Corazón Salvaje (Park Jung Min)

Capítulo 34: Engaño Mortal

Kyu se regresó a casa pero en su trayecto, su corazón algo le anunciaba así que corrió lo más que pudo a casa pero al llegar se llevó la sorpresa que Hye Min estaba de rodillas sobre el frío piso.

HM: ahhh. Ayu.. da - gritaba de dolor.
Kyu: ¡Hye Min! - corrió a sostenerla y tratar de levantarla.

Ella no podía hablar, el dolor era muy fuerte y claro era ya los dolores de parto. Kyu sabía lo que tenía que hacer y como ya estuvo preparado desde antes. Sólo tomó las cosas y llevó a su hermana en un taxi, ya que el auto que tenían era muy peligroso para ella.

Mientras ellos iban de camino al hospital, Youngnie llegaba a la casita de su enemiga a ver como estaba la situación, sin embargo no encontró nada. Creyendo que Hye Min aún estaba en gestación, ella se regresó a casa, sin imaginarse que ella estaba llegando al hospital por emergencia.

Hye Min no soltaba la mano de su hermano, pero tuvo que hacerlo cuando prácticamente le llevaba a sala de partos, pero antes de dejarla ir, él le dio un besito en su frente.
Kyu: ¡se fuerte hermanita! Voy a estar contigo aunque los doctores no quieran – dijo su hermano muy angustiado para así finalmente dejarla ir y él correr a dar la información que requerían en el hospital.

HM: ¡Jung Min! nuestro hijo va a nacer – pensó mientras por su ojitos caían unas lagrimitas llenas de muchas emociones.

Los doctores no pudieron esperar más y prepararon a la joven para su trabajo de parto, sin embargo Kyu no iba a dejar a su hermanita sola y sin pedir permiso entró y tomando fuerte su mano, se quedó junto a ella para apoyarla.

Kyu: te dije que no iba a dejarte sola. Todo va a estar bien preciosa, se fuerte – le susurró al oído.

Era terrible los dolores que sentía, pero eso era lo de menos para ella porque su máxima ilusión era que su bebé naciera sano.
Doc: ¡Hye Min! ¡Es hora! ¡Tú puedes! ¡Vamos! ¡puja Ya! – gritó desesperado y es que mientras más pasaba el tiempo se iba complicando la situación

Hye Min parecía no tener fuerza, su debilidad crecía más y más, sin embargo un recuerdo que vino a su mente hizo ser valiente y enfrentarse a la situación. Tomó más fuerte la mano de su hermano y dando su mayor esfuerzo pujó lo más que pudo.

Los doctores se veían felices porque ya se veía la cabecita de aquel pequeñito ser, que deseaba ver pronto a su madre, sentir su calor y protección.
HM: ¡No puedo más! – dijo a voz débil
Kyu: ¡si puedes hermanita! Tu bebé te necesita ahora, hazlo por él – rogó desesperado

Ella sentía que los dolores le partían en dos, pero eso no debían detenerla si su hijo pedía pronto nacer. Volvió a buscar fuerzas en el apoyo de su hermano y volvió a pujar fuerte y ahora sí logró que su hijo por fin naciera.

Ella terminó agotada, sin embargo en el lugar se escuchó instantáneamente el llanto dulce de aquel precioso angelito. Mientras ella se reponía un poquito, los doctores, tomaron al bebé y colocaron en una toallita blanca para enseguida llevarlo con su madre.

Doc: ¡felicidades Hye Min! ¡Tienes una preciosa niña! – le dijo muy tierno el doctor

Hye Min abrió sus ojitos llenos de lágrimas y con algo de fuerza que le quedaba, abrió sus bracitos para abrazarla a su pequeña hija. Era una escena tan hermosa que Kyu no pudo evitar llorar.

HM: ¡al fin juntas! ¡Hola hijita mía! No sabes cuánto tiempo he anhelado tenerte en mis brazos. Te amo tanto corazón mío – le susurraba con tanta ternura
La pequeña no había parado de llorar pero al sentir el corazón de su madre latir y el calorcito que le brindaba, ella se calmó y sobre sus pequeños labios se dibujaba una linda sonrisita.