Capítulo quince.
Había llegado un poco tarde a casa, pasadas las nueve para ser más exactos. Changbin ya estaba en casa, luego de su escena en la cafetería no tenía interés en continuar con el primo de Jisung a su lado. Al contrario de Félix, que llegaba con una sonrisa amplia y su estómago lleno de comida.
Dejó su abrigo encima del sofá y se tiró sobre él mostrando una reluciente sonrisa todavía en su rostro. Minho apareció sobre sus ojos con un plato de fideos, estrechándocelos.
ㅡ¿Quieres comer? No haz estado aquí en todo el día y olvidaste tu billetera, ya sé que no hablamos mucho pero después de todo eres mi compañeroㅡsonrió amigablemente, por cortesía lo recibió y comenzó a comer.ㅡ¿Sabes qué le pasa a Changbin?
Minho se sentó a su lado, cambiando su semblante a uno más bien preocupado. Mordía su labio inferior del nerviosismo y daba leves patadas al mueble de enfrente.
ㅡ¿A Bin? ¿Qué le pasó?
ㅡDesde que llegó a casa a estado llorando, nadie sabe la razón. Supuse que tú sabrías ya que son más cercanos. Chan está muy preocupadoㅡcuando el pelinegro terminó la oración sintió su corazón estrujarse, tenía ganas de levantarse y abrazar a Seo como si no hubiera un mañana.
Si bien tenían una relación amor odio bastante tóxica, sí le interesaban los sentimientos del otro.
Félix siguió comiendo los más rápido posible y dejó el recipiente y sus palillos en la mesa pequeña del frente, limpiando la comisura de sus labios mientras se levantaba de su puesto. Minho agarró su muñeca.
ㅡEstaré por acá si me necesitasㅡsonrió amigablemente, Félix asintió.
Sentía su estómago revolverse con toda la comida que había digerido en el día, toda su felicidad que estaba en el cielo había decaído al enterarse del estado de Changbin. A pesar de todas sus peleas y diferencias lo quería, muy en el fondo del tamaño de un arroz pero lo quería.
No tocó la puerta y simplemente se hizo paso dentro, estaba todo oscuro y la ventana estaba totalmente abierta sin importar que entrara aquél frío de invierno. Notó que Changbin tenía su espalda al descubierto hacia la ventana por lo que la juntó y de pasó tapó la espalda de su compañero mientras se sentaba a su lado, acariciando su brazo.
ㅡ¿Qué pasa, Binnie?
La voz de Félix era temblorosa, tenía muchos pensamientos dentro de su cabeza y la preocupación inundaba su ser. No sabía que podría estar de mal con él si horas atrás lo había visto felíz de la vida burlándose de él. Hizo un puchero inconcientemente al no ver respuesta.
ㅡYa sé que no quieres saber nada de mí pero me preocupas...ㅡla voz del rubio era suave, y hasta incluso un poco más aguda de lo normal.
Se quedaron en silencio unos segundos hasta que escuchó al mayor llorar, notando que había soportado ese nudo en su garganta por bastantes minutos. Lo primero que hizo Félix fue acurrucarse a sus espaldas y rodearlo con sus brazos, brindándole inmediatamente calor y cariño. Fue entonces cuando Changbin comenzó a sollozar.
Se sentía mal, no sabía qué le pasaba y no sabía cómo ayudarlo. ¿Qué si era su culpa? Pero... ¿qué hizo de mal?
Frotaba su espalda de a ratos y luego volvió a abrazarlo cuando notó que no dejaba de llorar y temblar. Sentía su corazón apretarse, como si le estuvieran clavando miles de cuchillos con sólo escuchar a Changbin así.
ㅡBinnie...ㅡintentó otra vez hablar con él, pero no hubo respuesta una vez más.
Fue largo el transcurso hasta que Seo se había calmado.
ㅡ¿P-Por qué aceptaste ir?ㅡdijo, limpiando sus lágrimas con un extremo de su sábana.
ㅡTenía qué. Necesitábamos arreglar nuestros asuntosㅡdeslizó su mano hasta la cintura de Changbin, apoyándose un poco en ella para poder levantar su cuerpo y mirar mejor al mayor.
ㅡCreí... creí que me querías de alguna formaㅡsu voz se había quebrado otra vez, y Félix sintió sus ojos arder.
ㅡTe vi con otro tipoㅡcontraatacó.
ㅡSólo quería sacarte celosㅡtosió, se estaba ahogando con su propia saliva y lágrimas. Tragó.ㅡVeo que no funciona contigo.
Entonces fue cuando recordó que había besado a Jungsu en las narices de Changbin, como si lo que hubiera pasado antes nunca hubiera existido.
ㅡFui yo quien te consoló cuando ése idiota te partió el corazónㅡapretó sus dientes y aguantando sus lágrimas se giró para enfrentar a Félix.ㅡYo me quedé contigo, hice lo que nunca hice con nadie para demostrarte que no era el único chico en el mundo, que no valía la pena. Hice hasta lo imposible para hacer a Lee Félix reír y sentirse protegido, porque vamos... no fue fácil.
ㅡTe lo agradezco Changbin, en serio. Pero no somos nada, no veo el caso del por qué te enfades conmigo. Tú tienes a ése tipo y yo tengo a Jungsu, las cosas deben ser asíㅡfrunció el ceño.
ㅡCómo puedes decir éso después de todo lo que hemos vivido. ¿En serio lo dices?
Félix tenía una mezcla de emociones, ver a Changbin así de mal le dolía y le daban ganas de abrazarlo toda la noche y mimarlo para volver a ver su característica sonrisa, pero después de todo éso no volvería a ser igual.
ㅡEn serio no puedo creerloㅡel pelinegro suspiró, reteniendo su nudo en la garganta que nuevamente comenzaba a hacerse presente.ㅡSólo déjame.
ㅡChangbin no...ㅡtomó la gran mano del mayor y la acercó a su pecho.ㅡPerdóname.
En las orillas de sus ojos comenzaban a acumularse lágrimas, estaba haciendo todo mal una vez más y Changbin no volvería a perdonarlo.
ㅡEres un imbécil.
ㅡLo siento tantoㅡse acercó a sus labios, uniéndolos con los suyos en un cálido y suave beso. Se sentía como si fuera primera vez que los probaba, siendo ambos tan torpes y cuidadosos.
Sin embargo, Changbin se alejó y dio media vuelta, enfrentado la pared una vez más. Su pecho lo hería.
ㅡBinㅡla voz del menor se quebró ante tal acto, recorrió con su mano izquierda la espalda de Changbin, pero él se alejó bruscamente.
ㅡBuenas noches, Félixㅡsu timbre de voz era duro.
Se levantó con melacolía, sin quitar sus ojos de la silueta de Changbin que iluminaba la luna levemente.
Se quitó la ropa para irse a dormir en la cama de al lado, y se acostó dedicando una última mirada al mayor.
Las horas pasaban, Félix todavía no lograba dormir.
Cómo podría dormir si podía escuchar los sollozos de Changbin todavía.
