El nuevo Amanecer

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Todo había cambiado, el cielo de repente había tomado otro azul melancólico. El cielo sin lugar a duda ya no sería el mismo desde aquel momento, y sin lugar a duda había dejado a muchos corazones con cicatrices, y aun algunos en proceso de sanación. La guerra que había comenzado con un león pequeño, se había transformado en un desenlace que habría de cambiar la historia de las praderas.

Pero aun así, con frecuencia los finales no siempre eran felices. Y no para todos, la justicia, y la piedad llegaban de una forma equilibrada y equitativa. La guerra es cruel, y con absoluta seguridad, a veces logra quitar lo que más se ama, y más se atesora en el corazón.

Después de aquella guerra, algo fue claro, la amenaza de Nattu y scar no volvería después de aquello. Pero aun así, aun temían que pudiese volver aquella oscuridad a sus vidas.

La guardia volvió a casa. A su hogar. Y a decir verdad, su bienvenida sin lugar a duda fue la más melancólica. Sus nadas los recibieron de nuevo, y sus ojos brillaron, y lloraron mucho. Bunga volvió a respirar el aire puro de su hogar, y por supuesto que regreso con pumba y timón, quienes ansiaban su regreso desde hace mucho.

Por otro lado, Beshte saludo a todos los nuevos recién llegados, que había sido en algún momento, víctimas de Nattu y zira. La familia real los acogió bastante bien, y dieron a relucir un nuevo acuerdo de paz. El cual se dijo que todo animal sería bienvenido, sin importar de donde viniera o qué clase de animal fuesen, las praderas serian abiertas a todo aquel que mereciera ayuda.

Y por primera vez en toda la historia de las praderas, fue cuando hienas, leones, cocodrilos, clanes de chitas, y seres extranjeros se reunieron.

Rafiki volvió a su amado árbol, y aquella vez, había sido la primera con la que se había visto desconsolación en su rostro. Cada noche sin falta, solia caminar hasta la lo profundo de los bosques, y según decía Makini, era la primera vez que lo había visto llorar desconsoladamente. Por lo que supuso, que el dolor de las consecuencias que había conllevado esta guerra dejo un profundo dolor en su pecho.

La familia de Hikari se había comprometido a quedarse en las praderas todo el tiempo necesario hasta que ese hallara soluciones para prevalecer la paz en cada sitio. Y por un lado mucho más emblemático, fuli tuvo que expresarle su sentimiento sincero a Hikari. El futuro monarca de su manada.

En una despedida melancólica, les dijo que por ahora, o por lo menos por aquel tiempo, no podría corresponderle a sus sentimientos. Que dentro de su corazón, aun cuando lograba sentir una calidez que lograba llenarla cada vez que se encontraba juntos, aun no lograba sintetizar que sentía exactamente, y aun mas, cuando le recuerdo de kion no desparecía por completo.

Fuli espero la respuesta de Hikari con mucha paciencia, por lo que después de ello, él le dijo que esperaría el tiempo que fuese necesario, y que a pesar de sus sentimientos actuales, su corazón la esperaría. Y le aseguró también, que conocía, que en lo muy hondo de su ser, realmente existía algo que debía descifrar por sí misma.

Y así, en un lazo de amistad, profundo romance, y amor fraterno, las praderas se alzaron con honor y profunda luminosidad.

El rey kenai, y su hermano Abijeth volvieron poco después de que simba ya se encontraba estable de aquella lucha en contra de Nattu. Su corazón se repuso, y al igual, Abijeth, llego a la polaridad, de que no se cansarían hasta ver a las praderas de vuelva en pie, tanto como antes.

Sin embargo, a pesar de cuantas palabras de consuelo llenaran lo corazones de la familia real, el vacío y profundo dolor por kion no desparecía.

Aun así, se decidió que la noticia de que el pequeño Akanni, quien resulto ser kopa se diera a conocer oficialmente. Por lo que la familia real dio un gran recibimiento a su pequeño kopa, después de tanto tiempo. Los hijos de zira de quedaron también en las praderas, con el objetivo de crecer en conjunto con Kiara, Akanni, y las dos hermanas, Tiifu y Zuri.

EL SECRETO DE LAS PRADERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora