Esclavo Inocente | Park Jimin

Esclavo Inocente | Capítulo nueve

Narra T/N...

Ayer logré convencer a mi madre postiza por vía telefónica para que Yeori se quedara un rato en la mansión, y hablamos más detenidamente las cosas. Logré obtener el número de Jimin, tal vez no de la mejor forma, pero por lo menos lo obtuve, a pesár de tener que aceptar frente a Yeori que me gusta un poco su hermano mayor, fue extraño y rápido pero, ¡lo acepté! Confío en que Yeori no le dirá nada a él, al menos no después del sartál de cosas que sé de ella. Si bien, pude conseguir que el amor de su vida Jungkook la viniera a recoger y llevarla a su casa anoche. No obstante, no me salvé de la mirada asesina de Yeori-ah, quien lo más seguro se fue en ese auto con la adrenalina al cien.

-¡T/N! -somnolienta sentí los fuertes golpes de Sorim, quien me llamaba urgentemente detrás de la puerta de mi recámara, por lo que le abrí de inmediato.

-¿Qué necesitas So? -la miré dubitativa y juraría que estaba nerviosa. -¿Qué pasa? ¿qué tienes?

-No sé que hacer, necesito un consejo. No sé como decírtelo, a mi me tomó por sorpresa.

-Pasa adelante -entró a mi recámara y seguido cerré la puerta con seguro, al parecer era importante lo que me diría. - ¿Qué fue lo que pasó?

-La tía de Da-reum murió... -comenzó a sollozar.

-¿¡Qué!? Espera un momento... ¿c-cómo, cuándo y dónde? -no lo podía creer, si acaso logré ver alguna vez a esa señora, era tan sana y aparentaba menos edad que la que tenía.

-Todo fue muy rápido, ella siempre ha sido muy sana y no padecía de ninguna enfermedad pero... -se soltó en llanto y apenas si podía respirar.

-¿Pero... ?

-Solo sé que donde ella estaba, se ofreció a comprar unas cosas de su amiga -se oían balbuceos salir de sus labios. -Cruzó la calle y un auto la embistió, el impacto propició que se desnucara al momento. Acaban de avisarme y aún no sé como decirselo a Da-reum; después de todo era su única tía, la única familia que nos quedó después de la muerte de nuestros padres. Él está abajo viendo una película.

-Trata de calmarte, primero inhala y luego exhala, ahora tú me pediste un consejo y te lo daré. Sé que es duro por lo que estás pasando, y sé también que ahora eres tú la única persona que le queda en el mundo, pero tienes que ser fuerte por ti y por él, Da-reum está lo suficientemente grande como para poder enterarse de lo sucedido y la perdida de un familiar se tiene que llorar sí o sí, ¿entiendes?

-Lo sé, seré más fuerte de lo que ya he sido, pero no sé que puedo hacer por el momento.

-Da-reum se puede quedar aquí.

-Pero T/N -sin duda se quería abstener a como de lugar.

-Puede Reum vivir aquí mientras consigues un departamento para que vivan los dos. Además, ahora que lo recuerdo el que tengas el cargo de ama de llaves amerita un aumento de sueldo, con lo que te subiré tendrás más que suficiente. Aunque solo tengo una condición.

-¿Cuál? -Sorim secó sus lágrimas.

-La única condición es que Da-reum siga teniendo buenas calificaciones. Mas sin embargo, dudo mucho que eso sea un problema para él.

-Está bien -jamás vi a una Sorim tan decaída. Al parecer hasta los icebergs más fuertes son capaces de derretirse, o derrumbarse.

-Verás que todo mejorará, solo es cuestión de esperar -le dí un abrazo y comencé a sentir sus lágrimas brotar por sobre mis hombros.

Narrador Omnisciente...

Había transcurrido un mes exácto, desde que murió la tía de Da-reum, mes en el cual T/N hizo todo por ayudarlos, el chico siguió durmiendo en el cuarto de huéspedes a pesár de que Sorim no estuviera de acuerdo, este se adaptó bien a su nuevo colegio, y logró tener reconocimientos de ajedrez y baloncesto. Sorim ahora se había recuperado, prosiguió siendo como un roble de fuerte, más decidida que nunca a sacar adelante a su hermano menor.