The 21ˢᵗ Of July 爱 pjm&myg ៸៸༴

Capítulo 11

La arena se deslizaba por mis dedos y el dulce aroma que el viento traía, relajaba cada sentido de mi cuerpo. Caminabamos por la costa, a orillas del lago, dejando que nuestros pies choquen con el agua. Parecía que no había tiempo, todo estaba tan calmado, tan, tranquilo.

Noté en su expresión que estaba disfrutando de la frescura del aire.

— Ahhh— soltó un suspiro— no recuerdo la última vez que me sentía así— bajó la mirada— seguro fue hace mucho.

— ¿Jimin?

— ¿Mmh?

— ¿Nunca sales de tu casa?

— Muy pocas veces— pensé unos segundos antes de volver hablar.

— Aún no lo entiendo.

— ¿Qué?

— ¿Por qué dejas que manejen así tu vida?— rió por la bajo.

— No tengo idea— algo en su sonrisa me decía que intentaba reprimir algo— a veces pienso que es para complacer a mi padre. O, tal vez...— se detuvó.

No continuó con lo que iba a decir. Yo, a unos pasos delante de él, observaba su rostro. Lo que pensaba que era una sonrisa, en realidad era solo una mueca, un gesto, que mostraba un falso sentimiento de felicidad.

— ¿Tal vez qué?— intenté insistir en que continuará. Pero él solo volvió su mirada hacia mí y siguió caminando.

— Nada, solo paseémos.

— Jimin...

— Tomemos una foto— retiró de su bolsillo una pequeña cámara.

— ¿De dónde la sacaste?

— Siempre traigo conmigo una cámara, nunca se sabe lo que te puedas encontrar— rió.

Primero, tomó una fotografía hacia el lago y la lejana playa que seguía a lo largo de la costa. Luego, volteó y me miró con esos pequeños ojos en forma de medialuna, con su tierno rostro, al que nada le podía negar.

— Bien, pero solo una— me acerqué a él. Levantó la cámara hacia el frente nuestro.

— Tienes que sonreír, Yoongi.

— Toma la foto.

— No hasta que sonrías.

— No lo haré.

— Oh vamos, Yoongi. No es difícil. Hazlo por mí.

Lo hará. No lo hagas.

— No te atrevas.

— No me dejas opción.

— Jimin, no— no hubo caso, él solo dobló su labio, volteó su cabeza, y me observó con ese brillo irresistible en sus ojos.

— Por favor. Una sonrisita.

— No creas que va a funcionar siempre— rió victorioso.