¡Bienvenido al Campamento Mestizo! (Rayito) (Gay) (yaoi)

Noveno capítulo, quinto especial de Halloween

Toda, toda la tarde, viene a ser así: Tú, intentando ser amable y cubriendo los marrones de Nico. Nico, mandando tus esfuerzos a la mierda, con esa malidata sonrisa llena de superioridad. Es un crío, pero se la ha puesto difícil a los participantes. Aunque, claro, eso no detuvo al frupo de Percy y la chica de ojos grises, que parecía saberlo todo.

Ahora estás recogiendo las cosas, excusándote en que mañana anunciarán el premio para el grupo vencedor. Nico está bien y aunque aún estás un poquito enfadado, te agrada ver ese brillo en sus ojos, que a pesar de darle una tenue aura loca, te recuerda que incluso el hijo de Hades tiene sus momentos.

-Di Angelo, es tarde. ¿Te acompaño a tu cabaña?

-No tenfo cinco años- rresonde, con cierta burla- ¿Seguro no eres tú quien necesita ser acompañado?

-Pude ir al búnker nueve de noche, y solo con Miguel. ¿Cómo me va a dar miedo esto? Quería aprovechar nuestro tiempo juntos, eso es todo.

-¿Qué hacías a esas horas allá?..

-¡No lo malinterpretes! Es solo... Bueno, no me sentía cómodo en mi cabaña. Pero hoy todos parecen de buen humor, así que iré.

-Podrías haber venido a mi cabaña- Te reprende, para tu sorpresa, pero sin mirarte a los ojos- Cuando Hazel no está, hay hueco. Te aseguro que estarás mejor que en un búnker.

-Ay, huesitos.- Se queja Leo, que solo los dioses saben de dónde salió- ¿ya me lo quieres robar? Me lo esperaría de otro, pero ¿de ti? Me has decepcionado.

-¿Y Miguel?- Preguntas, pasando todo por alto al no ver a tu amigo- ¿Le ha pasado algo?

-Que va- Responde el hijo de Hefesto, con una de sus tan peculiares sonrisas- Se lo está montando con uno de la cabaña de Hécate, olvídate de él hasta mañana, confía en mí.

Ríes un poquito. ¡Miguel no tiene remedio! NIco te mira fijamente, como si estuviera intentando descifrar algo en tu gesto.

-Bueno, se me hace tarde- Te despides, abrazando brevemente a Nico y luego a Leo- Y tú, "chico malo", deberías ir a tucabaña esta noche, el búnker está demasiado lejos para que llegues a buena hora.

-Alto ahí, señorito- Te detiene Valdez, que parece acabar de descubrir un pequeño detalle- ¿Y tu camiseta? No me digas que... Oh dioses, santo Zeus. No sabía que tú... Oh... OH. Nooooo, ¿de veras? ¡Así que no me equivoqué con Percy!

-Nos caímos en el lago- Le interrumpe Nico- Si nos hubiéramos quedado con la ropa mojada, estaríamos congelados.

-Soy hetero, de verdad- Aclaras, por décima vez. Miguel era mala influencia para Leo- Y de verdad deberíamos irnos. No sé ustedes, pero a mí no me interesa ser devorado por arpías.

-Te acompaño- Dijeron ,a la vez  tus dos queridos amigos- 

Ríes un poco, mientras emprendes la marcha. Te rugen las tripas, ya que entre ensayo y actuación , no  has tenido tiempo par tomar algo. Aún así, estás feliz: Te lo has pasado bien, has hecho sonreír a mucha gente, y, además, has dado un paso en tu relación co Nico.

Escoltado, si así se le puede llamar a ser seguido por dos somnolientos desastres con patas, llegas a la cabaña. Te despides de tus maigos con una sonrisa, y entras en la deslumbrante de Apolo, donde todos duermen... Excepto un extraño rubio que te suena bastante. ¿Sería el de la enfermería?

-¡Eh tú!- Te llama, aunque no le prestas mucha atención, piensas que no te puede estar hablando a ti- El tipo del juego. ¡Vamos, tío! ¡Eh, venga!

-Lo siento- Murmuras, al darte cuenta de que te está hablando a ti (Y a cien por hora, por cierto)- ¿Qué sucede?

-Me llamo Malcom- Se presenta sacuediendo con DEMASIADA energía tu pobre mano.- Mi hermano, mi gemelo, James, fue el que te atendió. ¡No se equivocó al decir que eras precioso!  Dioses, que pena que seas mi hermano. Aunque, claro, te puedo presentar a un par de hijas de Afrodita bastente aceptables... Me intenté acercar a ti esta tarde, pero Di Angelo me dirigió una de sus miradas de esas que... Bueno. Que dan miedo. Además, ya sabes, estaba un poco de bajón, con todo lo que está pasando...