Lobos Albinos

Desastre en su máxima expresión

De una vez digo.......que sin mi beta ni mi musa no podría haberlo logrado! Esta historia será......curiosa a más no poder
Así que......disfruten jajajajajajaja!!
PD. Dejen sus comentarios y votos n.n
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Daniel Fenton, un chico muy común, bueno tomando en cuenta que, si por común es ser mitad fantasma, que tus padres sean cazadores de fantasmas y, tener de protector un fantasma que controla el tiempo y de amigo un Yeti fantasma, al igual que un nerd tecnológico y una amiga gótica.
Si muy común, él era diferente de otros, único, o eso creía, sus ojos azul eléctrico y cabellos negros serían atractivos para cualquiera, pero parecía que en su caso era una señal de ordinario, tenía la costumbre de meterse en problemas y, aunque recibía ayuda de un maestro aun así era difícil.
¿Por qué?
Porque era mitad fantasma, lejos de lo genial que se escuchaba, en realidad eran más problemas que ventajas, sus padres ignorantes de todo, no sabían que su hijo era el héroe odiado de Amity Park, como si el cambio de colores en ojos y cabellos fueran disfraz suficiente.
Si no fuera por sus amigos, tal vez no estaría cuerdo.
Sus amigos eran de los únicos que le escuchaban, sabían y que lo ayudaban.
Para los demás era una peste, un blanco de bullying y, sobre todo, un paria.
¿Servía proteger a los ciudadanos?
No.
¿Le agradecían?
No.
¿Le daban una oportunidad?
Ni siquiera sus padres lo hacían, por la forma al menos parecida a su hijo o a un joven que aparentaba la edad de la de su hijo podrían al menos sentir algo de compasión o curiosidad.
En cambio, le disparaban nada más verle, la última vez un corte bastante profundo le había obligado a quedarse en casa de Tucker, bajo el pretexto de un trabajo en equipo, mientras Sam iba por su "mochila".
Ese día habían descubierto que Sam sería una excelente médico.
Ahora se hallaba caminando de regreso a casa después de clases, todo estaba muy tranquilo, logrando relajar sus músculos, pero aún alerta a cualquier alarma.
Se mantuvo así hasta llegar a su casa, donde sus padres probaban una nueva arma, frunció el ceño, suspiro y se fue arrastrando los pies a su cuarto.
- ¡Danny! -. Su madre le hablo para que viera el arma. - ¡Mira! Es lo último, un lanzamiento de este bebé y, ¡solo quedará polvo del fantasma! -. El arma era enorme, asemejaba a un rifle enorme, cabe decir.
- Así es, ¡lo usaremos contra el chico fantasma! -. Su padre le palmeo con algo de fuerza la espalda.
Danny (como todo mundo le decía), gritó "adolorido" por el brazo ante la fuerza de su padre, les dio una sonrisa risa de falsa emoción, pero fue cuando el arma se encendió que se puso en guardia.
Fantasma nivel 7 cerca.
Los Fenton mayores se pusieron en guardia de inmediato.
Danny palideció, como demonios esa cosa lo había sentido y más aún en su forma humana.
Nervioso y tratando de pasar desapercibido por sus padres que buscaban con armas más fáciles de manejar, al fantasma.
Danny retrocedió hasta alejarse del radio del arma, está dejo de emitir sus comandos y se apagó.
- Mmm, supongo que debemos recalibrar su alcance y su escaneo. -. Maddie Fenton se puso la capucha mientras iba por las herramientas.
Danny decidió llamar a sus amigos.
***
Estaba claro que Danny iba a caer en una crisis nerviosa, el arma que están en la sala aún le detectaba, sin más remedio que mantenerse lejos de su radio de detección, sin embargo, la maldita arma era muy sensible, Sam y Tucker le dieron asilo cuando había entrado en su forma fantasma y el arma se activó considerándole una amenaza.
El disparo lo esquivo por poco.
¿Pero cómo sabía qué nivel era?
Se ajustaba automáticamente al nivel del fantasma y por primera vez, Danny deseo no ser mitad fantasma o que sus padres fueran normales.
Se abrazó mientras Sam curaba su herida, suspiro cuando la volvió a tapar y bajo su playera.
- Danny....
- Lo sé, Sam. -. Se dejó caer en el cojín cercano.
- ¡No puedo hackear el sistema! -. Tucker se hallaba claramente frustrado. - Es sorprendente, ¡tus padres han logrado algo útil! -. Los tres suspiraron.
A buena hora pasaba.
- Puedes quedarte en mi casa. -. Ofreció Sam, sus padres se habían preocupado cuando el arma se activó cerca de ellos y los atacó, luego giro a Danny y luego a su mamá, ella fue quitada de en medio por Danny, si antes no apreciaban a Danny ahora entendían él porque estaba tan....
La cuestión es que sus padres entendían por qué su amigo no se pasaba por su propia casa.
- Gracias Sam, creo que aceptaré tu propuesta. -. Se levantó con dificultad, la pelinegra de ojos amatistas le ayudo.
- ¿Qué dijo Frostbite?
- Que los portales están abiertos por cualquier emergencia. -. Dijo Danny.
- ¿Clorckwork?
- No sabe, desde Dan, él no ha podido ver bien mi futuro, sabe, sin embargo, que pasará algo. -. Se tallo la cara cansado- No sabe si es algo bueno-
- Tal vez Vlad…-. Danny les había hablado del Vlad del futuro.
- No, usará esto como ventaja. -. Declinó. - Te veo mañana, Tucker. -. El chico asintió.
Sam y el salieron de la casa y se dirigieron directo a la de la chica, ella trataba de animarlo, tal vez si hablaba con sus padres, lo descarto de inmediato, ellos no prestaban atención a nada más que al arma y usarla en el chico fantasma.
Danny no podía dormir en su casa gracias a que esa cosa, le tenía muy bien medido.
Nadie culparía a Danny por querer huir de su casa en cada oportunidad que tenía.
Los padres de Sam habían cambiado su opinión respecto al chico, también sobre el héroe fantasma, notando la exageración de las masas y sobre todo que los había salvado de Pariah Dark.
Su madre abrió antes de que la peli negra metiera su llave.
- Sam, ¡qué bueno que llegaste! -. Su madre con su alegre sonrisa, notando al otro chico. - ¡Danny! Qué alegría, ¿¡pero cielo qué te paso!? -. Danny hizo un gesto de dolor al recibir un abrazo de la madre de su amiga.
¿Cuándo fue la última vez que su madre le dio un abrazo?
- Un accidente señora Manson.
Ella solo negó.
- ¡Llámame tía Linda! -. Danny sonrió un poco, desde que la había salvado, la madre de Sam y su padre se habían relajado respecto a la vida. - ¡Entren! La cena está servida y Danny, te revisará el doctor de la familia, ese golpe no me gusta nada. -. Danny asintió y entró.
La cena fue lo normal, con su filete de carne término medio y su acompañamiento, Sam comía su plato vegetariano, cuando terminaron Sam lo llevó a la habitación de invitados, que si las cosas seguían así iba a volverse la nueva habitación de Danny, Sam le dejo mientras buscaba un cobertor extra, últimamente Danny tenía frio, lo cual era raro.
Danny se cambió con una mueca, pronto llamaron a su puerta.
- Danny, el doctor llegó. -. El doctor de porte bonachón y calmó, le tranquilizó de inmediato. - Es el doctor Dustin Nelson. -. El pelinegro se dejó chequear.
El doctor chasqueo la lengua.
- Esto no es sólo un golpe, parece hecho con un rayo de ectoplasma. -. Ser parte de una ciudad llena de fantasma te daba conocimiento de ello.
- Fue un arma experimental. -. Se rindió Danny, Pamela frunció los labios.
- Si, debe tener cuidado, señor Fenton. -. ¿Quién no conocía a sus padres? - Por fortuna fue bien tratada. -. Le tapó el apósito. - Descanso, estos medicamentos para el dolor, evadir una infección y alejarse de armas experimentales. -. Le dijo con tono severo para luego retirarse.
- Señora Linda…-. Ella le detuvo.
- Tus padres no cuidan de ti, sé que Jazmín está en las pláticas universitarias en Harvard y Yale. Permite que cuidemos de ti, Danny; estaba tan cegada por los prejuicios que tus padres provocaron, que te trate mal, ahora puedo y debo enmendar las cosas, además, es un gusto, desde que el señor Lancer te apoya, tus notas son estupendas. -. Le acarició el pelo y Danny sonrió. – Además, ¡Samantha siempre quiso un hermano!
Danny río un poco, sintiéndose mejor.
Al menos, había más gente que se preocupaba por él, Jazz le mandaba mensajes siempre preguntando por él.
Sam había escuchado la conversación, sonrió, antes quizá eso le hubiera herido, pero el cariño que sentía por Danny era solo de hermanos, solo eso.
Paso dándole a Danny el cobertor extra, Linda se despidió diciendo que Sam debía también dormir pronto.
Danny les deseo buenas noches, deseando de nuevo que sus padres dejaran de lado esa arma.