Capítulo 11

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Yoongi

Estaba lanzando flechas una y otra vez.

Practicando con varios blancos a la vez y girando con la mayor rapidez posible para él.

Luego de tanto entrenamiento respiraba con dificultad. Controló una última vez cada tiro; todos en el centro del blanco. Pero todos eran los que lanzó desde un lugar fijo.

Practicó incluso lanzar mientras corría y saltaba algún obstáculo, no estaba contento por fallar los tiros exactos que quiso hacer.

Se sentó en el piso, observando las variaciones de sus lanzamientos, pero frunciendo el seño algo frustrado.

–Eres un arquero excepcional –Jimin sonreía desde la entrada de la sala.

Yoongi lo observó un momento, entrecerró los ojos. Jimin parecía completamente recuperado desde aquel ataque.

–Oh de nada, eres muy agradecido Yoongi –dijo Jimin, entrando y caminando hacia él.

–Simplemente no estoy de acuerdo con lo que dices –responde Yoongi.

Jimin camina, recorre los blancos, mirando de cerca. Al terminar lanza un silbido. Yoongi era demasiado ambicioso. Las flechas muy poco alejadas del blanco, que lanzó en movimiento, hubieran alcanzado de todos modos a cualquier demonio, así se tratase de uno pequeño.

–Los tiros en movimiento fueron muy cercanos al blanco ¿eres tan ambicioso Yoongi? –da la vuelta para verlo de frente.

–No ambiciono nada, más que proteger a mis compañeros de combate –responde Yoongi, mirando donde anteriormente estaba la horrible herida de Jimin.

Jimin aparta la mirada. Se siente un poco culpable, al parecer Yoongi quedó marcado por verlo mal herido. Tanto que se ponía a entrenar incansablemente para lograr lo cercano a lo imposible, con la ayuda de runas cualquiera debería temer la mortal precisión de aquel arquero.

–Somos heridos constantemente, es inevitable. –dice Jimin mirando a Yoongi –Con hacerte runas será suficiente, tienes un talento natural para la precisión, no te culpes por lo que pasó.

–Fue cuestión de sólo un segundo, –responde Yoongi –un segundo de no mirar en tu dirección.

–También he fallado, no anticipé el ataque del demonio, no lo vi. –Jimin traga con dificultad– Sabes que...por lo general, nosotros morimos jóvenes.

–No lo permitiré. –Yoongi se levanta bruscamente para acercarse a él –Si las flechas se me acaban entonces me lanzaré al frente, jamás sucederá de vuelta, porque voy a dar todo en cada batalla.

Jimin se queda helado, teniendo a un Yoongi despidiendo ferviente decisión por los ojos, no se le ocurre dudar un segundo de sus palabras.

Un minuto y el arquero da la vuelta, yendo directo a los blancos para retirar las flechas.

Jimin se le queda observando, se siente tocado por la actitud del otro, en un principio creyó que era muy frío, insípido, sin tacto...pero las apariencias engañan.

Yoongi tiene un corazón de oro, sus sentimientos son frágiles, es demasiado considerado, nada egoísta. Sólo aparenta una actitud dura; es una coraza.

Jimin decide retirarse en silencio.

Creo que ahora entiendo a Hoseok...

También lo hubiera elegido como parabatai.

Envidio un poco su suerte...

***

Taehyung despierta.

Cazadores de demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora