Capitulo XIII: Dragón Blanco

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Autor Tells

- ¿Listo Yuu? – pregunto Kumiko.

Yuu trago en seco.

- No señorita pero... ¿Tengo opción?

- No – contesto esta – Recuerda, debemos ser cuidadosos. No estés nervioso, estamos juntos en esto – Yuu asintió decidido – Ahora... ve – Kumiko le dio un leve empujón por la espalda y Yuu se adentró a un pasillo que daba al cuarto donde, en ese momento, se encontraban toda la servidumbre quienes habían sido invocados por una falsa alarma que dio Yuu por orden de Kumiko a nombre de Seiryu.

Pero, por supuesto, era puro montaje para mantenerlos distraídos mientras procedían con el plan.

Kumiko se apresuró a ir al lado de Kenta y Shinya quienes se encontraban a una prudente distancia de donde se encontraban Ryutaro e Ishiko conversando en el jardín.

- ¿Cómo va por allá? – pregunto la recién llegada.

- Ryutaro logro zafarse un rato de los guardias pero estos los encontraron rápidamente – dijo Kenta.

- ¿Fue tiempo suficiente?

- Si – esta vez hablo Shinya – En ese corto periodo de tiempo pudo contarle todo a la señorita Ishiko. Pero después de eso dos guardias de Aiko-sama se unieron al grupo- dijo un poco molesto.

- Creo que ya es hora – susurro Kenta – Se acercan.

El plan consistía en que una vez que Ryutaro decidiera que era el momento adecuado para salir del lugar, él crearía la oportunidad para que Shinya y Kenta salieran a escena.

Ryutaro sostenía la mano de Ishiko en su brazo, se podía notar que ella estaba un poco nerviosa pero Ryutaro le susurró al oído unas palabras que le hizo calmar un poco los nervios.

Una vez que se acercaron lo suficiente, Ryutaro les dirigió una rápida mirada y con ello Shinya y Kenta se interpusieron entre ellos y los guardias.

- ¡¿Pero qué...?!

Todo fue muy rápido, acabaron con ellos en tan solo segundos.

- ¿Está bien Ryutaro-sama, Ishiko-sama?

- Si, gracias – dijo Ishiko.

- Vamos, debemos apresurarnos – dijo Ryutaro ayudando a Ishiko a ponerse en pie ya que se habían ocultado tras un arbusto.

Se dirigieron a sus aposentos y se aseguraron que Ishiko se sintiera cómoda y convocaron a sus sirvientas quienes eran fieles.

- Ahora iré con nuestro padre – Kumiko se colocó la capucha de su capa roja dirigiéndose a la salida con cuidado de que nadie la viera tomando el camino a su izquierda.

- Y yo con Aiko – dijo Ryutaro tomando el camino contrario.

҉

Se dirigió al ala oeste del castillo atravesando los jardines y esquivando a uno que otro guardia quienes no se dieron cuenta de su presencia.

- ¡¡Imbécil!! – escucho insultos provenientes de la habitación de Aiko.

Ryutaro necesitaba deshacerse de los guardias que se encontraban a cada lado de la puerta y no le costó mucho noquearlos a pesar de la muy poca experiencia en combate.

Se apoyó levemente en la puerta acercando su oreja a esta.

- ¡Serán incompetentes! – se escuchó una sonora bofetada seguido de algo rompiéndose.

Ryutaro entreabrió un poco la puerta para poder ver.

Una sirvienta se encontraba arrodillada en el suelo con una mano en la mejilla, entre ella y Aiko una copa con un líquido azulado esparcido entre los trozos de vidrio.

Hakuryuu (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora