Capitulo 6.

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CAPITULO 6.

A medida que van pasando los días me voy sintiendo más cómoda y relajada. Esta semana que ha pasado ha sido bastante difícil, pero con la ayuda de mis amigos he podido salir adelante. Edric e Ian me han estado entrenando más y admito que me siento muy cansada físicamente, pero trato de no pensar en eso, somos guerreros y no nos permiten tener momentos de debilidad, lo cual me parece muy bien ya que para eso no estamos. Edric ve mucho potencial en mí, lo cual me agrada mucho, me hace sentir especial o tal vez lo sea. Quién sabe.

Justo ahora estamos de camino a una fiesta de demonios. Que loco ¿no? La fiesta se hacía sobre un barco, no solo había demonios allí, también hay humanos lo cual nos complica un poco las cosas y debemos ser cuidadosos. Estamos vestidos elegantes, pero con ropa cómoda para que podamos luchar sin dificultad, hacía meses que no me ponía un vestido tan corto, de hecho creo que nunca lo hice. Tenemos nuestras armas bien escondidas, dagas, estacas de cobre y unas linternas que lucen como tal pero su luz es tan fuerte que cega a los humanos, de esta manera los humanos que estén allí no podrán ver como matamos a los demonios. Se preguntaran que pasa con nosotros, yo me pregunté lo mismo, tenemos lentes de contacto especiales para soportar la luz de estas linternas. Lo sé, hasta yo me encuentro sorprendida con tanta tecnología que hay hoy en día. Y también usamos guantes negros para no dejar huellas, ya que si los policías nos encuentran no nos creerán que estamos matando demonios, nos ahorramos un par de problemas de esta manera. Me impacta lo muy bien pensado que esta todo.

-Bienvenidos a la fiesta GDS. –Nos dice el hombre que está en la entrada del barco. Todos les damos las gracias y subimos a este.

Podía sentir como el agua provocaba que el barco se balanceara un poco, me estaba dando algo de nauseas, pero enseguida se me paso, era cuestión de acostumbrarme al pequeño movimiento.

-¿GDS? –Pregunto frunciendo el ceño y miro a nuestro alrededor.

-Grandes Demonios Sexys. Si, tienen un ego muy elevado estas mierdas. –Me responde Ian y no puedo evitar reír por la frase escondida detrás de aquellas iniciales.

Debo aceptar que el lugar se ve genial, me dan ganas de quedarme a disfrutar y mandar al demonio a los demonios, ok, eso no fue gracioso. La música esta buena y a todos parece gustarle porque no dejan de mover su cuerpo de un lado a otro, la luz es tenue, hay una barra con una chica muy bonita atendiendo, espero que no sea un demonio porque acabo de decir que es bonita. Aunque supongo que todos son atractivos ya que tienen la habilidad de verse porque ellos desean, no me da envidia, la verdad que yo estoy muy bien, de hecho me considero muy atractiva, y no es ego, solo acepto lo que soy, obviamente no a todos puedo gustarles, pero yo me gusto y eso me basta.

-No beban nada, solo estén atento, en cuanto el barco comience a navegar y estemos lo suficientemente alejados de la orilla atacamos. No olviden encender todos sus linternas y espero que todos tengan sus lentes de contacto. –Susurra Edric para que solo nosotros podamos escucharlos.

-Sí, señor. –Decimos todos y nos ganamos una mirada de muerte de nuestro mandón entrenador.

Y ahí estábamos, en un barco repleto de demonios que querían matar a cada humano presente. Tanit y Eros chalaban entre ellos, pero yo estaba muy ocupada en cada movimiento de cada persona, me daba intriga saber quiénes eran humanos y quienes eran demonios. Pero ya me habían dicho que eso sería imposible, ya que son demasiado buenos actuando como humanos, lo hacen la mayoría del tiempo, por eso la luz de las internas serian de gran ayuda, solo cegaría a los humanos, pero a los demonios no.

Media hora después el barco comenzó a moverse, nosotros seguíamos a un lado sin alejarnos y fingiendo que estábamos en una charla muy entretenida. Eros nos da la señal de que ya estemos preparados por si acaso, nos acomodamos nuestros guantes y nos aseguramos de todos todas nuestras armas a mano. Nos comenzamos a acercar a la multitud donde todos bailaban y sostenían sus bebidas, cada uno se separó pero no tanto como para perdernos de vista. Observamos que tan lejos de la orilla y minutos más tarde Edric nos hace una seña la cual indica que debemos encender las linternas. Dejamos esta colgadas en nuestra cintura, mis ojos se cerraron un poco al ver la fuerte luz, pero enseguida se acostumbraron y pude ver bien. Había muchos humanos tapando sus rostros y se dejaron caer al suelo. Los demonios sacaron sus garras y nos rodearon mientras hacían ese ruido tan particular de ellos. Me daba asco verlos, porque cuando estaban a punto de atacar se deshacían de esa imagen de humano y se mostraban tal cual son.

Fragile Demon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora