Todo y Nada

Oculto bajo el mismo engaño

"Es todo lo que somos... Tú, yo y este maldito destino que se tiende a repetir....Hermano, deja de negarlo. Me extrañas, me deseas, me sigues amando. Solo te engañas a ti mismo."

Es veneno puro, Thor lo sabe. Cada palabra que pronuncia Loki con desdén son gotas de una pócima nauseabunda que lo hace querer vomitar, son dagas filosas atravesando su corazón, son una verdad dolorosa que no puede negar. Son una condena agonizante.

Si hubiera contestado que sí, no estaría sufriendo por la pérdida del ser que más ama y odia. Si hubiera aceptado la verdad, no estaría abrazando el frío cuerpo de su hermano envuelto en su capa roja y con un amor falso parado tras de él. Pero no tiene forma de saber que hubiese sido de ellos, si su respuesta hubiese sido "Si, estás en lo correcto. Te extrañé y aun te amo". Pero solo respondió con enojo al deseo.

-Entonces, hermano, ¿lo que quieres es que te lleve a ti y a tu mortal a Svartalfheim? - Loki camina a lado de Thor, su magia ha sido apresada por su hermano con unos grilletes cobrizos cubiertos de runas sobre sus muñecas.
-Sí.
-Jajaja, ¿Y qué harás? ¿Le pedirás a Malekith que gentilmente la libere del Éter y que luego te lo entregue? No creo que funcione tu plan.

-Loki, te advierto que si no quieres un maldito bozal metálico en la boca, será mejor que te calles. Los grilletes no son lo único que traigo.
-Oh, lo siento pero no me gustan los silencios incómodos.

Thor no contesta y el silencio que Loki llevaba minutos evitando, aparece y los envuelve mientras avanzan por un pasillo con pilares derrumbados y escombro y polvo por doquier.

-No te entiendo, hermano - Loki no es capaz de quedarse callado -. Eres un príncipe, un Æsir, un Dios, un inmortal.
-No lo soy - interrumpe Thor -, y tú tampoco lo eres.
-Sí, bueno. Somos más longevos que muchas especies y razas, así que eso nos vuelve inmortales.
-No, no lo hace.

-Como sea - Loki chasquea la lengua -. Teniendo tanto y pudiendo elegir a cualquier doncella de nuestro reino o incluso reinas o princesas de otros reinos y eliges a una simple midgardiana, una de las especies más fugaces y perecederas del universo, de las menos avanzadas y más patéticas que pueden existir, si no es que la más patética.
-Si no te conociera, diría que estás celoso, hermano - Thor sonríe falsamente y toma a Loki por el brazo con fuerza y lo detiene -. Pero te conozco y ¡oh! Sí, estás celoso.
-Uhm - Loki frunce los labios -. Tienes razón - se acerca a Thor, lo acorrala tras un pilar y aprieta los grilletes sobre su cuello -. Estoy celoso - gruñe -. Muy celoso, tú osaste a dejarme por alguien tan insignificante, hubiese aceptado a otra pero no, elegiste a alguien inferior; es una ofensa muy grande.

-No Loki. No importa a quien hubiese elegido, igual te estarías consumiendo en celos y no te dejé, tú fingiste tu muerte y luego regresaste como un demente y traté Loki; quería tenerte a mi lado una vez más pero no, tú estabas cegado por tus delirios de grandeza y tu sed de venganza y ahora míranos - Thor toma a Loki de los antebrazos y aleja bruscamente sus manos -. Ya no tenemos nada, ya no somos nada.
-Te equívocas - Loki desvía la mirada y murmura.

-¿Qué?
-Es todo lo que somos.
-No Loki.
-Sí, hermano. Tú, yo y este maldito destino que se tiende a repetir es lo que somos; al final siempre terminamos juntos - las manos de Loki se apoyan en el pecho de Thor suavemente - ¿No me extrañaste? Nunca bajaste a visitarme, yo si te extrañé, demasiado - susurra en el oído de Thor.

-¿Qué estás planeando?
-Nada, solo quiero saber - sus manos descienden lentamente hasta el abdomen de Thor.- ¿Me extrañaste? Sufriste y lloraste por mí, seguramente me extrañaste tanto como yo a ti.
-¿Olvidaste lo que te dije en los calabozos? Hace tiempo creí que aún podía recuperarte pero no, el hermano que amaba ya no está frente a mí. No te reconozco, no sé quién eres.