Acoso

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Narra Mabel:

Un día especial como este no iba a arruinarse de ningún modo, estaba con esperanza de rehacer mi vida...de nuevo.

Hoy me coloqué un vestido sencillo, me arreglé mi cabello y usé unas cómodas balerinas. Mi hermano dijo que me veía bien y que recuerde el plan.

Iba en camino hacia el supermercado de Gravity Falls, había mucha gente y me sentía muy incómoda y observada. Compré un helado y me senté en una banca, a esperar. No pasó mucho cuando un chico pelirrojo se acercó a mi y se sentó.

- eh...hola- me saludó el chico desconocido- ¿estas...esperando a alguien?

- oh, jeje, no...a nadie- bajé la mirada algo dudosa.

- te e visto desde que entraste aquí...pareces algo triste- me miró y yo lo observé con confución- e-eh no soy un acosador, tranquila, solo...me pareces interesante, solo eso- el chico desvió la mirada con nerviosismo, sonreí con ternura.

- si lo estoy- apreté mis labios.

-¿por qué?- se acercó más a mi.

- había un chico que me gustaba, era divertido y me hacía sentir...viva- sonreía para luego mirarlo con algo de tristeza contenida- pero ese imbécil nunca se dió cuenta, hasta nos habíamos besado una vez, al parecer a él no le importa los sentimientos ni nada por el estilo, solo le importa el mismo.

El joven me quedó mirando con los ojos bien abiertos, parecía muy sorprendido, luego miró hacia arriba, al parecer le había chocado el tema o algo así.

- lo siento, enserio, yo no sé como ayudarte, no tengo experiencia en esto y ahora mismo me siento ridiculo- me miró con un expresión de tristeza oculta

-me estás mintiendo- le miré con algo de seriedad, el se sorprendió.

- ¿C-Como...?

- tu mirada lo dice todo ¿Rompiste con alguien? ¿Buscas  una compañía?- lo vi sonreir- lo sabía, estamos igual.

-mi nombre es Lyam, un gusto- extendió su mano, no podía aceptarla.

-disculpa, no puedo tomar tu mano- bajé la mirada.

-¡¡Oh, lo siento!! D-Debí de haberte incomodado o algo así...me tengo que ir- se levantó del asiento, no dudé ni un segundo, aunque me dolería.

Agarré su mano, un dolor punsante me tuve que aguantar. Lágrimas recorrían por mis mejillas, era mucho dolor...

-n-no te vayas, es que si te lo c-cuento...nunca me creerías- lo solté al ya no aguantar más- puedes irte...

El se sentó de nuevo, me miró con confución.

-¿Cual es tu nombre?- me sonrió.

- Mabel...- me sequé las lágrimas-Mabel Pines.

- bien, Mabel Pines, es un gusto conocerte, desde ahora confía en mi y cuentame todo- lo miré sorprendido.

- ¡C-Claro!- sonrié con un leve y poco visible...sonrojo.

Hablamos durante horas, teníamos muchas cosas en común, como también los engaños que nos ocasionó Cipher. Ya tenía que irme, el me iba a acompañar pero de pronto...

- ¡¡Que genial!!- me sonrió- no sabía que también te gustaban las gomitas de oso jajaja

- pues, ya lo sabes- decía parando en seco al ver como una chica caminaba con tristeza hacia nosotros.

-Lyam...-dijo la chica con tes morena y cabello largo, una chica muy guapa- tengo que hablar contigo.

- Alice, ¿Q-Qué haces aquí? Tu..-un beso fue lo que presencié, un beso de nuevo me derrumbó.

-te amo...por favor, no me dejes- con los ojos llorosos me alejé de allí.

Narrador:

-¡¡M-Mab...!- Alice le tapó la boca con su mano al joven preocupado.

- dices una sola maldita palabra casanova mentiroso y te parto tu madre, el amo Cipher no está nada contento con esto, alégrate que ella ya no volverá a ti y tienes la suerte que te olvidarás de ella.

-t-tu no eres Alice ¡¿Quién eres?!- retrocedió el joven.

- tranquilo humano, no soy el amo Bill, solo soy un mensajero si es que se puede decir- sonrió- y aquí dejo el mensaje.

Lyam cayó al suelo inconsciente, había perdido una parte de su memoria, había perdido todo recuerdo de Mabel.

-bien ya terminé, ¡¡Amo Bill!!- un aura oscura apareció dejando ver al tan conocido demonio- disculpe, podría salir de este cuerpo, me estoy empesando a sentir incómodo.

-como sea, igual cumpliste- chasqueó los dedos ocasionando así que el alma de la criatura saliera del cuerpo de la chica y regresando al suyo, el cual el demonio hizo aparecer- ya debemos irnos.

-disculpe, no que solo mi trabajo iba a  ser solo espiar a la chica, esto no era lo acordado, amo- el demonio lo miró de reojo.

-....hay que volver, antes de que se arme un alboroto- dijo en un susurro algo inexpresivo dejando desconcertado al esclavo.

Bueno eso fue todo por hoy, espero de que les haya gustado ❤❤

Volver a ser Mabel PinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora