- ¿Casarnos? – dije nervioso.
- ¿No quieres? – pregunto Ryutaro desanimado.
- No es eso, es que... bueno... – pase una mano por mi cabeza desviando la mirada - Bueno... déjame pensarlo ¿Si?
- ¿Pensar qué? - dijo de mala gana - ¿Acaso no quieres estar conmigo? - dijo lloroso - pensé que te gustaría y estarías de acuerdo pero ya veo que no es así - se encamino hacia la puerta de la gran estancia donde nos encontrábamos.
- Ryutaro, no es eso. Espera - intente tomar su mano sin éxito.
- Déjalo - dijo Rin justo cuando Ryutaro cruzo el umbral de la puerta.
"Oh no...¿Que hice?" pensé mientras me apoyaba contra la pared ocultando mi rostro entre mis manos.
- Que tonto soy.
- ¿Tonto? - dijo Rin - ¿No será más bien idiota, imbécil o...?
- Ya entendí - la interrumpí.
- ¿Por qué lo rechazaste? ¿Sabes lo que se esforzó para pedirte matrimonio? Que deberías ser tú quien se lo pida, además él estaba muy feliz ¿Sabes? - dijo un poco molesta.
- Tienes razón, me merezco todos los insultos existentes.
- Y que te maldigan también.
- De acuerdo, ya, no te pases – dije, dolido.
- Ve y habla con él - dijo mirando por la ventana.
- Pero dijiste...
- Si lo sé, pero debes decirle lo que sientes. Tienes tus razones ¿Verdad? - me miro de reojo con una sonrisa - Sabes cuales son las consecuencias del pacto, se por qué dudas pero no tienes de que preocuparte por que estarán bien. No permitiré que les hagan daño - volteo a mirarme - No dejare que le hagan daño - prometió.
Mi rostro se ilumino, asentí y fui corriendo tras de mi amor.
҉
Camine hasta una fuente de agua ubicado en uno de los jardines del palacio, me senté en la orilla y me concentre en mi reflejo.
"Ryutaro" - me llamo Hakuryou - "No llores" - coloco su mano en mi mejilla aunque no podía sentir su tacto.
- No estoy llorando.
"Estas reprimiendo las lágrimas" - le dio justo en el blanco - "Somos uno, no puedes ocultarme nada. Puedo ver a través de ti y tu de mi" - me dedico una amable sonrisa.
- Ryutaro - llamo Etsu a lo lejos.
Voltee para ver que venía hacia mí, se estaba acercando. Y cuando dirigí la vista de nuevo al agua, Hakuryou ya no estaba.
- Ryu...
- ¿Qué? - dije de mala gana sin mirarlo.
Etsu suspiro.
- Déjame explicarte.
- ¿Explicar qué? - lo mira a los ojos - ¿Que después de tanto tiempo ya no me quieres?
- ¡Yo no dije que ya no te amara! - alzo la voz.
- ¡Pero no te quieres casar conmigo ¿Que otra explicación puede haber?! - yo también eleve la voz.
Me abrazo y aunque me resistía no me soltaba.
- ¡Te amo! - grito, lo cual hizo que me quedara quieto - Te amo... - susurro - Te amo más que a nada en el mundo, eres todo mi ser - me abrazo más fuerte contra él.
Solté a llorar.
- Lo siento... no volveré a decir eso - solloce.
- No llores - me beso los ojos, secando mis lágrimas - ¿Dejaras que te explique?
Asentí con la cabeza.
- Tengo miedo, no quiero hacerte daño.
- ¿Hacerme daño? - dije secándome las lágrimas - Solo nos vamos a casar.
- No es "solo" es un pacto que consiste que uno o el otro se lastime, puedes morir...
- Pero... Es nuestra única opción, no permitiré que mi padre o esa mujer te lastimen por mí.
- Yo daría mi vida por ti.
- ¡No! No debes - me aferre a él - No digas eso... viviremos - lo mire a los ojos - Juntos...
- Por siempre - acerco su rostro al mío y unió nuestros labios - Ryutaro...
Se apartó un poco y se arrodillo ante mi tomando mi mano.
- Mi dulce, inocente y amado Ryutaro - sentí el roce de sus labios en mi mano - ¿Te casarías conmigo? - pregunto seriamente con una sonrisa en su perfecto rostro.
- ¡Sí! - grite y me lance a sus brazos para besarle.
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Hakuryuu (yaoi)
Fantasy"El mundo esta lleno de cosas misteriosas". Japón - Era Meiji. Ryutaro, un niño de ojos azules y cabello blanco, criado por un sacerdote en un pequeño pueblo, ha vivido siendo despreciado por las personas a su alrededor por su inusual aspecto. En su...