Capitulo 2.

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CAPITULO 2.

No había podido pegar un maldito ojo en toda la noche, lo que Tanit me había dicho me había dejado totalmente asombrada y algo asustada. ¿Cómo era posible que esas cosas existieran? Y sobre todo ¿por qué uno había matado a mi hermano? ¿Qué tenía que ver él con estos seres? Eran las cuatro cuando decidí salir de la cama para ir a darme una ducha, se supone que mi alarma sonaría dentro de media hora, pero ya me dolía el cuerpo y no hacía más que dar vueltas y vueltas. Lo primero que hago es buscar la ropa que la noche anterior alguien había dejado para mí. Era un jean negro bastante ajustado, unas botas negras de esas que parecen más bien para hombres, pero lucían cómodas y una blusa de tiras también negra. Todo negro, como el alma de un maldito demonio.

Me voy directo a la ducha, cierro la puerta con llave para que ninguno de mis compañeros fuera a entrar mientras me estaba duchando. La temperatura del baño estaba algo frio o quizás era yo por estar tan cansada, así que trate de tomarme una ducha rápida. Unos veinte minutos después ya estaba fuera del agua secando mi cuerpo, me cambio rápido sintiendo un poco de alivio cuando tengo mi cuerpo ahora un poco protegido y caliente. Me observo en el espejo y dejo escapar un suspiro al ver las enormes ojeras que tengo, me veo fatal esta mañana, ni ganas de verme me dan. Recojo mi cabello en una cola de caballo y una vez lista salgo del baño sin hacer mucho ruido, miro la hora en el reloj que por encima de la puerta del cuarto. Cinco menos veinte, ya que a Edric le gustaba que fueran puntuales llegaría mucho antes y ya me ganaría quizás una estrella por ser una buena chica. Es broma, dudo que aquí te den estrellas por ser buena. Me rio yo misma de mis pensamientos mientras salgo del cuarto para ir directo al cuarto de entrenamiento que solo Edric y yo ocuparíamos. Eros y Tanit me han dicho que él es uno de los mejores entrenadores y muchos lo quieren. La verdad es que aún no puedo decir mucho sobre él ya que lo único que hizo desde que llegue fue asustarme con sus comentarios.

Ya en el cuarto observo todo a mi alrededor, las paredes eran de un color bordo y la luz no era tan fuerte, no sé porque a esta gente le gusta tanto la luz tenue, no me desagrada, pero es algo raro. En las paredes había varias espadas, realmente preciosas y de muchos tamaños, también había escudos muy grandes y que lucían muy pesados. Luego en otro costado había un estante con muchas armas de fuego, negras y en color plata, también podía ver colgado en la pared algunos nunchakus y justo en medio del cuarto había una bolsa de box. Tomo una de las armas y la observo detenidamente, siempre me habían gustado y era la primera vez que tenía una en mis manos.

-Muy pequeña para estar tocando esas cosas... -Dice una voz detrás de mí. No tenía que voltear para saber que se trata de Edric. Dejo el arma en su lugar y me doy la vuelta mientras llevo mis manos a los bolsillos traseros de mi pantalón.

-Puede ser, pero pronto me enseñaras a usarlas. –Contesto mirándolo con seriedad.

-Eres bastante puntual o alguien te dijo que me gusta la puntualidad. Te ganaste un punto a tu favor, quizás te ofrezca una mano cuando te estrelle contra el suelo. –Una sonrisa arrogante aparece en sus labios.

Arqueo ambas cejas y dejo escapar un pequeño suspiro mientras me acerco a él.

-Bien, Eros y Tanit ya me pusieron al tanto sobre este lugar. Creo que nunca en mi vida pensé que llegaría a este lugar y me entrenarían para luchar y sobre todo con demonios. ¿Cómo es posible que esas cosas existan?

-Todo en este mundo es posible. No sé porque te sorprende tanto.

-No estoy sorprendida, estoy molesta porque ayer me entere que uno mato a mi hermano. Me pase todo un año preguntándome qué diablos fue lo que mato a mi hermano, pensando que estaba loca por lo que había visto, pase por muchas cosas porque decían que estaba enloqueciendo y lo cierto es que no era así, lo que vi era real. –Mis manos se habían convertido en puños y mi voz temblaba con cada palabra que decía.

Fragile Demon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora