Capítulo 31

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— No vayas a descontrolarte ahí dentro, ¿quieres?— nos encontrabamos a un kilometro de donde se suponía, estaba el objetivo.

El oficial Si terminaba de colocar un chaleco antibalas por debajo de mi camisa.

— No puedo prometerte nada.

— Entonces no lo hagas por mí— terminó de acomodarme y me miró fijo a los ojos, con su altura algo más alta y su autoridad reflejada en toda su postura— Hazlo por Jimin.

Acentí con seguridad, a pesar de tener a mi corazón bombeando más rápido cada segundo.

— Ten— me entregó la bolsa con el dinero— Vé. Y ten cuidado— dí la vuelta, listo para lo que sea que pudiera pasar. Pero alguien se interpuso.

— ¡Espera!— detuvé mi paso en seco. ¿Ahora qué quería?

— ¿Crees que es el mejor momento, Choi?

— Solo— bajó su mirada. Estaba ¿llorando?— traélo por favor.

Jamás lo había visto con ese aspecto. Y aún así, no me creía nada. No era tiempo de discutir, y el oficial lo estaba dejando en claro con su gesto. Me digné a decir un casi innotable "Sí" con la cabeza, para continuar.

Oía cómo a mis espaldas, toda la caballería se metía dentro de las camionetas blindadas, cargando sus armas y haciendo lo que todos: esperar lo mejor.

Caminé el kilometro restante y frente a mí se alzó un depósito de semblante descuidado. No cabía duda de que había llegado al punto correcto. Mientras me acercaba a la puerta, en lo único que podía pensar es en cómo Jimin y yo, una pareja casi de lo más normal, habíamos terminado en esta situación. Y luego, al quitar la gran pared de madera de mi paso, el poco aire que mis pulmones estaban sosteniendo, escapó con rápidez de mis labios, dejándome expectante a lo que sea.

Y de entre las sombras, como si se tratasé de la pelicula de acción más clicheada, el sujeto hizo presencia en el amplio espacio.

— Grandioso al fin conocernos en persona, Min Yoongi— su voz sonaba aún más brusca teniendolo de frente.

— ¿Dónde esta?

— La paciencia es una virtud, señor Min. Todo a su debido tiempo.— se acercó ha mí, ahora con dos hombres cuidando su espalda— el dinero— soltó con vehemencia.

Arrojé la bolsa frente a él, con cada céntimo correspondiente dentro de ella. Los tres sujetos caminaron hacia una mesa, comenzando a contar su contenido.

— Dejálo ir— dije manteniendo la distancia.

— Oh, cierto. Qué tonto de mi parte olvidarme de ese detalle. Traigánlo— chasqueó sus dedos en forma de orden.

Y ahí estaba él, con su rostro completamente herido. Con su cuerpo más débil que un trozo de papel, siendo arrastrado por el piso como si de basura se tratasé. Mi corazón se partió en incontables trozos al ver esa detestable imágen que me perseguiría en mis peores sueños. Quién lo llevaba a rastras, lo terminó de empujar hacia el piso. Mis pies se movieron por si solos cuando corrí hacia él, ignorando lo que sea que estuviera a mi alrededor.

— Jimin— hablé desesperado mientras sostenía su adolorido cuerpo en mis brazos y acariciaba su aún adorable rostro— Te dije que vendría— mis lágrimas no tardaron en aparecer e inundar mis ojos.

— ¿Y-Yoongi?— casi no podía hablar por su endeble estado.

— Sí, sí. Soy yo. No te preocupes. Estás a salvo— quería creer en esas palabras, hasta que el sonido de un arma ya cargada, destruyó esos ideales en cuestión de segundos.

The 21ˢᵗ Of July 爱 pjm&myg ៸៸༴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora