EL SECRETO DE LAS PRADERAS

VIDA O MUERTE

Kion mira con atención con dirección hacia el gran cañón. La lluvia todavía cae sobre sus hombros, y el mismo olor a muerte, le seguía detrás. Los seres oscuros que seguían a Nattu aun rebosaban nublando todo en una densa oscuridad. Aun así, una cálida tranquilidad rebosaba en el corazón de kion. Con tan solo mirar el cielo, aun cuando estuviese nublado, y las nubes densas de lluvia cubrieran el azul de un cielo limpio, dentro de su corazón sabía que todo estaba bien. Que todo, dentro de pronto llegaría a estarlo.

(KION)

– Será como digas abuelo... –susurra para sí mismo.

En ese instante, avanza, y detrás de él, la manda de chitas se concentraba cuidándole la espalda. Kion había ordenado que nadie llegara seguirlo, sin embargo, la tribu d ellos chitas no pertenecían al reino de su padre, además, kion sabía que de salir mal, necesitaría de su ayuda.

(AKANNI)

–Te esperaremos aquí kion –dice –, Nattu seguramente te espera al fondo, ten confianza en nosotros príncipe – lo mira –, no dudaremos en ir a tu auxilio, si las cosas no resultan como esperas.

(KION)

– Gracias Akanni... sin embargo... solo les quiero pedir una cosa antes – lo mira de igual forma –, si... alguien más viene, e intenta intervenir, no se los permitan...

una vez que asienten, esta vez kion avanza en medio del lugar rocoso y áspero. El fango se acumulaba en la tierra debido a la lluvia, el silencio penetraba en cada rincón, kion mantenía la vista puesta por momentos en el suelo. Su corazón latía tan fuerte, que todo se movía por monotonía. Todo era consecutivo, como si esto, ya lo hubiese esperado desde hace mucho.

De un momento a otro, alza la mirada, y al ver la figura de Nattu en medio del cañón, por un momento se queda paralizado. Sin embargo... no se encontraba solo. Zira también estaba ahí.

(ZIRA)

– Después de todo... aun sigues insistiendo kion – dice entre una sonrisa.

(ZIRA)

– No he venido aquí a hablar –anuncia –, Nattu... acabemos de una vez por todas esto.

De inmediato el dolor parecía desparecer de su cuerpo. Rafiki había inducido un ungüento en la herida del cachorro. Akanni se recuperaba rápido, y las heridas, sanarían en pocos días. Dexeus de lo que había sucedido con Tiifu, y Shani la última vez, aquel medicamento ya era muy efectivo.

(MAKINI)

– ¿se... repondrá?

(RAFIKI)

– lo hará Makini. Lo hará. Este ungüento... ha sido muy efectivo.

(FULI)

– No podemos esperar más tiempo –dice angustiada y entonces s e vuelve a simba –, majestad... usted sabe que kion es bastante terco, pero... es arriesgado. Morirá si...

(RAFIKI)

– no hay nada que podamos hacer por ahora fuli... –interrumpe –, kion... morirá si alguien que no sea kopa interviene. Además... de hacerlo ahora... Nattu no dudara en hacerle daño a aquel que intente intervenir. Scar... pronto se apoderara de su ser, y cuando lo haga... ni siquiera ustedes podrán hacer algo de utilidad.

(BUNGA)

– ¡no podemos quedarnos aquí sin hacer algo! –Reclama –, aun si mi vida corre riesgo... no me quedare aquí a esperar si kion sobrevive... el... haría lo mismo. ¡Seguiría luchando por nosotros!