[ Mayo del 2014 ]
Jimin
Tantas cosas han ocurrido los primeros cinco meses de este año. Y jamás creí que llegaría a ver a Yoongi tan feliz como estos días. Comenzamos a enfocarnos en lo que hemos querido desde siempre. Caminos separados pero que a ambos nos complementaban, uniéndonos más en nuestra relación.
Ahora Yoongi abrió su muy anhelada tienda de música. Desde que empezó el año, no ha parado de buscar lugares, decoradores, socios de negocios y todo lo que estuviera a su alcance para comenzar su nuevo trabajo. El día en que finalmente abrió sus puertas, la alegría no se separaba de Yoongi por ningún motivo. Agradecí a todos los dioses por poder estar junto a él en cada momento.
Desde el día que se levantó en plena madrugada porque finalmente se le había ocurrido el nombre de la tienda, desde la vez que me llevó a todos los lugares habidos por haber para elegir pinturas, tapizados, muebles, mercancía, desde el momento en que sus ojos se iluminaban al contarme cómo iba a ser todo entre las paredes de su preciado y nuevo santuario.
Era un nuevo chico. Que tras tantos años de dolor y tristes recuerdos, finalmente estaba cumpliendo su único logro en el mundo de la música. Con el dinero que Yoongi logró recaudar en la tienda, la cual resultó tener más éxito de lo que ambos esperábamos, nos mudamos de departamento. Uno más espacioso.
En una de las cinco habitaciones que este tenía, Yoongi decidió remodelarla y convertirla en su estudio de música personalizado. Él mismo me dijo nuestra primera noche ahí lo orgulloso que estaba de sí mismo. Todo lo que él pudo conseguir gracias a su preciado local y más. Puedo decir que hasta habían días en lo que me costaba reconocerlo, de una buena manera. Podía llegar a tener una sonrisa en su rostro las veinticuatro horas y eso solo me complementába.
Sin embargo, no estaba completamente seguro de que todo estuviera bien. Jungkook y Taehyung habían viajado a Busan. Kook mencionó que era solo una corta visita a su familia para que Tae conociera a sus padres. A la hora de explicarse, Jungkook no parecía tener los ánimos de siempre, dejándome algo extrañado.
Pero eso había sido a principios del año, y desde entonces la única noticia que logré recibir de ellos era un mensaje diciendo que se mudarian por un tiempo indeterminado. Me costó asimilarlo todo. No entendía por qué de repente y así como así, él y Taehyung se habían ido. La noticia llegó al resto del grupo, incluyendo a Yoongi. Todos se lo tomaron con calma las primeras semanas. Pero ningún mensaje ni llamada llegó a mi teléfono. Era como si se se hubiesen separado por completo de nosotros. No quería pensar lo peor y solo me quedé en creer que tenían cosas más importantes que hacer allí.
Hoy, más que cualquier otro día, necesitaba estar concentrado y ser un alma libre de nervios. Había estado preparando mi curriculum durante toda la semana, puesto que también quería colaborar con los gastos, y a pocas cuadras de nuestro edificio, como si se tratase del universo queriendome dar una mano, había encontrado un anuncio que venía de una academia de danzas infantiles, informando la necesidad de un nuevo ayudante. Lo primero que se me vino a la cabeza era yo dando clases de baile a niños menores de doce años, y no pude evitar sonreír. Era ideal. Ganar dinero mientras estoy en el ambiente que más disfruto.
Esa noche cuando llegué a casa con el anuncio en mi mano, Yoongi se alertó por mi repentina entrada al departamento, saltando de la emoción.
—¿Qué? ¿qué ocurre?— sostenía su cepillo de dientes en la boca.
— Mira esto— le entregué el papel y lo miró con los ojos abiertos como platos— ¿No es genial? Es el trabajo perfecto para mí— Lo abracé y este correspondió. No era capaz de controlar mi entusiasmo.
— Eso es asombroso, cariño ¿Pero al menos me dejas terminar de lavarme?
— Oh sí, lo siento— me separé de él y fuí hasta el dormitorio. Yoongi entró y me sujetó de la cintura, dejando un beso en mi mejilla.
— Me alegra que este sea el trabajo que te guste— susurró en mi oído. Me volteé para quedar frente a él.
— Solo espero conseguirlo.
— Claro que lo harás. Serían unos estúpidos si no te eligieran— reí.
— Solo no me haré ilusiones— solté siendo realista de una forma desanimada.
— El que entraras saltando y gritando me dice que ya te has ilusionado— me apené por el simple hecho de que tenía razón— Pero no te preocupes, sé que te amarán. Mañana entrarás saltando porque conseguiste el empleo y yo te estaré esperando con una deliciosa cena.
— Vaya, que dulce de tu parte— dije en un tono romántico mientras unía nuestros labios en un corto beso.
— Lo sé. Soy el mejor— ambos reímos. No había manera de no amar a este chico.
— Jimin, tranquilo. Todo saldrá bien- tenía sus manos en mis hombros, intentando hacer que me relaje.
— No estoy seguro de ir. Tal vez no deberia. Me quedaré aquí. Si. Eso es mejor- intenté volverme al interior del departamento, pero Yoongi lo impidió.
— Vé. Y no es una sugerencia.
— Pero...
— Vé— sabía exactamente que ni siquiera un tierno puchero de los que siempre logran convencerlo sería de mucha ayuda ahora.
— Ok— besó mis labios fruncidos— Hey...
— Suerte, cariño— cerró la puerta dejandome con la boca en la palabra.
— Cretino.
— ¡Oí eso!— reí.
Tomé todo el aire que mis pulmones pudieran contener y caminé escaleras abajo. La academia tenía un punto débil, y es que quedaba demasiado lejos. Intenté usar eso como excusa cuando me levanté esta mañana, pero aún así, no era suficiente.
Solo me quedaba subir al autobus, conectar mis auriculares y convencerme a mí mismo de que era capaz de conseguir un empleo.
Solté un ligero soplido. Un soplido que llevaba consigo nervios, ansiedad y emoción. Me enfoqué únicamente en la música. En las delicadas notas agudas y la deleitante melodía de la guitarra...
La serenidad de una suave entonación de esas palabras mezcladas con los ya florecidos cerezos tras la ventanilla, opacaban las desalentadoras premoniciones, dejando a mi mente en una zona de paz.
Pero no fue hasta que leí sus palabras, que pude desahacerme de cualquier rastro de desconfianza.
Yoongi:
─ Tú puedes. :)
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The 21ˢᵗ Of July 爱 pjm&myg ៸៸༴
Fanfic𝘕𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘴𝘢𝘣𝘳𝘢́𝘴 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘷𝘢𝘭𝘰𝘳, 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘱𝘪𝘦𝘳𝘥𝘢𝘴. Yoongi y Jimin han pasado por mucho desde el momento en que se conocieron y se enamoraron enloquecidamente uno del otro. Aún así, todo lo pudieron sobrellevar junt...