Como si pudiera gustarte |#CAMREN#|

CAPÍTULO 14

Sonreí a la televisión por esa linda escena. Amaba esta película, era mi favorita. The notebook.

— Cam. — Alex me llamó, pero hice una seña de que guardara silencio. En las películas no debe hablarse. A menos que claro, sea sobre la película. — Desde que pasaron cinco minutos me aburrí. ¿Podemos hacer otra cosa?

Rodé los ojos. ¿Era tan difícil valorar una película como esta?

Mi mirada fue suficiente.

— Oh, vamos. ¿De verdad crees en estas cosas? — se burló. — Como si la chica rica se quedara con el chico pobre. Son cuentos absurdos. — la mirada burlesca y ese tono estúpido, me estaban irritando.

— Es mi película favorita. — alzó una ceja, riéndose. ¿Qué era tan gracioso? — Cuando vi esta película por primera vez, lloré. La vi en casa de Lauren y ambas lloramos como perras locas. Ha pasado el tiempo y cada vez que la miro, sigo llorando. — rodó los ojos cuando mencioné a Lauren. Seguí viendo película al ver aquella escena. — Mierda, esta es nuestra escena favorita. Aquí es cuando ella comenzaba a llorar. Es divertido, lloraba a la media hora. Yo al menos lloro casi a los últimos quince minutos.

Me reí, Lauren era una sentimental de mierda aunque no quiera aceptarlo.

— Lauren esto, Lauren esto otro. Es su color favorito, es su serie favorita, es su escena favorita. ¿Estoy saliendo con ella o contigo? — la miré al escuchar su tono molesto. ¿De verdad se enoja por eso?

Me reí. Tomé el control, apagando la televisión.

— No es mi culpa que ambas tengamos gustos iguales. ¿Qué diablos te pasa? — me molesté yo también.

Había quitado mi película favorita, había hablado y actuando de forma insoportable todo este rato.

Al menos Lauren entendía cuándo se debe tomar silencio en una película.

— Siempre hablas de ella. Todo va relacionado a ella. ¿Podemos hacer otra cosa que no mencione a Lauren? — y vaya que le caía mal. Su mirada ya no mostraba gracia.

— ¿Cómo qué? Odias que hable de series, de películas, de libros, de anécdotas. Lauren está en casi todas porque es mi mejor amiga. No tengo una vida interesante, es lo único que tengo. — me crucé de brazos.

Perdón por no hacer nada más que eso. No era nadie interesante que hacia cosas interesantes.

— Podemos hacer otra cosa. — sonrió de lado, inclinándose para besarme. Hizo lo mismo en toda la película, la aparté siempre.

Ahora estaba molesta, apenas terminó encima de mí al igual que sus manos, la detuve. Puse mis manos en su pecho, alejándola de mí.

— Ya hemos hablado de esto. No he tenido relaciones en mi vida, ¿Crees que ya tuve sexo con alguien? Mis padres están por llegar y no estoy lista para este paso. Ya sabes. — mis manos la empujaron.

Se levantó de mí sin ningún problema. Al menos era comprensiva. Me senté en el sofá, recta. Ella estaba al lado de mí, acomodándose también.

No todo en la vida era solo sexo.

— Solo quería besarte, pero podemos hablar. Háblame de tu poema de la otra semana. El profesor de literatura te amó. Además, te preguntó de quien se trataba.

Acarició mi cabello, mirándome con atención. Mierda.

Mi poema era de Lauren, el profesor de mierda lo sabía. Vale, que aún me sigue cayendo bien.

— Es... un bonito poema. — asentí, mirando a la televisión apagada.

— ¿Puedo leerlo otra vez? — sus ojos brillaban por volverlo a leer. Mierda.