Las Notas Del Corazón

Capitulo 12

(Capítulo largo porque la situacion lo amerita 7u7)

Nos habíamos levantado muy temprano, en el restaurante nos habían apartado una mesa larga para poder desayunar todos juntos, aún así tuvimos que juntar una mesa más y unas cuantas sillas, había escuchado que el desayuno de los hoteles por lo general no era muy bueno, pero éste no era el caso, todo cuanto yo había probado había resultado una delicia, incluido un pastel de chocolate que había tomado como postre sin que nadie lo notara.

Después del desayuno contamos con una hora para arreglarnos e irnos al lugar del concurso, teníamos que estar allá mucho antes de que el evento iniciara pues era necesario afinar detalles de audio, iluminación y espacio, no era lo mismo el auditorio de la escuela que el lugar donde nos iban a hacer cantar, aún no nos decían si era es un espacio cerrado o era al aire libre, lo que sí sé es que era mucho más grande de lo que alguna vez había pisado en mi vida.
Rápidamente subí a mi habitación, me di una relajante ducha, me puse ropa adecuada en color negro y bajé al lobby donde me encontré con Anthony y Amy, nos quedamos platicando un rato, entre Anthony y yo tranquilizábamos a Amy, que parecía que en cualquier momento se desmayaría ahí mismo, mientras internamente nos tranquilizábamos también.

Cuando el tiempo establecido estaba llegando a su fin comenzaron a aparecer el resto de los compañeros, incluida Amber, que hasta el momento se había mantenido alejada de nosotros, cosa que agradezco pues no soporto tenerla cerca.

Al cabo de unos minutos el director nos dió luz verde para poder subir al autobús, a cada paso que mis pies daban en los escalones mis nervios se disparaban un poco más, esto tenía que salir bien.

El camino fue relativamente silencioso, todos practicabamos las canciones desde nuestro asiento, algunos hacían ejercicios de respiración para calmar sus ansias, otro se quedaron dormidos, yo agitaba mis dedos en mis piernas mientras tarareaba las canciones, Anthony me detuvo y sonriendo me dijo que todo saldría bien.

Llegamos al lugar del concurso, era una especie de jardín maravilloso, cantaríamos al aire libre entonces.

Pasamos horas ensayando, revisando iluminación, micrófonos, todo lo que fuera necesario, en el transcurso del día nos topamos con algunos chicos de los otros coros, algunos de ellos nos saludaron muy amigablemente, algunos otros... no tanto.

La noche cayó y con ella dio inicio el concurso, éramos el último coro en pasar... vaya si eso era presión.

Era demasiada competencia, había coros muy buenos, cuando nosotros pasamos simplemente cerré mis ojos, y dejé que la música me guiara...

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Pues aquí estabamos, esperando los ansiados resultados, llevaban quince minutos hablando y discutiendo, tratando de llegar a una unánime conclusión.

Mi corazón se aceleró cuando noté que los jueces asentían con la cabeza y uno de ellos se acercaba al micrófono, estaba a punto de dar el nombre de los ganadores.

Tomé de la mano a Anthony y cerré mis ojos, cuando los jueces dijeron nuestro nombre los abrí sorprendida, brinque, grité, hice piruetas, todo lo que se me ocurrió para celebrar nuestra victoria, nuestra primer victoria.

Me aferré a Anthony en un abrazo mientras comenzaba a sentir las lágrimas inundar mis ojos.

El profesor Phantom se acercó emocionado hacia el jurado, quién le entregó un trofeo con forma de un coro en color dorado sobre una base de madera negra, el profesor se acercó a nosotros y levantó el trofeo, todo gritamos celebrando.

Después de la premiación el autobús nos recogió para llevarnos de regreso al hotel, nos habían dicho que íbamos a quedarnos en Playa del Carmen unos días más pasado el concurso, lo cual me emocionaba mucho pues quería conocer y disfrutar tanto como pudiera. Decidí comenzar con la piscina del hotel.