thanos se apoderó de la gema, dejándolos heridos y con una insaciable sed de venganza. Y las cosas siguieron empeorando. No fueron capaces de detener al Titán, la mitad del universo sufrió su fracaso y de los vengadores quedaron muy pocos y todos malheridos, física y emocionalmente. Y las cosas siguen mal. No saben qué pasó con Stark y tampoco han podido descifrar cómo deshacer el daño hecho por el chasquido, y aún no saben cómo reactivar la poca vida que quedó en Midgard.

Todo y NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora