¡Bienvenido al Campamento Mestizo! (Rayito) (Gay) (yaoi)

Decimotercer Capítulo

El primero en despertar fue Aarón. En cuanto te vio frente a la hoguera, medio dormido, se levantó a atenderte, despertando a Marie. Con las quejas de la enana, despertó Nico, más molesto que nunca. Le siguió Miguel, y, tras varios intentos, consiguieron despertar a Leo: Al parecer hacer guardia no le iba bien.

No hubo mucha conversación, o, al menos, no que tú te acuerdes. Estabas adormecido, y aún lo estás, mientras te abres paso por el bosque.

-¿Vas bien? -Te pregunta Miguel, preocupado- Te noto raro.

-Creo que aún tengo algo de fiebre- Respondes- Y demasiadas preguntas... He llegado al punto en el que mi cerebro no procesa nada más...

-Bienvenido a mi día a día- Bromea tu amigo, dándote un suave golpe en el hombro- Por ahora, solo sigamos con esto. No podemos solucionarle, y, si caminamos unos pasos atrás, podemos apreciar el trasero de Aarón. ¿Te diste cuenta de lo bien que le queda el vaquero?

-Miguel, por favor. Estoy intentando no morir de cansancio y tú me vienes con esas. ¿No puedes relajarte un poco?

-Ni en pedo- Niega, riendo.- Pero bueno, así menos tengo que compartir.

Ruedas los ojos. Estúpido y sensual Miguel, siempre con sus tonterías.

-Baboso.

-

Caminas durante horas. Sigues sin tener muy claro por qué Nico se niega a hacer un viaje por las sombras, pero quieres asesinarle ahora mismo por tomar esa decisión. No solo por el cansancio, sino que, ¿no era el bosque peligroso? ¿intenta librarse de ti?

Miguel está callado desde la última charla, sus ojos fijos en lo que esperas sea la nada. Marie, por su lado, clava en ti sus ojos azules con una fuerza abrumadora. Comienzas a sentirte incómodo, pero no quieres molestar al adormilado Leo o al malhumorado Nico. Osea, de Nico esperabas el mal humor mañanero, pero, ¿de Leo? Estás bien jodido.

Tu estómago ruge con la fuerza de una ballena, no sabes si podrás aguantar mucho más sin comer. Tu llegada al campamento ha sido una buena patada a tu salud, no hay duda de que no estás a tu 100%. Sientes un tenue calor en tu frente, los ojos borrosos y la nariz demasiado fría. 

Por si fuera poco, aún no te aclaras con todo esto de tu madre, tu padre y esa maldita profecía... A este punto no sabes ni cuál es tu verdadero nombre.

-¡Ahí está!-Exclama Marie, arrancándote de tus pensamientos- ¡La ciudad!

-Al fin- Suspiras, aliviado, fingiendo una sonrisa y poniendo tus brazos en jarra- Ha sido un infierno...

-Os acerqué tanto como pude al final del bosque- Farfulla Nico- e íbamos a buen ritmo...

-¿No crees que nos vayan a mirar raro?- Cambia el tema Miguel, refiriéndose claramente a vuestra ropa sucia, cabellos revueltos y variadas magulladuras.- parecemos una banda de ladrones, olemos peor que el baño después del miércoles de frijoles...

-Si alguien pregunta, hablad en español- Zanja Marie- Nos haremos pasar por inmigrantes. Podríamos robar a un par de señores estirados para que sea más real.

-Por gente como tú apoyo al señor Dorito y su muro- Ataca Miguel- Virgencita, qué alivio me va a dar no tener que lidiar con tu maldita cara de niña mimada.

-Miguel...- Le regañas- Vamos a decir que estamos de camping, eso es todo.

Miguel asiente, pero ves que sus ojos brillan aún con algo de odio. Aarón intercambia contigo una sonrisa agradecida recordándote a las sonrisas que esbozaba yu yía cuando al pasear su perro se empezaba a pelear con el de la vecina.