Amor... el inconfundible, maravilloso, placentero y doloroso amor. Todos hemos amado alguna vez en la vida, y todos hemos tenido un amor prohibido.
Yo sé que lo has sentido, sé que en algún momento has amado a alguien que ante los ojos de la socieda...
Soñar con él ya se había vuelto costumbre para mí, había llegado a un punto donde había dejado de extrañarme.
Esa noche no había sido la excepción, había tenido un sueño maravilloso, él y yo juntos, sin nadie que nos juzgara, sin ninguna ley que nos prohibiera sentir lo que nuestros corazones pedían a gritos.
Desperté con una sonrisa en el rostro y las mejillas húmedas al igual que la almohada, eran lágrimas de felicidad, al recordar lo que había ocurrido entre el profesor Phantom y yo anoche, aún podía sentir sus suaves labios sobre los míos, mi primer beso... con mi maestro, ¿quién lo hubiera imaginado?, yo, tan renuente a conocer chicos y fui a enamorarme de un profesor 13 años mayor que yo... que resultó sentir lo mismo por mi.
Con toda la energía me puse de pie y comencé a arreglarme, hoy nos iban a llevar a la playa a pasar la mañana y gran parte de la tarde, había comprado un traje de baño bastante coqueto que resaltaba mis curvas y me hacía sentir bastante sexy, era de color negro y estaba abierto a los costados, me puse un vestidito corto floreado y dejé mi cabello suelto.
(Nota: recuerden que la chica que sale en la foto no es Lizzy, sólo es para dar una idea de la ropa que usa)
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Escuché golpes en mi puerta y rápidamente los nervios corrieron por todo mi cuerpo, ¿y si era él?
—Lizzy, nos quieren en el lobby en cinco minutos, empezarán a subirnos al autobús, ¿Estás lista?— Anthony estaba detrás de la puerta, suspiré frustrada, no era como que me molestara ver a mi amigo, simplemente esperaba que fuera el profesor Phantom.
Le grité que bajaba enseguida y escuché sus pasos alejándose de la puerta, metí unas cosas a mi bolsa de mano como bloqueador, lentes de sol y una bolsa de plástico dónde meter mi vestido cuando me cambiara.
Bajé al lobby y a la primera persona que vi fue a Amy, que llevaba ropa normal, le pregunté si debajo llevaba su traje de baño, negó con la cabeza muchas veces observándome como si me hubiera vuelto loca.
—No tengo el cuerpo como para poder presumirlo— fue su respuesta, no estuve de acuerdo, pero cada quien sus ideas.
Antes de que pudiera decir otra cosa Anthony llegó con nosotras, él ni siquiera se había molestado en ponerse ropa encima, llevaba su traje de baño y el torso desnudo, en ese momento me enteré que tenía un tatuaje en el pecho con la frase "Siempre se tú mismo, no hay barreras para el amor", cuanta razón tenía...
A lo lejos ví al profesor Phantom acercarse a nosotros, al verme sonrió ampliamente, tal vez al igual que yo estaba recordando lo que había pasado anoche, mis labios aún sentían su presión, y mis mejillas comenzaron a encenderse.
—¿Listos?— preguntó en general.
Todos asentimos y comenzamos a subir al autobús que se había estado encargando de nuestro transporte en todo el viaje.
