"Es doloroso...
- Por favor... - rogué entre sollozos aferrándome a él cada vez más - Por favor, quédate conmigo - alce la vista para clavar la mirada en sus ojos plateados - Si es nuestro destino vivir separados entonces quiero cambiar ese tortuoso destino - oculte mi rostro de nuevo en su cálido pecho, abrazándolo.
- Te protegeré - dijo tomando mi rostro entre sus manos - Lo que deseamos implica caminar por un largo camino de espinas que podría causarte aún más daño el cual no deseo que suceda - me dedico una cálida sonrisa – Te protegeré, cueste lo que cueste, nunca te traicionare - se levantó y poco a poco se fue alejando de mí.
- ¡Espera! - le llame con la esperanza en que volviera a mi lado. Volteó su rostro para mirarme quedando aun de espalda, su hermoso cabello, tan negro como la noche, hacia contraste con la luz de la luna.
- No te preocupes - con una mirada triste, me dirigió una sonrisa y siguió alejándose.
- ¡No! - grite, suplicante con lágrimas de tristeza corriendo por mis mejillas - ¡No me dejes... - estire mi brazo con la meta de alcanzarlo pero era imposible - ¡Etsu!....¡Etsu!... - le llame una y otra vez - ¡Etsu!"
- ¡Etsu! - grite y abrí los ojos de golpe.
Un sueño... tan solo un sueño. Estaba sudoroso y respirando dificultosamente, me senté en la cama, estaba un poco mareado.
- De nuevo... - dije para mí mismo colocando la mano en mi frente.
Últimamente he tenido sueños extraños. Aunque siento que es algo que no debo olvidar, solo me queda el recuerdo de un ser de cabellos negros como la noche y ojos plateados que despierta mi corazón.
҉
- ¡Ryutaro! - llamaba un hombre mayor - ¡Ryutaro! ¡¿Dónde estás?! - gritaba en la entrada de la iglesia - ¿Saben dónde está Ryutaro? - pregunto a unos niños que se encontraban jugando cerca.
- ¡No! - dijeron al unísono y corrieron a jugar.
- Esto es problemático, tendremos un invitado dentro de unos días y necesito ayuda para los preparativos. Me pregunto dónde estará... - suspiro cansado y se dirigió de nuevo a la iglesia.
҉
- Me sorprendes que sigas aquí - dijo un niño de mi edad llamado Shin, a quien nunca se le escapa la oportunidad de molestarme.
- No quiero hablar de cosas innecesarias. Solo déjame tranquilo - dije ignorándolo.
- ¡Eres tan creído como siempre! - dijo molesto - A pesar que eres odiado por todos sigues aquí - sonrió sarcásticamente - Parece que hoy tendremos que hacértelo entender ¡Monstruo! - grito tirándome tierra en los ojos causando que cayera sentado al suelo.
Los demás niños comenzaron a golpearme, pronto se cansaron y se fueron corriendo al escuchar a alguien aproximándose, pero Shin tiro bruscamente de mi cabello y no pude evitar quejarme por el dolor.
- Deberías entender que no eres querido aquí - me soltó y se alejó lo más rápido que pudo.
"No te acerques". "Demonio". "Monstruo".
Desde que tengo memoria siempre me han insultado y molestado, solo porque nací un poco diferente. Si no tuviera a mi padre estaría hundido en la oscuridad.
- ¡Ryutaro! - escuché a mi padre llamar.
Me levante lo más rápido que pude y sacudí mi ropa, no podía dejar que me viera así.
ESTÁS LEYENDO
Hakuryuu (yaoi)
Fantasi"El mundo esta lleno de cosas misteriosas". Japón - Era Meiji. Ryutaro, un niño de ojos azules y cabello blanco, criado por un sacerdote en un pequeño pueblo, ha vivido siendo despreciado por las personas a su alrededor por su inusual aspecto. En su...