Capítulo dieciséis.
ㅡ¡A despertar, perezosos! Es un precioso día, los pajaritos cantan y yo desperté con el mejor ánimo del mundo. Cocinaré el desayuno para todosㅡChan entró a la habitación abriendo las cortinas para dejar entrar la luz mañanera y natural del sol.
Ambos chicos se removieron en sus respectivas camas, Félix estiró su cuerpo y luego de éso volvió a quedarse estático en su cama mirando a Chan con una expresión neutra pero aún así desanimado. Changbin ni siquiera se había dado vuelta, y para el peliblanco la situación fue extraña.
El mayor de todos se acercó hacia el pelinegro para zamarrearlo un poco para ver si en realidad se encontraba durmiendo todavía ya sea por escribir letras o algo por el estilo. Si supiera que en realidad él pasó la noche llorando.
Pudo ver sus ojos hinchados como signo de su lloriqueo sin fín, y se sentó a su lado con una expresión preocupada. ¿Algo había hecho al chico oscuro llorar?
ㅡ¿Qué pasó, Changbinnie?ㅡacarició su brazo, sin quitar sus ojos del menor.
ㅡNo importaㅡse pasó la mano por su rostro para limpiar un poco las lágrimas que habían salido minutos previos. Se levantó de la cama evitando la mirada de Lee.
Cuando salió de la habitación, Chan miró a Félix exigiendo una respuesta del porqué su amigo estaba así de mal. Pero Félix no sabía qué decir, no sabía que pensaba Chan acerca de las relaciones hombre por hombre, no sabía si lo echaría del grupo si de algo así se enteraba.
Nadie podía saberlo.
ㅡ¿Sabes qué hay de mal con él?ㅡpero Félix se encogió de hombros.
Chan salió de la habitación un poco confundido, y seguido de él iba Félix viéndose demacrado pero no tanto como Changbin lucía.
Se sentía mal por hacer al chico de corazón dulce llorar, porque sabía en el fondo de su alma que sí necesitaba de Changbin para sentirse completo pero no estaba bien. Esto era lo que siempre quiso evitar, que todo acabara en una discusión sin remedio.
El ambiente era callado, normalmente podía escuchar a Jeongin reírse por las cosquillas que le hacía Hyunjin para levantarlo. Caminaba por el pasillo con la cabeza gacha hasta que tomaron su mano y lo adentraron a una habitación sin su consentimiento. Observó a Jisung dentro mirándole, con una sudadera de Minho, la misma que ayer estaba usando el susodicho. Pero Minho también estaba dentro, quien lo había agarrado, tenía una expresión calmada.
ㅡ¿Qué pasa?ㅡpreguntó con un tono más bien frío y bajo. No estaba acostumbrado a que lo raptaran a otra habitación.
ㅡSabemos lo que pasa entre ustedes dos, entre tú y ChangbinㅡJisung habló, indicándole que se sentara frente a ellos.ㅡNo somos sordos ni ciegos, además de que son bastante evidentes.
Estaba frito.
Era lo único que no quería que pasara, no quería que nadie supiera por lo que tuvieron que pasar. Félix tenía claro la mente cerrada de Corea del Sur, y nada le aseguraba que sus amigos fueran diferentes.
ㅡNo te preocupes por el qué dirán los demás chicos, somos todos amigos y existe confianza acáㅡMinho pacíficamente habló, con una sonrisa ladeada. Félix soltó un suspiro de alivio.ㅡSólo no lo hagan público... así lo hacemos nosotros.
Los ojos del rubio se abrieron como platos, y llevó una mano a su boca cuando vio a los dos chicos con las manos entrelazadas. ¿En qué momento se había perdido de tanto? Detestaba no prestar atención a su alrededor y perderse de todo lo que hacían sus amigos.
Minho y Jisung rieron por la reacción del menor quien seguía sin asimilarlo. Pero era obvio que algún día tarde o temprano uno caería por el otro, desde que Minho llegó a casa y agarró el brazo del mofletudo diciéndole cumplidos porque sus ojos eran preciosos.
ㅡSabes, Changbin ha sufrido mucho. Más de lo que tú crees, y te lo digo porque llevo siendo su amigo desde que llegué de Malasiaㅡsuspiró, tomando aire para comenzar a explicarle.ㅡÉl también estuvo enamorado, así como tú lo estás de ese tal Jungsu... puedo asegurarte que Changbin es el chico más dulce del planeta si le gustas, porque abre su corazón solamente para ti. Por éso salió tan herido, ése imbécil lo golpeó y en su propia cara besó a su nuevo amorío.
ㅡTen en cuenta que Changbin no es de andar de flor en flor, él escoge sólo una. Él te escogió a ti. Y tú lo estás destrozando por dentroㅡcon frialdad, Minho se unió a la conversación.
ㅡEl chico con el que lo viste es mi primo. Se lo presenté hace mucho tiempo, justo después de terminar con Jooheon pero él no le quiso dar una chance a estar con él porque en su mente sólo estaba su ex novio. Es lo mismo que estás haciendo tú, te estás cerrando a la oportunidad de conseguir a alguien mejor por tu costumbre a tener a Jungsu cerca. Digo costumbre porque estoy segura de que lo que sientes por él no es del todo amor.
El moreno era tan serio que haría los sentimientos de Félix, pero quizás sí necesitaba de ésos consejo para comenzar a cambiar de mentalidad. Aunque no era fácil.
ㅡYo realmente no sé qué decir...
ㅡSe está enamorando de ti, cayendo lentamente. No quiere salir herido, pero tú y tus cambios de personalidad lo están matandoㅡMinho se levantó, sintiéndose triste por lo que uno de sus amigos estaba pasando.
ㅡNo sé qué hacerㅡlas lágrimas saladas se acumulaban nuevamente, Félix tenía rabia consigo mismo.
Detestaba su personalidad de mierda, porque estaba rompiéndole el corazón a quién le abrió el suyo y con mucho amor le brindó cariño cuando no lo tenía.
ㅡSólo deja de ser tan rudo, por más frío que Changbin se vea por dentro es un pedacito de cristal que en el mínimo toque se quiebra. Es un algodón de azúcar, tan dulce cuando la situación y la persona lo ameritaㅡJisung sonrió, sentándose al lado del menor pasando un brazo por sus hombros.
Félix recordó la vez que llegó mojado a casa y con el corazón hecho trizas, cuando Changbin sin remordimientos fue a abrazarlo notando que era lo que necesitaba en ese momento. Cuando hizo una noche de películas arrendadas sólo para que se distrajera y dejara de llorar. Él estaba mal en todo.
ㅡEstamos bien como vamosㅡaseguró.
ㅡLos escuchamos discutir anoche, las paredes son un papel... no van para nada bien, amigoㅡMinho apretó la mejilla de Félix levemente.
Entonces escuchó a Jeongin fuera de la habitación:ㅡ¿Te encuentras bien, hyung?
El tono del maknae era más bien uno de preocupación, el de frenos hablaba con Changbin, lo podía deducir. Todos en la casa andaban normalmente con una sonrisa en sus labios, todos excepto Changbin.
ㅡSólo necesito una aspirina, mi cabeza me está matandoㅡescuchó que sorbeteaba su nariz y Félix agachó su cabeza. Él no merecía sufrir como lo estaba haciendo.
ㅡ¿Te das cuenta? Nosotros podemos ayudarlosㅡJisung sonrió amistosamente, totalmente felíz y dispuesto se ayudar a sus amigos ser felices también.
ㅡNo necesito ayuda en nadaㅡel rubio se levantó, sin prestar atención a las réplicas de sus amigos.
Abrió la perilla de la puerta para encontrarse con la primera imagen, Changbin en la mesa de la cocina tapando sus ojos para que no lo vieran llorar abrazado de Hyunjin, quien lo consolaba.
Su corazón se apretujó.