CAPITULO 3.
El sábado había llegado y todos parecían ansiosos por la fiesta de esta noche que sería dentro de unas horas. Tanit y Eros decían que todos se alegraban ya que todos los días de la semana se esforzaban mucho y este era el único momento que les quedaba para disfrutar al máximo de su juventud y descansar un poco sin preocupaciones. Estos días debo decir que si fueron agotadores para mí, nunca en mi vida me habían entrenado, por lo tanto, todo esto era muy nuevo para mí, pero aun así estaba contenta y no bajaría los brazos hasta estar lista. Edric ayer me halago diciendo que aprendo muy rápido y que ese es un punto a mi favor ya que dentro de poco estaría lista para salir a luchar y matar demonios. Cuando lo dijo me sentí orgullosa de mi misma, pero también me dio un poco de miedo. Jamás había luchado contra un demonio, solo mate ese demonio hace unos días, pero estaba débil ante mí y llena de cadenas, sabía que no podía hacerme daño. Tengo que dejar de pensar en cosas negativas, Edric ya me había advertido de eso y estoy poniendo todo de mí para lograrlo, no dejaría que un maldito demonio me derrumbara.
Un sonido que me pone alerta me saca de mis pensamientos, me pongo de pie de inmediato viendo hacia el techo de nuestro cuarto, desde el medio de este se abre y se desliza un tubo que tenía amarrada una caja de metal. Tanit corre hasta esta y abre la caja y quita lo que hay dentro, tres bolsas negras muy bonitas. El tubo vuelve a subir y el techo se cierra dejándolo perfecto.
-¡Llego nuestra ropa para la fiesta! –Dice con entusiasmo mientras observa las bolsas que tenían una pequeña tarjeta. Ella nos entrega a cada uno nuestras bolsas correspondientes y se sienta en su cama para ver su ropa. Eros hace lo mismo pero sin entusiasmo, ya sabemos cómo son los hombres.
Me siento en mi cama observando la bolsa y la tarjeta que tenía mi nombre. Abro la bolsa para sacar de esta un vestido rosa, se ajustaba en la parte de mis senos y de ahí hacia abajo era suelto, la tela se sentía muy suave y cómoda. El largo era hasta un poco más arriba de mis rodillas, dejo el vestido a un lado y saco unos tacones bastante altos, no usaba tacones, jamás lo hice y no lo haría ahora. Luego saco una pequeña caja con un sobre que también decía mi nombre. Abro la caja y observo el hermoso collar que hay dentro, se veía muy caro. El collar era de oro y muy fino y tenía un pequeño dije de una mano de demonio con sus garras sosteniendo una pequeña espada color rosa. Arqueo ambas cejas al ver aquel obsequio y cierro la caja.
-Chicas, es mejor que comiencen a ponerse más bellas, no me gusta llegar tarde a las fiestas. Murmura Eros mientras se deja caer en la cama, a los pies de estas estaba su bolsa abierta y la ropa fuera de ella pero no lograba ver que le habían dado.
-Lo sé, ya comenzaremos a alistarnos. No queremos que te pongas de mal humor, esta noche es para pasarla bien. –Le responde Tanit con una sonrisa. Ella voltea a verme y mira las cosas sobre mi cama.
-Me ha tocado rosa... -Arrugo mi nariz ya que era un color que no usaba, literalmente toda mi ropa es negra, siempre me vi bien con ese color o al menos eso pienso yo.
-Vaya... ¿Te ha llegado un obsequio? –Ella se acerca a mi cama y toma la caja con el collar, la abre y observa.-Bonito y espeluznante.
Me encojo de hombros y tomo el sobre, saco la tarjeta de adentro para leerla.
"Algo que te representa a la perfección. –C "
Frunzo el ceño al leer la nota y la arrugo para luego tirarla en el cesto de basura.
-¿Quién es C? –Le pregunto a mis compañeros mientras me siento en la cama.
-C es el dueño del instituto. Quien se esconde detrás de los altavoces. –Responde Eros acomodando la almohada detrás de su cabeza.
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Fragile Demon.
FantasyFRAGILE DEMON Paige Armistead luego de ver como un extraño ser mata a su hermano, decide que quiere dejar de ser la niña frágil de mamá y papá. Estos sin estar de acuerdo se reúsan a cumplir los deseos de su hija, pero eso a ella mucho no le impor...