Podría acabar mal, pero aun conociendo el final; lo intentaría una y otra vez. Porque valía la pena. Lauren valía la pena.
Me levanté rápidamente. Sentía el vacío en mi pecho desaparecer. Era ella. Ella era lo que me faltaba.
Bajé las escaleras a paso rápido, incluso casi me tropecé y eso me ayudó a llegar más rápido. No podía pensar en el dolor, solo me recompuse y corrí al comedor donde estaban todos.
Mi respiración agitada y mi repentina llegada, llamó la atención de todos. Me miraron de arriba abajo. Se preguntaban qué había pasado y que estaba por hacer.
Pero solo busqué con la mirada a la chica. No la vi por ningún lado.
Miré a todos, viendo si alguien respondía mi pregunta. Pero todos parecían confundidos.
Fue hasta que Chris alzó la mano, señalando a la puerta. Le agradecí rápidamente.
Crucé el pasillo y corrí a la sala. Miré la puerta y rogué que estuviera en su casa. Moví el picaporte y la puerta se abrió.
Era de noche y estaba haciendo frio. Busqué con la mirada a Lauren por la calle. Nada.
Iba a entrar en pánico hasta que encontré a la chica parada frente a su casa, abriendo la puerta.
Estaría por pasar la navidad sola. Era injusto para ella. No quería hacerle eso.
Temía que la voz no me saliera, pero lo intenté. Grité su nombre.
— ¡Lauren! — grité. Fue que se volteó, mirando hacia atrás. Me miró confundida. No sabía que estaba pasando. Claro, después de que le dije que se fuera era lógico que estuviera confundida y hasta molesta.
Sonreí. Caminé a paso lento. Dándome la oportunidad de arrepentirme, pero nada de eso pasó. Solo sentía mi corazón estallando y no podía pensar en otra cosa. Tenía un pensamiento fijo.
Crucé la calle, caminó a paso lento también. Estábamos a unos metros de llegar.
Fue que no tuve ninguna duda. Ningún impedimento. Era lo correcto, lo que quería hacer. No había dolor. Nada me detuvo.
Corrí a sus brazos al igual que ella. Cerré los ojos y pasé mis brazos por su cintura. Sentí sus finos y firmes brazos rodear mi cuello, abrazándome con fuerza. Haciéndome sentir protegida. Que Lauren quería protegerme de todo, sin saber que lo único de lo que tenía que protegerme; era de ella misma.
Pero en esos momentos, me sentía en casa de nuevo. Ese vacío en el pecho era remplazado por la fuerza de los brazos de Lauren. Por su cariño y amor.
Me alejó un poco, tomando mis mejillas y mirándome con una sonrisa llena de ternura. Miré sus ojos, parecía llenos de lágrimas secas y también lagrimas por venir.
Si, vaya que la había lastimado y ella a mí.
— ¿Tenías que esperar hasta ahora? — preguntó divertida. Me reí, asintiendo.
— Me gusta el drama, lo sabes. — subí mis manos a sus mejillas, tocándola.
Parecía tan irreal.
— ¿Puedo besarte? — y era tan extraño que Lauren justamente, me pidiera eso. Me sentía en las nubes.
La acerqué a mí, besándola. Juntando nuestros labios sin ninguna duda. Se movía con lentitud, ligeramente saboreando mis labios y yo los de ella. Teníamos tiempo, ahora sí.
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Como si pudiera gustarte |#CAMREN#|
FanfictionA Camila Cabello, le encanta el amor. Le gustaba leer sobre el y de vez en cuando, hasta escribirlo. Claro que fue totalmente diferente el sentirlo. Pues no podía entender como entre tantas personas, se enamoraría de una chica. Y entre tantas chic...