Victoria...

6.9K 303 17
                                    

—¿Ally, ¿Eres tú? —pregunta pero tengo la boca sellada y no puedo responder, así que le cierro la puerta en su cara.

Que madura Allison.

Escucho su respiración agitada al otro lado de la puerta, me recuesto en ella y me dejo deslizar hasta el suelo.

Santísima mierda.

Soy una idiota, maldita seas padre ¿Por qué no usaste condón?, me doy en la cabeza contra la puerta repetidas veces, así tal vez pierda la memoria, pero me llevo un gran golpe cuando Dylan llega y abre la puerta de par en par, golpeándome y tirándome a un lado.

—Hermanita, eres muy rara.

Camina y cierra la puerta a sus espaldas.

—¿Qué haces en el suelo?

Ve al suelo y arruga la frente al ver las palomitas regadas en la alfombra, luego se agacha y empieza a comerlas.

—Se nota que la cabeza la tienes solo para que te salga cabello.

Me ignora y sigue comiendo del suelo.

Repugnante.

— ¡Ayúdame a pararme pedazo de mierda!

Grito con todas mis fuerzas haciendo que dé un brinco.

—Que ánimos.

Murmura y me da la mano.

—¿Dónde estabas?

Le pregunto mientras me limpio la parte trasera de mis shorts.

—Ah cierto, ten- me pasa un papel con un número telefónico, frunzo el ceño sin entender —. Lo mandó Matt Miller el chico del estacio...

—Si, lo recuerdo.

Lo interrumpo.

—Estaba en su casa, es simpático.

Lo miro y levanto una ceja burlonamente

Me sorprendes Dyl.

—No tan simpático como para que te deje salir con él, así que no te emociones —inflo mis mejillas y dejo salir el aire al mismo tiempo que Dylan bosteza —. Bueno, este bombo se va a dormir.

Asiento, se levanta y sube las escaleras, se detiene a mitad de camino y me mira, sonríe como el gato de Alicia

Oh no, problemas.

La última vez que lo hizo por poco me come un perro.

Flashback:

—Vamos, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por fis.

Dice Dyl mientras hace un puchero y saltaba en mi cama.

—No lo sé Dylan, ¿y si me atrapan?

Lo miro con ojos suplicantes para que no me obligue.

—Tú eres la única que cabe, si no, yo lo haría.

Dice y se encoje de hombros.

—¿Y porque no llamas a Victoria? después de todo es tu novia.

Él, incomodo, mira a otro lado.

—N-n-no p-puede venir, eres mi última opción.

Entre cierro los ojos y lo miro. Algo pasa entre esos dos.

—Está bien

Digo derrotada.

— ¡Oh sí!   —grita Dylan a todo pulmón y empieza a besarme la cara —, Te amo, hermanasa.

Me enamore del mismo idiota. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora