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Narra Alba
Hoy le entregaría el cuadro a Nat, entre el trabajo, la uni y querer pasar tiempo con ella, no había tenido nada de tiempo para terminarlo, pero luego de darme el tiempo de ponerme a trabajar en ello, conseguí hacerlo.
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Estaba bastante contenta con el resultado final. Decidí pintar a Nat de frente y con luces rodeándole ¿Por qué? Por la simple razón de que desde que la conocí todo a sido luz en mi vida, y también porque lo empecé a pintar hace un mes y me recordaba mucho a nuestra primera cita, ya que estuvo rodeada de mil luces.
Había decidido dárselo esta noche cuando viniera a casa a pasar nuestras "Noche de películas". Noches que terminaban mayoritariamente conmigo completamente dormida junto a ella en el sofá. Pero hoy habría una excepción debido al cuadro.
Yo no paraba de mirar si le faltaba algo al a este, y es que quería que esté perfecto para ella.
— Alba, por mas que lo mires no vas a encontrar fallos, que está perfecto ya coño — María se quejaba sutilmente por quinta vez en la tarde mientras observaba su móvil y a mi a la vez.
— Ya, es que quiero que esté perfecto — respondí mientras me resignaba y volvía a taparlo con la tela que inicialmente le cubría.
— Mejor siéntate y cuéntame como llevais lo de la lapa esa — ironisó con desdén mientras bloqueaba el móvil y se acomodaba mejor para verme.
— Se llama Julia, no lapa — le repetí como lo llevaba haciendo desde que se enteró de mi amistad con Julia.
Mi gata subió al sofá para posicionarse encima de mis piernas mientras ronroneaba gustosa de las caricias que le propinaba, generando una sonrisa en mi.
— Que es lo mismo — bufó con evidente molestia en su tono de voz — ¿Cuándo planeas decirle "Dejame tranquila coñeee"? Porque si no lo haces tu, ya sabes que puedes contar conmigo y qu-
— Mari — regañé a mi amiga mientras esta levantaba las manos en señal de derrota — Solo es mi amiga, aparte es muy buena persona, deberías darte el tiempo de conocerle — dije mientras elevaba los hombros restándole importancia al asunto que ya me tenía algo cansada.
