Capitulo 12.

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CAPITULO 12.

-¡Uno más! –Grite alegre al barman, el cual estaba muy pendiente de nosotros ya que parecíamos ser los únicos en pasarla bien, los demás solo nos observaban.

Tenía ganas de decirles que dejaran de estar escondidos y que se unieran a nosotros, pero cada vez que iba a hacerlo Eros me tomaba tapando mi boca para que no dijera nada, repetidas veces mordí su mano para que ya no hiciera eso, pero vamos, el hombre mata demonios y una mordida mía no le haría nada.

El chico del otro lado de la barra nos deja los tres shots, Tanit le da las gracias y nos pasa uno. Eros nos dice que a la cuenta de tres lo bebemos. Comienza a contar y en cuanto voy a dejar que el líquido se deslice por mi boca, alguien me arrebata el shot. Me doy la vuelta como una niña pequeña cuando le quitan su juguete y me encuentro con un Edric sonriente, eleva el shot y se lo bebé. Relamo mis labios y me doy algo de aire. Eso fue jodidamente sexy.

-Era mío... –Murmuro para luego fruncir los labios. Él no dice nada, solo besa mi mejilla, muy cerca de mis labios y se retira.

Eros y Tanit se miran entre ellos. No dije nada, solo me quede en silencio e hice una mueca cuando sentí algo de mareo. Creo que de alguna manera el idiota de Edric llego para salvarme, si bebía ese shot seguro habría terminado muy mal. Cuando me fije la hora en mi celular la última vez eran dos y media de la mañana. Ya era tarde, pero...es nuestro día de olvidarnos de los demonios. ¡Al demonio los demonios!

Me acerque a la barra y le pedí al chico una botella de agua, la cual me entrega de inmediato, le doy las gracias, destapo esta y bebo una buena cantidad. En cuanto me di la vuelta mis dos amigos se habían marchado. Los busque por todo el salón, pero no, me habían dejado, quizás se fueron al baño. Camine para sentarme en uno de los sofás que rodeaban el salón, pero no estuve mucho tiempo sola, ya que Ian apareció con una de sus sonrisas encantadoras y beso mi mejilla para luego comenzar a hablar de algo que en realidad no estaba entendiendo mucho por la música tan fuerte.

-Ian, no te escucho... –Dije inclinándome hacia él para hablar a su oído.

-Olvídalo, no estaba diciendo nada importante. Te dejo, una chica sexy me espera... –Contesta también en mi oído, besa mi mejilla y se retira.

Me encojo de hombros y lo observo marcharse. Eros y Tanit seguían sin aparecer, así que me quite los tacones, me puse de pie y cruce todo el salón hasta llegar a las puertas y salir de allí. Mis pies sentían un gran alivio, tanto que no pude evitar dejar escapar un gemido de satisfacción por sentir el suelo frío. Camine hacia el baño, primero entre al de mujeres y comencé a decir el nombre de mi amiga, pero no tuve respuestas. Luego entre al de hombres.

-¡Paige es el baño de hombres! –Dice uno de mis compañeros frunciendo el ceño. No era el único aquí.

-Lo siento, rubio. ¿Está Eros? ¡Eros! ¿Estás aquí? –Pregunto elevando la voz y no tuve respuesta tampoco. -¡Me retiro! ¡Sigan haciendo pipi!

Estos dejaron escapar una fuerte risa y yo hice lo mismo mientras salía. Seguí caminando por los pasillos, diciendo sus nombres, pero no estaban por ningún lado, mi última opción fue nuestro cuarto. Camine hacia este mientras sostenía mis tacones y mi botella de agua, cantando alguna canción Selena Gomez. Al llegar al cuarto se escuchaban unos golpes constantes dentro, el miedo se apodero de mi cuerpo y sin dudarlo entre abriendo de golpe la puerta.

-¡Si, oh dios, si! -Gritaba Tanit. Eros la sostenía de las piernas moviendo sus caderas de adelante hacia atrás. Me quede en shock, con mi boca abierta y viendo que Eros tenía un buen culo. Tanit abrió sus ojos y en ese momento di unos pasos hacia atrás.

Fragile Demon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora