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Pasaron diez minutos, Gael llega a la empresa, Luis aún estaba riéndose por el nombre de la hija de su secretaria, y consuegra.

Gael entra sin permiso y le pega a Luis con la chancla de Lucy.

—¡¿Por qué fue eso?!

—¡NADIE SE SALVA DE LA CHANCLA!—Y con las manos arriba sale corriendo.

—¡Já!—Dice lucy.

—¡¿Cómo le hiciste para que llegara aquí?!

—Le mandé un mensaje, como tu empresa queda cerca de su restaurante me hizo el favor de pegarte por mí.

—¿Pero cómo consiguió tu calzado?

—Tengo uno escondido en el auto, madre no se hace, se nace.

Luis se rió.

(...)

Sophia estaba lavando los platos en la casa de Lucy, porque ella se ofreció a lavar los platos después de habían sido invitados a comer.

Vio por la ventana como Luis jugaba a los hechiceros con Gael.

Lucy se pone a su lado.

—Nuestros maridos están obsesionado con Harry Potter—Dice Lucy.

—Pasarían horas hablando de eso—Dice Sophia, Lucy le ofreció un paño para que se secara las manos.

Barriga, digo, la Belly, equis de.

Entra a la cocina.

—Mamá ¿Puedo llevarme otras galletas?

—Barriga, no puedes comer muchas galletas o te dolerá la Belly.

Sophia y Belly se miraron confundidas y Lucy casi se desmaya de la pena.

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Maratón 4/5.

¡Hola Consuegro! | Libro 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora