EL SECRETO DE LAS PRADERAS

Verdad (parte 1)

En ese momento kion sale de la cueva, la lluvia se había disipado, dejando bisbisar un amanecer brillante en lo amplio del cielo. Fuli ya se encontraba bien, al igual que el chico que fuli había rescatado, y por supuesto Akanni. Quien por primera vez... estaba experimentando algo en el fondo de su corazón. No sabía cómo llamarlo, sin embargo.... Era tan extraño, que lo había sentir bien, como si la esperanza aun subsistiera dentro de sí. Era como si el espíritu de todos ellos, estuviera renaciendo de nuevo.

(KION)

–será mejor seguir de inmediato. Aunque...

(KIARA)

– Akanni se encuentra ya sano y con muchos ánimos según me ha dicho vitani – sonríe –, ¿Qué es a lo que te refieres?

En ese momento kion baja la mirada viajando hacia sus recuerdos. Lo que había pasado en aquel incendio. Con Janja, no era una coincidencia.

(KION)

– Me temo que no todo está repuesto –dice –, siempre quedan cicatrices Kiara. Sé que Akanni está bien, al igual que fuli y ese chico. Sin embargo... temo a que lo que ocurrió vuelva a suceder. Hay algo... que no les he dicho del todo.

(KIARA)

– ¿Qué? –Dice sorprendida –, ¿Qué podría ser más importante que lo evidente?

En ese momento Zuri salta a su lado, haciendo que ambos se sorprendan.

(ZURY)

– ¡kion, Kiara! Todo está listo. Tal y como lo pidieron. Fuli... al parecer, está charlando con aquel chico.

(KION)

– gracias Zuri. De inmediato me ocupare de ir con él, después de todo... quiero saber qué es lo que hacía en un lugar como ese.

(ZURY)

– ah... y olvidaba algo... ahora, está mucho mejor. Y creo... que Akanni también tiene interés en hablar con él.

En ese momento kion se mueve hacia la dirección de Zuri, pero Kiara lo detiene.

(KIARA)

– ¿seguro... que deseas marcharte ahora? –La pregunta logra asaltar a kion haciendo que este se vuelva con rapidez –, ¿no deberías... confiar más en nosotros? Puedes decirlo.

(KION)

– eso hago Kiara –trata de sonreír –, solo que... no es tan fácil de decir.

En ese momento kion se aleja y camina con dirección de la cueva donde se encontraba fuli y aquel chita. Su recuperación se había restablecido considerablemente, por lo que que Akanni también se encontraba en camino hacia aquella dirección.

(VITANI)

– al parecer... solo ha sido un gran susto. Tienes suerte en verdad...

(KION)

– Chicas... –se dirige a la chita y a la leona –, necesito hablar con nuestra huésped. Pronto nos marcharemos, así que les recomiendo que se alisten lo más pronto posible...

En ese momento vitani asiente sin refutar, sin embargo fuli no se movía.

– Si no es pedir demasiado... desearía que el rostro que vi en estos parajes no se marchara de aquí, por favor... –dice la chita.

(KION)

– Por supuesto – dice. Aquel chiita tenía una confianza que se notaba incluso en su manera de hablar –, seguramente ya conocer a vitani, y conoces a si mismo que ha sido junto a fuli... quienes han visto por ti. Lamento... que yo no pude intervenir mucho en tu recuperación. Así que... quiero presentarme con formalidad contigo.