Fragile Demon.

Capitulo 15.

CAPITULO 15.

Creo que nunca antes había tenido un sentimiento como este, se supone que debería sentirme culpable con lo que acabo de hacer, pero no es así. Siento como si fuera un momento más, como si no fuera la primera vez que cometo un delito como este. Me arrodillo frente a Ian, sus ojos continúan abiertos y acaricio su mejilla.

-Lo siento... –Susurro dejando un pequeño beso en sus labios llenos de sangre

Me aparto para verlo y cierro sus ojos dejando de ver sus ojos color cielo. El césped estaba empapado en sangre y la nieve comienza a caer más fuerte. Me pongo de pie y tomo los pies de Ian arrastrando su cuerpo muerto por todo el parque para llevarlo al otro lado, donde se encontraban los árboles y en algún lado podría esconderlo hasta que alguien más lo encuentre, mi problema serían las cámaras, ya que todos podrían ver lo que había pasado y se darían cuenta de quien lo mato. Me detengo unos segundos tomando aire ya que comenzaba a cansarme y con un brazo roto se complicaba.

-Conmigo no llegaste tan lejos...eres toda una profesional en esto, tal vez en otra vida fuiste una asesina. –Dice Nil apareciendo frente a mí. Dejo caer lo pies de Ian y doy un paso hacia atrás reprimiendo un grito.

Mi hermano se veía pálido, faltaban algunas partes de su rostro y podía ver su ropa llena de sangre justo donde el demonio lo apuñalo una y otra vez hasta matarlo.

-Nil, no quería matarlo, lo quería... –Digo con mis ojos llenos de lágrimas y me acerco a él para tocarlo pero este se esfuma y aparece unos centímetros más atrás.

-Querías hacerlo, solo que no puedes controlarlo, esas malditas voces, ellas te dijeron que lo hicieras. Así como te dijeron que me mataras a mí. –Responde ahora él acercándose a mí.

-Yo no lo hice... –Niego con la cabeza llevando mis manos a mis oídos.

-Si lo hiciste. Me mataste, y creaste toda esa mierda en tu cabeza para no vivir con la culpa, pero tienes que aceptarlo. ¡Tú me mataste, Paige!

Negué con la cabeza una y otra vez, cerré mis ojos con fuerza y en ese momento solo deseaba no escuchar las palabras que salían de la boca de mi hermano. Recuerdo muy bien ese día, lo vi todo y sé que ese demonio acabo con la vida de Nil. Yo jamás quise hacerle daño.

-No lo hice, no lo hice... –Susurro.

-También mataste a la chica de Edric, no fue un accidente. El incendio también lo has provocado tú... Estas muy mal, Paige. Esto está yendo muy lejos y debes luchar para detenerlo. Me prometiste que no dejarías que llegara a este punto. Dijiste que serias más fuerte y me has decepcionado.

-No... No me digas eso, no lo hice. Lo juro. –Dije con mi voz rota y los ojos llenos de lágrimas.

Los ojos de Nil estaban caídos, podía notar en ellos que realmente estaba triste, que lo había herido y jamás quise eso. Todo se había derrumbado de un momento a otro. Cuando llegue aquí no pensé que las cosas terminarían de esta manera. Yo estaba bien, feliz y había conseguido personas que me quisieran.

-Se lo que estás pensando en este momento. Pero no puedes escapar de lo que eres, tendrás que vivir con ello por el resto de tu vida. No importa cuánto intentes negarlo, siempre regresara para recordarte que sigue allí y volverá con más fuerza, hasta que un día acabe contigo. –Nil por fin se había acercado más y tomo mi mano. La suya estaba tan fría que mi piel se erizo por completo.

-Abrázame... –Le ruego y él niega con la cabeza.

-No puedo. Es hora de la verdad... –Contesta y da un paso hacia atrás dejando ir mi mano.