Despiertas en la enfermería, de nuevo. Tu hermano te sonríe, y te preguntas qué clase de anestesia han usado, porque la cabeza te duele demasiado.
-No hemos querido usar ningún tipo de magia- te informa- El corte es superficial, y la fiebre irá bajando poco a poco. En caso de que vuelva a subir, tal vez si deberíamos usar algo de ambrosía, o un himno. Lo siento, me gustaría poder curarte ahora mismo, pero tenemos prohibido utilizar la magia.
-Está bien.-Dices, sientiendo la voz rasposa y la garganta seca.- Eh... ¿Qué hora es?
-Estás a tiempo para la comida, aunque con la fiebre vas a necesitar a alguien que te acompañe. Con gusto me ofrecería, pero hoy va a ser un día complicado...
-No te preocupes- Le sonríes, mientras te pones lentamente en pie. El frío en tu torso te recuerda que no llevas ropa- Eh... ¿Tú tenías una muda, cierto?
El joven muchacho niega suavemente, mientras te muestra unas ropas que han estado a los pies de tu cama por un buen rato.
-La cabaña de Afrodita se ha negado a colaborar- Te explica, mostrándote una camiseta naranja con el logo del campamento, pero bastante más pequeña de lo que debería, y unos pantalones que perfectamente podría usar Polifemo.- No he podido encontrar otra cosa.
-Está bien, enserio, te lo agradezco muchísimo- Le vuelves a sonreír, tomando la ropa. El mundo comienza a darte vueltas.- ¿Puedes... Puedes echarme una mano?
-Ya me encargo yo.
Te sobresaltas, al encontrar a Nico, que acababa de hablar desde la esquina. Reposaba su espalda sobre la pared blanca, con los brazos cruzados y una de sus piernas presionada contra la pared, en esa típica pose que aparece en películas.
El hijo de Apolo asiente, retirándose, y Nico se acerca a ti.
-Date prisa o llegaremos tarde a la comida.
No le respondes, pero te apoyas con suavidad en su hombro para poder ponerte los pantalones. Encuentras la paz al confirmar que al menos puedes ponerte la camiseta solo, y en que Nico, todo un caballero, ni siquiera ha mirado, respetando tu privacidad.
-¿Listo?- Te apremia, girándose por fin- ¿Puedes caminar?
-Bueno...
Nico asiente, agachándose un poco, suficiente como para que hasta tú entiendas que toca otro viaje a sus espaldas hasta donde sea que se supone van a comer.
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-Así que...- Preguntas, algo incómodo. Se supone que deberías estar en la mesa de Apolo, pero Nico te ha dejado en la de Hades y eso, eso llama la atención- ¿Piense en lo que piense, va a aparecer aquí?
-Se supone que solo funciona con bebidas.
-¿Y si es sangre humana?
-¿Por qué ibas a querer beber eso?
-¿Pero matarían a un humano?
-T/N, ¿alguna vez cierras la boca?
-No- Niegas, sonriendo, y buscando confort en el zumo de arándanos que has decidido beber- Bueno, cuando como. Pero te juro que si me como algo ahora mismo, vómito.
-No hace falta que des detalles- Se queja. Sí, el muy insensible sí estaba comiendo, mientras tú morías de hambre, y, como es un señorito, no puede lidiar con cosas como vómito. De verdad, es un maldito princeso. -Aunque tal vez no sea buena idea estar en ayunas por tanto tiempo...
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¡Bienvenido al Campamento Mestizo! (Rayito) (Gay) (yaoi)
FanfictionUna maldición. Una profecía. Nuevos amigos, nueva vida. ¿Estás dispuesto a embarcarte en una nueva aventura, mi queridísimo semidiós? --- Dime, ¿estás cansadx de la Rayis? ¿Eres una fujoshi que busca algo entretenido? ¿Tal vez eres un fan cansado de...