Cazadores de demonios

Capítulo 49

Empujó las enormes puertas del instituto. 

Como cada noche salieron a patrullar y como cada amanecer, volvían a aquel lugar, la salida del sol marcaba el fin de las apariciones demoniacas. 

Todos estaban ingresando exhaustos, como si sus cuerpos fueran piedras y suplicando en sus mentes por un colchón mullido donde desmayarse del cansancio. 

Así que el estruendo a sus espaldas los hizo voltear asustados, eso fue por un segundo, pero al siguiente se agruparon a la defensiva, en ese mundo todo era posible así que un ataque al instituto no parecía imposible. 

Una persona alta, de pasos largos y con un silencio imposible había entrado como si nada allí, el estruendo sólo era el sonido de las puertas abriéndose, que cedieron al empuje de sus palmas. Sus ojos se enfocaron en el grupo al frente. 

–¿Quién eres? ¿Eres un nefilim?–Seokjin dio un paso al frente, quedando al frente de todo el grupo. 

La persona bufó una risa. 

–No precisamente, pero ya ven que puedo abrir estas puertas–la mirada del desconocido se posó en Seokjin y luego en Taehyung. 

Taehyung pensó que su mirada helada era inquietante, de un dorado irreal y su voz era tan clara, dudaba que aquella criatura sea humana. Ni siquiera podría decir si se trataba de un hombre o una mujer. 

Todo el grupo se lanzó miradas de reojo, el desconocido no parecía planear atacarlos, pero era demasiado extraño su entrada sorpresa, nada entraba sin que lo supieran de antemano. 

–Kim Seokjin y Kim Taehyung–los nombrados voltearon sorprendidos–Ni siquiera se notan preocupados por lo que provocaron. Aunque no debería sorprenderme, los humanos son así. 

–¿Qué mierda? ¿De qué hablas?–Seokjin se interpuso entre el desconocido y Taehyung, cortando era mirada fría sobre el más joven. 

–Ese maldito demonio esta libre, por causa de ustedes dos y dos demonios deshumanizados más. 

Seokjin entendió que se refería a sus respectivas parejas, no entendía todo ese odio en la forma de referirse a ellos, pero le molestó al punto de sentir su sangre hervir. Aunque un escalofrío lo recorrió cuando cayó en cuenta de que nadie sabía lo que realmente pasó. 

–Y ahora yo tengo que arreglarlo todo, no me parece justo–su hermoso rostro era digno de una escultura, igual de rígido e irreal–¿Dónde están? El brujo y el vampiro. 

–¿Qué quieres? No es como si tuvieras derecho a exigir nada–la usual filosa lengua de Yoongi no podía faltar. 

–Claro que puedo, pero no lo haré, no es por lo que vine–su ligera sonrisa era como un precioso día de tu estación favorita–No voy a revelar mi nombre, pero les dejaré saber que en realidad, soy un ángel. 

Yoongi lanzó una risa corta, irónica y divertida. 

–Claro y yo soy el rey de este país–su mirada fría podría competir con el otro. 

–Bien, entonces–extendió los brazos como una bienvenida–intenten atacarme. 

–Creo que esta loco de remate, mejor intentemos sacarlo afuera a patadas y luego ya resolvemos lo de asegurar las puertas–Yoongi se gira a mirar a cada uno del grupo. 

–Creo que deberíamos pensarlo bien, abrió las puertas como si nada, entonces algo de ángel si tiene–se preocupó Jimin. 

–Somos mitad ángeles, cualquier nefilim podría empujar las puertas, seguimos siendo personas así que es completamente posible que existan dementes entre nosotros. Como ese de ahí–apuntó con su pulgar en la dirección del desconocido–pero ese no es nuestro problema, lo mejor sería sacarlo y esperar que se aburra, entonces se irá.