Secret | YM

| 23 |: FINAL

Las gaviotas emprendiendo vuelo, los sonidos de las olas y la suave respiración que siente en su espalda le hacen sentir relajado por completo. El sol ha ido bajando con el paso de las horas y continúan en la misma posición hablando sin cansarse, pese a que hace más de una hora debería haberse ido a casa, lo cual no ha podido hacer debido a las pálidas manos que están entre las suyas y los brazos que lo rodean.

— Y así sería nuestra vida. — Finaliza con una gran sonrisa en el rostro, volteando a ver la reacción del rubio chico a su espalda. Aunque sólo termina por decepcionarse y disminuir su felicidad al ver la mueca que tiene. — ¿No te gusta?

— Emm...no es eso. — dice claramente incómodo por todo el relato escuchado y algo nervioso por imaginar que las cosas realmente fueran así como lo contaba su novio. — Pero Jimin...¿no crees que tres hijos es demasiado?...— Pregunta indeciso y temiendo hacer enfadar al chico de cabello rosa que le mira ilusionado. — Con uno sería feliz...me da igual si es hombre o mujer.

— ¡Yo quiero una niña! — Grita emocionado, girándose al fin por completo para enfrentar a Yoongi y convencerlo si era posible. — Una niña tan bonita como tú. ¡Con tu cabello negro, tus ojos de gatito y tu sonrisa!

El rubio se enternece por la alegría del sueño a futuro que tiene Jimin y sonríe contagiado, sólo para acercarse a besar esos esponjosos labios con cariño. Al separarse ve las mejillas sonrojadas de este y ríe por lo tierno que sigue siendo pese a todos los meses que llevan juntos.

— ¡No me distraigas, Yoonie! — Chilla el pelirosa, inflando sus cachetes y frunciendo el ceño. — Quiero que tengamos una hija tan bonita, que la llamaré Sun.

— ¿Sun? ¿En serio? — Se ríe Yoongi volviendo a robarle un besito al menor.

— ¡Sí! Para que sea tan cálida como tú...— Confiesa con la cara colorada ante su propia sinceridad.

— ¡AAH DEJA DE SER TAN TIERNO!

Jimin ha agotado la última gota de control de Yoongi. Este se lanza a él para llenarlo de besos sobre la arena y hacerlo reír como tanto le gusta. Olvidando la anterior conversación en menos tiempo de lo que cree, totalmente enfocado en sólo disfrutar del tiempo que le queda con el chico que ama y eso lo hace cuestionarse una vez más si realmente debe ir al extranjero. Pero, ¿Cómo saber que está tomando la decisión correcta?

El cielo comienza a volverse oscuro y eso sólo significa que deben ir a sus casas. Se van tomados de la mano tonteando de mil y un cosas sobre el futuro con el que sueña Jimin, además de planear su siguiente cita sin que esta interfiera en los estudios de ambos, al haber una mayor presión sobre los hombros de Yoongi al ser universitario.
En la entrada de la casa de Jimin se despiden de un suave beso, sonriendo como los tontos enamorados que son y continúan viéndose a la distancia mientras Yoongi va caminando de espalda y se ha chocado dos veces con los postes de luz. Jimin se ríe de su novio todavía cuando entra a su cuarto y admira todas las fotos que tiene pegadas en la pared de ellos. Rememora cada ocasión y lo mucho que lo ama, llevando hasta su vientre una de sus manos para dejarla ahí por varios minutos.

Sonríe pese a que las lágrimas se acumulan en sus ojos y no puede hacer nada más que resignarse a que otro día no ha podido contarle a Yoongi lo que le está pasando a su cuerpo. Está asustado por lo que se viene y que pronto tendrá al amor de su vida a kilómetros de distancia. Kilómetros que probablemente termine por matar su amor.

— Todo estará bien. — Se consuela a sí mismo acariciando su vientre. — Él nos seguirá amando pese a todo. Aun sí debo mantenerte en secreto un tiempo más.

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Se encuentra viendo su reflejo en el espejo, pese a no verse a sí mismo al haberse sumergido en sus memorias. Siente que la garganta se le cierra al tener flashbacks de hace tantos años, cuando estaba demasiado aterrado del futuro que le esperaba y cómo enfrentarse a este. Y pese a que en su momento creyó no poder seguir de pie, tuvo personas en su vida que jamás le dejaron caer y se mantuvieron a su lado ayudándole. Personas que le habían hecho el hombre que hoy era y del cual se sentía orgulloso.