Secret | YM

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Disfrútenlo.

Un leve cosquilleo en su barbilla comienza a incomodarlo, sintiendo un familiar aroma a menta que entre sueños lo hace sonreír. Se remueve entre las mantas abrazando con mayor ahínco el cuerpo entre sus brazos, escuchando unos leves quejidos que lo hacen reír aun con los ojos cerrados.

— Duerme...— La voz de Yoongi se escucha ronca en ese pequeño regaño y bastante profunda al estar escondido en su cuello, haciendo que lo apreté más contra él en un intento de que vuelva a su quinto sueño y deje de quejarse.

— Amor...debo ir a trabajar. Lo sabes. — Contesta Jimin abriendo finalmente un ojo para ver la maraña de pelos que lo ha estado queriendo hacer estornudar y lo ha despertado antes de que su alarma suene. Al menos despertar entre los brazos de Yoongi, era mucho mejor que el maldito sonido que su alarma hacía cada mañana. —Además, tú también debes levantarte...dormilón. — Jimin gira para dejar su cuerpo sobre el de Yoongi y así poder besarlo suavemente.

— No quiero...— Continua rezongando el mayor, tomando el control a medida que su consciente va despertando y las caricias de Jimin hacen lo suyo.

Se besan relajadamente mientras que el pelinegro termina por colarse sobre el cuerpo del menor. Jimin ríe entre los besos que están compartiendo al sentir hacía donde va la situación, sabiendo que si no detiene a Yoongi antes de que meta su mano por debajo de su pijama, llegara tarde...de nuevo.

— Cariño...— Lo llama dulcemente cuando intenta quitárselo de encima, pero termina haciendo que este baje a sus clavículas a dar pequeños mordiscos. — Debo irme...Jin me matará si vuelvo a llegar tarde. Lo sabes. —Le recuerda, sin embargo Yoongi está muy concentrado en su tarea de hacer un camino de mordidas hasta su ombligo. En definitiva, comenzaría a dormir con alguna camiseta encima para no estar provocando a su odiosa pareja.

En los meses que habían transcurrido sin que se dieran cuenta, volvieron a reconstruir esa burbuja de amor en la que ambos se sentían tan cómodos y enamorados, anunciando rápidamente a sus cercanos que estaban de novios nuevamente en una pequeña fiesta que se había realizado por el ascenso de Namjoon. Todos los felicitaron, alegando que ya era hora que se dejaran de juegos, insinuando que deberían casarse lo más pronto posible. Así que en medio de sonrojos y sonrisas incomodas, tanto Jimin como Yoongi negaron aquella posibilidad al estar recién volviendo a comenzar y querían tomarse su tiempo para que las cosas funcionaran con tranquilidad, habiendo sólo un problema.

Sun.

La pequeña niña aún no se enteraba de que el pelinegro se trataba de su padre biológico, aunque hasta el momento parecía sentir un gran cariño por Yoongi y más al haber sido cuidada por él cuando aún tenía enyesada su pierna. Era sorprendente la forma en como el mayor lograba calmar a su hija, como si tuviera el don de la palabra con la niña al momento de tener un ataque de llanto. Sun no era mucho de hacer pataletas, pero sí que era terca cuando se le metía algo en la cabeza...igual a Jimin. Y pues como Yoongi sabía a la perfección como controlar a su odioso rubio, su hija no era ningún problema para él.

Pero Jimin también sabía cómo controlarlo a él.

— Te prometo que si salgo temprano, puedo dejar a Sun con Taehyung para que tengamos una tarde a solas. —Le susurra sensualmente al oído, sintiendo con sus manos la forma en como la piel de Yoongi se eriza y se tensa ante su propuesta.

— Estoy deseando que salgas muy temprano...­— Murmura volviendo a su boca para dejar pequeños besos que no son más que suaves caricias. — Le cobrare la palabra, señor Park.