Capítulo catorce.
El rubio dormía placidamente sobre el cómodo colchón de su cama, cuando su teléfono comenzó a vibrar indicando varios mensajes entrantes en su buzón.
Félix era del tipo de personas que despertaba hasta con el sonido de un mosquito así que mientras emitía ruidos extraños en forma de queja, dejó caer perezosamente su mano izquierda sobre su móvil.
Abrió sus ojos cuando notó que se trataba de Jungsu y rápidamente desbloqueó la pantalla, mordiendo su labio de la felicidad que abundaba su ser. Era tal cuál una chica adolescente en su etapa de amoríos.
"Hey, estuve pensándolo mucho y realmente
no podía seguir aguantando el no hablarte.
¿Podemos vernos?"ㅡ¡Tienes que estar bromeando...!ㅡsoltó una carcajada felízmente, sin importarle que hayan sido las ocho de la mañana. De todas formas Changbin ya estaba despierto en la cama del lado chequeando su celular.
"Suena bien."
No podía verse desesperado, estaba en contra de sus principios. Sin embargo, se sentó intentando calmar su corazón que saltaba. Puso dos dedos en su cuello chequeando su pulso y nuevamente mordió sus labios con alegría, posterior a éso, observando a Changbin y una mueca de desagrado encima de su rostro serio.
"¿En el café de siempre? El que queda
cerca de tu apartamento.
Te veo en cuarenta minutos, Lix:-)"Lo estaba consiguiendo, Dios.
"No hay problema, nos vemos allí."
Se levantó como un resorte a arreglar su ropa, buscando entre sus tantas camisetas para finalmente escoger una blanca normal. Se comenzó a desesperar cuando no encontró su suéter beige entre los blancos y los cafés.
ㅡ¿Bin, viste mi suéter beige de casualidad? No está en mi armarioㅡpreguntó mientras seguía desordenando su guardarropa, luego arreglaría ése asunto.
No recibió respuesta de parte del contrario, por lo que se giró con el ceño fruncido en sorpresa. Así que el jueguito de Changbin iba en serio.
ㅡ¿Qué demonios ocurre contigo? ¿Puedes hacer una excepción al menos? No puedo salir tardeㅡrogó, pero nuevamente fue ignorado.
Soltó un suspiro pesado y tomó un suéter al azar, la mezcla de colores después de todo iba a resultar bien si usaba zapatillas blancas.
Seo se levantó de la cama para ir a la habitación del lado, no podía soportar a un Félix loco por burcar prendas y dejando la habitación hecha un desastre. Abandonó el cuarto con la espalda recta y su celular en mano, pero atento a todo lo que hacía Félix disimuladamente.
Iba girando la perilla de la otra puerta cuando sintió la puerta del baño cerrarse, indicándole así mismo que el menor había dejado su dormitorio. La intriga hacía bastante rato le venía carcomiendo así que sin pensarlo dos veces se lanzó hacia el celular de Lix, quién tenía una conversación abierta con aquél tal Jungsu.
Mentiría si dijera que no le había molestado esa repentina conversación, y con ello pensó en textearle que no podía asistir a su mini reunión, pero luego notó que no sería la mejor opción.
Pero para Seo Changbin siempre había un plan b.
Seo Changbin sabía jugar sucio.
Félix vio a Jungsu sentado en una mesa para dos revisando su teléfono mientras bebía un pequeño sorbo de su café. Automáticamente apareció una sonrisa amplia en el rostro del pecoso y suspiró, secó sus manos sudorosas en su pantalón y chequeó su pulso poniendo dos dedos en su cuello.
Se iba acercando lentamente cuando vio a Changbin con un chico sentado unas mesas más lejos, compartiendo agradablemente un sólo batido de frambuesa con dos bombillas dentro.
Su estómago se revolvió por completo, se sintió nervioso y enojado.
¿Traicionado?
Se sentía un poco bien porque estaba a las espaldas de Jungsu, lo que le aliviaba un poco más. En cuanto este último supiera que Changbin estaba metido ahí, entonces las cosas realmente acabarían entre ambos. Decidió no mirar, aunque los celos que no quería admitir se asomaban de todas formas y podía sentir la mirada disimulada del mayor sobre él.
Quiso sorprender a Jungsu por lo que pasó por detrás de él sin capturar su atención cuando pasó a su lado y puso sus manos cubriendo sus ojos.
ㅡ¿Quién es?ㅡintentó fingir otra voz, mostrando su preciosa hilera de dientes.
ㅡBoboㅡquitó sus manos y giró su rostro para besar tímidamente su mejilla, haciendo que Félix se sonrojara al instante.ㅡDisculpa.
ㅡEstá bien, te extrañaba de todas formas... ¿Hablaremos de lo nuestro?ㅡpreguntó en voz baja, sentándose en el puesto del frente sin quitar sus ojos de los del contrario.
ㅡSí, en este último tiempo me he puesto a pensar en nuestra relación. Luego de ése día me quedé preocupado porque se había largado a llover seguido de truenos y recordé que temes de los truenos... me lamentaba no estar ahí para abrazarte y tranquilizanteㅡsuspiró mirando sus dedos, Félix divisó el anillo de pareja que usaba anteriormente con Jungsu en su dedo índice. Se sintió nostálgico de repente.
ㅡMe hubiera gustado haber estado contigoㅡmurmuró. Entonces levantó la mirada y sus ojos se desviaron hacia los de Changbin, quien jugaba con un chico muy cercanamente y compartían un batido.
Pero no era su problema. ¿No es así?
ㅡLo que quería decir, era que extrañaba verte. Observar tus pecas mientras estabas entre mis brazos en mi cama, acariciar tu cintura provocándote cosquillas, escuchar a los Backstreet Boys con tu madre cuándo llegaba de Australia a visitarteㅡrió en voz baja, tomando los dedos de Félix para atraer su atención otra vez.ㅡ¿A caso tú no?
No había escuchado todo lo que había dicho, Seo y su compañía lo distraía. Su sangre hirvió cuando lo vio besar al chico a su lado tan apasionadamente para luego mirar a Lix con una sonrisa de burla.
ㅡ¿A quién miras?ㅡJungsu quiso voltear, pero Félix lo detuvo.
ㅡYo también te extrañéㅡlo besó luego de tanto tiempo, evitando que alcanzara a reconocer a Changbin.