Esclavo Inocente | Park Jimin

Esclavo Inocente | Capítulo once

Narra T/N...

"Ahora comprendo que la frase del vaso en el que se derramaba el agua, sería remplazada por una copa con el más viejo y fino vino ... "

Jamás de los jamáses, entre tantas demacías me imaginaría esto en la vida real. Mi subconsciente aún pensaba que era uno más de esos sueños, pero este deseo carnal me atrae hacia él desmedidamente. Me hace desearlo cada vez que se comporta tímido; con su semblante nervioso, con su forma tan desmesurada de unir sus manos, entrelazando sus dedos en un temblor que solo él mismo podría explicar. Lo propicia cada que se siente inseguro al frente mío, como cuando habla con las demás personas. Si es que se le puede llamar hablar, porque la gran mayoría del tiempo asiente; farfulla algunas palabras, pero muy pocas, cosa que me hace alegrar a sabiendas de que conmigo se desenvuelve mejor.

No ha parado de besarme, cuestión que provoca que su corazón palpite demasiado rápido, ¿tanto produsco en Jimin? No lo sé, quisiera estar en la escena de una película de nunca acabar. Quería tantear el terreno en el que me encontraba, buscando bronce, y terminé encontrando oro. Podría aprovecharme y estár de glotona acabandome toda la rebanada de pastel, pero debía guardarlo para después. Situación que se me hacía cada vez más difícil, debido a que su tacto me sabía a gloria, pero mi intención no es asustarlo; además, lo noto tenso, ¿debería terminar con este juego? Su boca era tan dulce sabiendo separar su sabor natural del sintético sabor de chocolate.

—Jimin-ah... –justo antes de cortar ese insitante contacto entre los dos, le hablé. —Y-yo lo siento mucho, no, no fue mi intención...–si claro, no fue mi intención patrañas, notece mi sarcásmo. A mí de verdad me apetecía besarlo, pero no podía decirle; "Jimin, sabes... sueño contigo toda las noches y más de una vez he soñado que me haces tuya" ¡Ja,ja,ja! Si le digo eso al chico terminaría huyendo despavorido de mi casa o mejor dicho, de mi mansión. Pero verle ahí, en esa posición con su figura medio recostada en el respaldar de mi cama, con su descompensada respiración angelical, y con sus bellos orbes vendados, me hizo querer volver a probarlo "ERROR", no puedo hacerlo, sino se hiría a la mierda la frase que dije anteriormente. Todavía no sé porqué diablos pronuncié el; no fue mi intención, si fue la intención más intensionada que he tenido en toda mi puta vida, pero si lo vuelvo a besar sospechará.

—No t-te preocupes T/N –admiro su rosado tenue en ambas mejillas, ¿será que lo asusté? ¿será homosexual? Sería un pecado besar a alguien al que no le gusta para nada mi sexo... pero no, es absurdo. Él no lo es, no tiene comportamientos como tal, ¿o sí?

—¡Eh! Jimin yo... yo no quería molestarte, ni nada por el estilo. Me, me dejé llevar. Yo..., no pienses que lo hice a propósito –Jiminie tu deber es pensar que no fue a propósito. No fue a propósito "insertando comillas mentales"; pero era mi deber y mi misión hacerle pensar eso, por lo menos por hoy.

—Creo que mejor me voy, a-adiós –se quitó el pañuelo, tomó sus cosas y comenzó a bajar rápidamente las escaleras.

—Jimin espera y-yo –mi teléfono sonando justo en estos momentos. No atendí, para cuando bajé las escaleras y crucé el gran portón de metal de mi casa, no lo vi. — Jiminie... yo sí lo hice a propósito, porque me gu... –susurré en mis adentros, es un secreto que no le puedo contar a nadie. Entré sin más a la mansión y nuevamente comenzó a sonar mi teléfono.

—¿Quién? –escuché un vacío tras la línea, realmente no me simpatizaba en nada este tipo de llamadas telefónicas. —Si es una broma voy a colgar.

—No cuelgues mi querida.

—¡Papá!, ¿por qué tardaste tanto en llamar? Creí que no lo harías, ¿cuándo vienes a visitarme?