¿Tonta?

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Estaba en la que sería su nueva oficina. Su padre guardaba cosas de su pertenencia en una caja mientras le pedía que se comportará como la digna hija de un empresario. Más pronto termino de guardar sus cosas y se marchó dejando a Jiho suspirando hondo.

Estaba ya acostumbrada a los frecuentes regaños o "consejos" de su padre. Suspiro y solo se sentó en el pequeño sofá que había en su nueva oficina.

-¿Que demonios me espera de ahora en adelante? -hecho la cabeza hacia atrás y cerró los ojos- Esto es mejor que casarme con Park YeonSeo.

No tardó es levantarse del sillón y comenzó a acomodar sus pertenencias en la oficina, principalmente de una foto con su madre que era ser que más amaba en el mundo y con la persona con la que podía ser como realmente es, un ser sensible.

Saco un estuche y lo metió dentro de un cajón, coloco un lapicero de madera color negro donde metió algunos lápices o bien, bolígrafos.

Se sentó en la incómoda silla giratoria, no le gusto para nada por lo que tomó el teléfono y llamo a la secretaria que pronto sería reemplazada.

-Directora Kim ¿Se le ofrece algo?

-Quiero que cambien esta silla. Es incómoda.

-Si, directora.

-¿Hay algo pendiente para hoy?

-Tiene una reunión con la mesa directiva a la 1pm. Tiene comida con Bruce Wills y por último, una reunión social con los directores de Holl.

-De acuerdo, gracias. Puedes retirarte.

-¡Ah! Mañana vendrá la nueva secretaria.

-De acuerdo.

-Bien, me retiro.

Jiho suspiro y reviso un folder con documentos que tenía que analizar, productos que vendían, los presupuestos y sobre todo, las ganancias.

Asistió a la reunión la cual le pareció aburrida y eterna, creía que venir a Miami sería más interesante pero solo está ahí para recibir el castigo que le puso su padre. Y es que prefería irse de Corea y dejar todo atrás, para convertirse en la sucesora de Kim Yeolho y no casarse con un idiota que solo la usaría para que el se quedará con la empresa. Demasiado había pasado en su vida teniendo solo veintiséis años.

Era una chica inteligente, era por eso que terminó la universidad a los veintidós.

Cuando terminó su jornada de trabajo y asistió a sus citas, se dispuso a ir a casa. Su chofer la llevo hasta su departamento en un lujoso edificio, el cual era igual de lujoso que su departamento.

Era una millonaria que vestía y calzaba como tal, solia trabajar en una de las empresas que su padre tenía en Corea pero debido a algunos o alguna persona tuvo como castigo trabajar en Miami.

Cuando llegó a su departamento, una sirvienta que estaba apunto de irse le tomo el saco que tenía y lo puso en un gancho.

-Buenas noches ¿Quiere algo para cenar, señorita Kim?

-No, gracias. Ordene comida china. ¿Podrías preparar el jacuzzi?

-Enseguida señorita.

-Gracias.

Mientras la sirvienta preparaba el jacuzzi con las sales y el agua caliente, Jiho se metió a su cuarto para quitarse el maquillaje, se había limpiado el rostro cuidadosamente.

Tocaron la puerta y permitió el paso para la mujer que la atendía.

-Esta listo el jacuzzi, señorita.

-Gracias, Mariane. Puedes retirarte.

-De acuerdo, hasta mañana. -Jiho no respondió y solo escucho que la puerta del departamento de cerró.

Se terminó de limpiar y espero un poco hasta que la comida llegó hasta su puerta. Pago su pedido y comió rápidamente para que el agua del jacuzzi no se enfriara.

Se fue a quitar la ropa y se metió al agua dejando que su cuerpo se relajara más. Quizo hacerlo antes de pensar que mañana tenía junta con el gerente y la administradora, sus citas y para terminar tenía que revisar las ventas del mes.

Carro los ojos y comenzó a extrañar su país natal, a sus amigos, a su madre y sobre todo... A su ex.

El tiempo había corrido y por último se lavó el cabello con un shampoo demasiado caro. Se puso su pijama y luego se fue a acostar en su cama que valía más de medio millón de dólares.

Se había quedado dormida, estaba tan cansada que no le costó nada caer como una roca.

.

A la mañana siguiente:

Una chica linda, de escasos recursos con ropa sencilla y un peinado simplón, iba corriendo por la ciudad para poder llegar a tiempo a su nuevo trabajo. Una falda negra y una blusa blanca la hacían resaltar bien.

Ella como un milagro, si algo malo pasaba, incluso ella, siempre sonreía como si nada malo pasará. Al menos parecía un don el que ella siempre sonriera y cautivará a otros. Era una persona alegre, positiva, apasionada si así lo quería, leal pero también solía ser orgullosa y un poco terca.

Cuando llegó al enorme edificio de Productos Kim, subió por el elevador hasta el piso ocho. Enseguida hablo en la recepción.

-Buenos días, soy Choi Yewon, la nueva secretaria...

-Buenos días, la secretaria Susan no se encuentra aún así que puede esperarla por halla.

-Ok, gracias.

Se sentó por un rato, ni siquiera había desayunado y su panza comenzaba a gruñir, se sentía apenada por lo que optó por levantarse y servirse un poco de café en una máquina, estaba bastante caliente por lo que optó por soplarle un poco.

-Señorita Choi... -la voz de una mujer mayor llamo su atención- Venga conmigo.

La secretaria de antigüedad la llevo hasta lo que sería su escritorio, en este habían carpetas, folders y papeles desordenados. Realmente el trabajo de una secretaria es difícil, tenían que tener mucha paciencia.

-Estare supervisandote por dos semanas por lo que espero que pongas de tu parte para aprenderte las cosas que necesitas saber.

-Gracias, me esforzaré.

-Para empezar, la directora Kim es nueva en esta empresa, es hija del señor Kim. Ella se llama Kim Jiho... Sígueme. -toco la puerta de la oficina de Jiho.

-Adelante. -los ojos de Choi se abrieron en par, penso que era demasiado temprano para que la directora estuviese en la oficina. Aún así, se adentraron a la oficina y Susan.

-Buenos días, directora Kim. -Jiho sin despegar la mirada de los documentos, hizo solo una seña con la mano en modo de saludo- Vengo a presentarle a la nueva secretaria.

-Mucho gusto, mi nombre es... -fue brutalmente interrumpida.

-¿Cuál es tu apellido?

-¿Eh? -sin aviso, el teléfono de Susan sonó y pidió el permiso para salir a contestar, Jiho asintió y se levantó de su lugar caminando hasta Choi- Yo...

-¿Estás sorda?

-N-no...

-¿Cuál es tu apellido?

-Choi.

-Choi, por favor concéntrate un poco más. No quiero a una tonta trabajando para mí.

-¿Que...?

Continuará...

Nota: Este es un nuevo proyecto independientemente del de SNSDxOHMYGIRL. 👌
Si les gusta mi historia, por favor dejen sus votos.
Ah! Y perdón, pero soy tan JiRin shipper que no pude evitar volver a escribir sobre ambas. ♡

Mi Secretaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora