CAPITULO 7.
Al escuchar las palabras de Ian trague en seco, por un momento pensé que había escuchado mal, pero no, estaba muy segura de lo que había escuchado. Ian seguía frente a mí con sus ojos fijos a mi boca, mi corazón estaba a punto de explotar y no tenía ni idea de porque me sentía de esta manera, es decir, es solo un beso, no tiene nada de especial.
Doy un paso hacia él, cierro los ojos y de a poco voy acercando mi rostro al suyo hasta que nuestros labios se tocan. Ian de inmediato lleva sus manos a mi cintura sosteniendo esta con fuerza mientras termina de unir nuestros labios, los cuales se entrelazan de manera lenta haciendo el beso agradable y con intensidad. Mi perra interior estaba feliz de que mis labios fueran besados después de tanto tiempo sin haber sido consentidos. Damos unos pasos hacia atrás hasta que siento el barandal frio en mi espalda, de los labios de Ian se escucha un pequeño gruñido lo cual me hace sonreír en medio del beso, tomo su labio inferior con mis dientes y tiro levemente de este de manera coqueta. Podía sentir el calor en mis mejillas y no era por vergüenza, todo lo contrario.
-Bien, será mejor parar porque no sé cómo puede terminar esto... –Dice Ian completamente agitado mientras apoya su frente contra la mía.
Asiento sin poder decir nada aun, abro la boca para tomar aire y jadeo. Abro los ojos y veo la boca de Ian rosada e hinchada.
-Solo quiero aclarar que lo hice por el chocolate. –Bromeo.
Ian larga una carcajada y se hace hacia atrás para verme con una sonrisa mientras asiente.
-Lo sé, no pensé que lo hubieras hecho por otro motivo. –Me guiña y me entrega mi chocolate. Le doy las gracias y rompo el envoltorio de este y corto un trozo de chocolate, lo acerco a su boca y él con gusto lo recibe.
Luego de eso nos sentamos en el suelo frio de la azotea, cada uno en silencio y disfrutando del chocolate. Por un momento me puse a pensar en si había hecho bien mi trabajo en el beso, ya saben, hace mucho no besaba y tenía miedo de olvidarme como se hacía, creo que me siento bastante estúpida pensando en algo como esto. Es decir, tengo cosas más importantes en las cuales pensar y yo aquí pensando en si había besado bien. Sentí la mirada de Ian en mí, así que volteo mi rostro de a poco para encontrarlo mirándome detenidamente.
-Lo hice mal ¿verdad? –Pregunto y me doy un golpe en la frente avergonzada.
-¿De qué hablas? –Pregunta él frunciendo el ceño.
-¡Del beso! –Respondo nerviosa.
-¡Espera! ¿Fue tu primer beso? –Me pregunta abriendo los ojos.
Frunzo el ceño y niego rápidamente con la cabeza.
-¡Claro que no! Es solo que hace mucho tiempo no me besaban. –Me encojo de hombros llevando el último trozo de chocolate a mi boca.
Ian se pone de pie, extiende sus manos hacia mí, las tomo y me impulsa hacia él para que me ponga de pie. Toma mis mejillas, las acaricia con delicadeza mientras me mira a los ojos de una manera tal dulce que se me encoje el corazón.
-Lo hiciste bien, Paige. Así que no sientas pena, de todas formas no es como si yo hubiera besado muchas mujeres. Para ser sincero contigo en mi vida bese a solo cinco mujeres, puede que estés sorprendida, pero soy muy reservado y muy pocas veces una mujer me ha atraído mucho y cinco de esas chicas, dos fueron mis novias.
Escucho con atención a cada una de sus palabras, admito estar sorprendida, Ian es un hombre guapo, no hay que exagerar, pero es guapo y por un momento creí que era algo así como Edric que se acostaba con sus compañeras, ya me entienden.
ESTÁS LEYENDO
Fragile Demon.
FantasyFRAGILE DEMON Paige Armistead luego de ver como un extraño ser mata a su hermano, decide que quiere dejar de ser la niña frágil de mamá y papá. Estos sin estar de acuerdo se reúsan a cumplir los deseos de su hija, pero eso a ella mucho no le impor...