EL SECRETO DE LAS PRADERAS

Renacimiento (parte 1)

Aquellas palabras retumbaban en la cabeza de kion. Intentaba buscar una respuesta menos dolorosa, pero no podía borrar lo que ya estaba hecho. Akanni, el león que había considerado su hermano lo había traicionado.

(FULI)
— ¡Déjalas libres Nattu!—grita con todas sus fuerzas —. ¡No creerás que te librarás de nosotros sin antes pelear!

(NATTU)
— Deberías estar feliz fuli... —ríe—, después de todo, tendrás por fin a kion solamente para ti. ¿Qué te parece?

(FULI)
— ¡Deja de decir tonterías! —grita enfurecida.

En ese instante Akanni no despega sus ojos de Zuri y Tiifu. Estaba consciente de lo que estaba ocurriendo, había perdido la confianza de kion. Y aún más que eso, su lealtad y cariño. Su dignidad, su orgullo estaban echados ya en fuego. De algo que estaba seguro es que no dejaría más que zira lo siguiera manipulando.

En ese instante Akanni intenta intervenir, sin embrago los leones oscuros de Nattu y las leonas de zira interrumpían su paso.

(NATTU)

– escoge bien lo que quieres kion –anuncia con hostilidad –, si no sedes de juro que jamás volverás a ver a ninguna de las dos cachorras.

Kion alza la mirada aturdido, y con los ojos llenos de ira, y dolor. Su pecho estaba sucumbido en querer por primera vez acabar definitivamente con Nattu.

(KION)

– ¿crees que me dejare llevar por esas inútiles palabras? –Pregunta –, acabaremos esto de una vez por todas Nattu. Y si tengo que perder el rugido para destruirte, créeme que lo hare.

Kion se aproxima hacia él, aquel anochecer, se estaba transformando en tinieblas, en una tormenta que pronto arrasaría. Las nubes se acu luna, y el suelo parecía sentir la presencia del enojo de kion.

(KIARA)

– ¡no! –grita hacia su dirección –. Eso es lo que Nattu desea...

(KOVU)

– ¡todos... aléjense del lugar! –grita hacia la guardia del león.

En ese instante los pensamientos de Nattu solo se concentran en el cachorro, estaba haciendo justamente lo que deseaba. Podría observar el odio que se presentaba en el corazón de kion.

Kiara corre a su dirección, y trata de detenerlo. Kovu la sigue detrás, al igual que Akanni, bunga y fuli quienes no deseaban irse de su lado. Nattu y zira miran con atención, la oscuridad pronto invadiría su corazón, y el rugido seria de Nattu.

(KIARA)

– ¡kion! – se acerca a el –, ¡por favor detente! Esto es lo que Nattu quiere. Tienes que darte cuenta.

(KION)

– ¡de nada sirve ya! –dice en un hilo doloroso.

(KIARA)

– ¡recuerda quien eres realmente! –musita con lágrimas en los ojos. No deseaba que kion también despareciera de su vida –, kopa no está con nosotros, nunca supimos de el, hasta ahora. Así que... por favor kion. Por él, por nuestros padres, por nuestra familia. ¡No dejes que Nattu tenga poder sobre lo que tú haces!

Las palabras logran suavizar la conciencia del cachorro. Y su corazón parecía rechazar aquel deseo. Kiara tiene razón, ni Nattu, ni nadie debe tener el poder de manipular sus acciones.

Nattu se queda inhóspito ante la nueva postura d equino. No había duda en lo que Janja había dicho. Kion era más fuerte que antes. Lo que lleva a Nattu a pensar que kion aun seguiría dándole problemas.