Extracto I: Coronella.

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Las gotas resbalaban por el mármol perfectamente pulido. Los primeros rayos de sol acariciaban la bañera, y el blanco se tornaba cálido. La estancia era diáfana. El portón que conectaba con el balcón se encontraba entreabierto. La brisa se adentraba sutilmente, atravesando las cortinas, y la luz, que seguía su mismo recorrido, bañaba poco a poco todo lo que tocaba.
El marrón del pavimento contrastaba con el pálido de la tina. Las patas de la bañera eran gruesas y bien talladas. Los motivos decorativos abundaban. Estas recordaban a pequeñas columnas corintias, reducidas al absurdo. La parte que se unía con el cuerpo de la bañera contaba con numerosas y diminutas hojas de acanto, entre las que sobresalían unas volutas, acorde con el tamaño del resto del tallado.
El serpentear de la boa acompasaba la elegancia de la composición. Se movía entre las pequeñas columnas, rodeando una de ellas y comenzando su ascenso por el cuerpo de la bañera. A este bailar plácido se unía el fuego de las velas. Cálido. Igual que el albor tornándose mañana. Como el olor del incienso inundando la estancia.

Extractos de una historia incompleta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora