CAPÍTULO 13

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Mi teléfono sonó. Sonreí al ver el nombre.

— ¿Otra vez ella? — preguntó Lauren de mala gana. Creo que Al ya le caía mal.

Asentí. Abrí el mensaje y Lauren me quitó el teléfono. Rodé los ojos.

— Estamos en familia ahora y estoy contigo. No agarres tu teléfono. — ordenó, dejándolo en la mesita que estaba a un lado del sofá donde estábamos sentadas.

Digamos que estamos hablando y odia que no le ponga atención por estar con Alex.

— No seas exagerada. — me burlé, estirándome para tomar mi teléfono pero ella se hizo hacia atrás. Casi estaba encima de ella para tomar mi teléfono. No, acabé encima de ella.

— Vaya, revelador. — escuché a Sofi detrás de nosotras. Me alejé de Lauren y miré a mi hermana. Le di una mirada para que se callara. — Todos están en el jardín, dice mi madre que apaguen eso y salgan a comer. — habló molesta por tener que dar recados. Solo se dio la vuelta y se fue.

— ¿Exagerada? Has estado con ella en los recesos. Cuando estamos juntas pasas mando mensajes e ignorándome. Me estas abandonando. — le dio un toque de dramatismo, tal vez tenga razón.

Alcé las manos, dejando que se quedara con mi teléfono. Sonrió triunfante.

— ¿Salimos mañana a nuestro lugar? Tienes que recompensármelo. — se cruzó de brazos. ¿De verdad estaba siendo idiota?

— Si, te compro un batido si quieres. Lo siento, es que... esto es muy nuevo. Nunca he tenido una novia. — una novia con la cual hablar, salir y demás. Alex y yo hemos estado saliendo mucho, hace poco pidió que fuera su novia. Le dije que sí.

— Primer consejo, no abandones a tu mejor amiga. — golpeó mi cabeza y se levantó. Me quejé, sobándome el lugar afectado.

Ambas fuimos al jardín. A nuestros padres se les ocurrió la idea hacer una parrillada. Taylor y Sofi estaban platicando algo sobre maquillaje y chismes de secundaria.

Nuestros padres buscaban la forma de prender el carbón. Y nuestras madres, picaban algunas verduras.

Lauren tomó su lugar y yo a un lado de ella.

— Apuesto cinco dólares a que alguno se termina quemando la mano ahí. — señaló la parrilla.

— Apuesto diez a que alguna llega y les dice como encender el carbón. — ambas nos reímos.

Escuchamos un grito seguido de un quejido, mi padre se había quemado y movía su mano de un lado a otro por el dolor. Mike buscaba agua para echársela en la mano y Clara llegaba para analizar la situación.

Ambas soltamos una carcajada. Captamos la atención de todos por nuestras risas.

— En vez reírse, deberían hacer algo. — mi madre se levantó, analizando también la parrilla. Fue menos de dos minutos en que el carbón fue encendido.

Ahora si no cabíamos en nuestro asiento por las risas.

— Ambas ganamos, utilicemos los quince dólares, que no tenemos, en algo bueno. — hablé entre risas. Lauren apoyó la idea.

Unas horas después, estábamos todos en la mesa. Comíamos tranquilamente. Era gracioso ver a mi padre con un pequeño vendaje. Ni siquiera fue para tanto.

Hablamos de la fiesta de Lauren. Sería en casa de Blake. La he estado ayudando con los preparativos. Parecía la fiesta del siglo.

Después hablamos de otras cosas.

— El teléfono de Camila no deja de sonar. — vociferó Taylor. Haciendo que todos me miraran. Reí un poco.

— Uh, ¿Quién te manda tantos mensajes? — preguntó Chris.

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