CAPÍTULO 9

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Estaba en el sofá, sola. Leía y leía mi escrito de mañana. Espero no nos pongan a leerlo en frente, porque sería algo revelador. Estaba bien escrito, me sentía satisfecha. Pero me di cuenta de algo:

Estaba locamente enamorada.

Era un escrito muy cursi. Un cursi que todos se reirían si lo leyeran. Pero no lo entenderían, solo hasta que llegaran a pasar por algo así.

Hasta que tienes que vivirlo por ti mismo. Y entonces, esos sentimientos están en tus venas.

— Mierda, Lauren. ¿Qué me hiciste? — negué. Cuando estaba sola y escuchaba mis pensamientos; era que me daba cuenta de lo grave que podría ser.

Un escrito sobre el amor. Sobre ese amor entre dos mujeres. Sobre ese amor que le tengo a Lauren.

— ¿Por qué tenías que gustarme tu? — dejé el escrito a un lado.

Lo peor, era que amaba ese escrito. Eran mis sentimientos plasmados en palabras. De esa forma, los demás podrían escucharlos, entenderlos.

Pero eso mismo, provocaba miedo en mí.

— ¿Por qué tenía que ser lesbiana y gustarme mi mejor amiga? — negué, me acomodé en el sofá. Soltando un suspiro. — Podrían haberme gustado los chicos. Andar con uno, casarme, tener un perro y morir juntos. Pero no. Tenía que gustarme mi mejor amiga, y tener que sentir que nadie va a gustarme más que ella.

Puse la mano en mi cabeza, masajeándome la frente.

Eso era más duro, sentir que nadie llegaría a gustarme tanto como lo hizo algún día ella.

Como lo sigue haciendo.

No lo entendía. Entre tantas personas tenía que gustarme una chica. Y entre tantas chicas, tenía que gustarme nada más y nada menos que mi mejor amiga.

No era justo.

— Eres una idiota. — me levanté, tirando la almohada que estaba al lado al pasillo.

Tragué saliva cuando el florero se cayó. Escuché el fuerte sonido del jarrón cayendo.

Rodé los ojos.

— Si, eres muy estúpida. — caminé hacia allá. Pero cuando llegué, miré a Sofi de pie. Me miraba de forma intensa, sorprendida.

Paré en seco. Mierda.

Abrí los ojos, pedí que no me haya escuchado los últimos minutos. Juré que estaba sola.

— ¿Desde hace cuánto estas ahí? — pregunté, temiendo la respuesta.

— Iba de salida y te escuché. Al menos lo suficiente para escuchar... algunas cosas reveladoras.

Juré que ya no volvería hablar sola. Siempre tenía esa jodida costumbre.

Bajé la mirada, abriendo la boca y volviéndola a cerrar. No sabía que decir y dentro de mí, buscaba una excusa.

Las palabras de Lauren sobre aceptación, llegaron a mi mente.

— Soy lesbiana, me gusta Lauren y no lo sabe nadie. Solo las chicas, Lauren y yo.

Nombré, como si "Yo" fuera alguien más. Me estaba muriendo de miedo. Incluso creí que mi voz no pudo haber sido escuchada, pero ella abrió los ojos más.

— Mierda. Bromeaba con ustedes, no pensé que fuera cierto. ¿Son pareja? — alzó una ceja. Negué.

— Es una larga historia. — me sonrió.

— Iba salir con Tay, pero le diré que tengo una gran emergencia. Tenemos que hablar. — hizo una seña, tomó su teléfono y mandó un mensaje rápido.

Como si pudiera gustarte |#CAMREN#|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora