- Etsu - le llame haciendo que se detuviera.
Llevábamos días en viaje y no sabía a donde nos estábamos dirigiendo.
- ¿Que sucede? ¿Estás cansado? - pregunto preocupado.
- No... Bueno si, pero no es eso. Quiero saber a dónde nos dirigimos.
- Necesitamos escondernos por un tiempo e idear algún plan para cambiar tu destino, nuestro destino.
- ¿Destino?
- Si, tú eres el sucesor del dios Seiryuu pero su esposa, Aiko, no permitirá que eso suceda - dijo con desdén - Así como tu padre nunca aceptará nuestra relación.
- ¿Dónde nos ocultaremos? - pregunte mientras seguíamos avanzando.
- Iremos a Shinkoku, el país de los dioses.
- Pero Etsu... ¿Los demonios pueden entrar a un lugar tan sagrado?
- Demonios de nivel superior si, aunque no son muy bienvenidos pero eso a ellos no les importa ya que muchos de los dioses que conviven allí son muy fuertes - me explico - Le pediré a un buen amigo mío que nos de refugio, además hay alguien que quiero que conozcas. Pronto llegaremos - dijo apartando ramas del camino.
- ¿Y quién es esa persona? - pregunte entusiasmado.
- Ya la conocerás.
¿"Ya la conocerás"? Entonces es una mujer ¿Quién será?.
- Llegamos, mira - señalo con su dedo índice.
- ¡Wow! - dije impresionado.
Se veía un reino cubierto con enormes rocas dándole forma de pico, a su alrededor una flora y fauna abundante con un cielo hermosamente despejado despejado.
- Aquí estarás a salvo Ryutaro - Etsu me abrazo y junto nuestros labios en un pequeño beso.
Nos encaminados a cruzar un puente, luego nos encontramos con unas enormes puertas a las cuales las vigilaban una especie de guardias. Digo "una especie" porque eran como una combinación entre animales.
- ¿Porque un demonio quiere entrar al reino de los dioses? - pregunto uno de ellos.
- He venido aquí a visitar a un amigo - respondió amablemente Etsu.
- ¿Y quién es ese " amigo"? - contesto el otro dudoso arqueando una ceja.
- Bishamon [1] - contesto Etsu.
Los guardias se miraron uno a otro en silencio, luego llego alguien que parecía ser un mensajero, tenía cuerpo de humano y alas negras vestido con un simple yukata. Hablo con los guardias un momento y fijaron sus miradas en nosotros.
El mensajero se plantó frente a nosotros.
- Etsumori-sama, mi nombre es Sho. Le serviré en su estadía en Shinkoku - se presentó e hizo una reverencia - Bishamon-sama lo está esperando.
- De acuerdo, gracias. Por favor guíanos - Etsu hizo una leve reverencia también y yo lo imite.
- Síganme por favor - pude notar como Sho me miraba de reojo.
- Es mi acompañante, no hará ningún daño - le explico Etsu al percatarse de la duda del chico.
Sho asintió y se encamino dentro al reino, nosotros lo seguimos en silencio. Más a allá de las puertas se encontraban todo tipos de criaturas maravillosas: combinaciones entre animales o entre animal y humano, pero había más que todo lo que parecían ser humanos pero solo era pura fachada, yo sabía que no eran humanos sino dioses. También había criaturas que no parecían ni animales ni humanos.
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Hakuryuu (yaoi)
Fantasía"El mundo esta lleno de cosas misteriosas". Japón - Era Meiji. Ryutaro, un niño de ojos azules y cabello blanco, criado por un sacerdote en un pequeño pueblo, ha vivido siendo despreciado por las personas a su alrededor por su inusual aspecto. En su...