Mi Secretaria.

Último día: Mía.

Jiho besaba con tanta intensidad a Arin, quién estaba de acuerdo con la sensualidad de los deliciosos besos que la mayor le regalaba.

Pensaba.

"¿Realmente soy yo a quien quieres tener? ¿Porque? ¿Porque quisiera estar contigo siempre? ¿Porque no pude dejarte ir tan rápido como pasó con Mark? Kim Jiho ¿Qué has hecho conmigo? Tienes un hechizo... Eres tan bella, tan torpe, tan increíble... Tan... Diferente. ¿Porque yo?"

Jiho la volvió a acorralar contra la pared, se pego a ella y comenzó a lamerle el cuello haciendo que la nueva modelo soltara un jadeó excitante.

*Toctoc*

-¡Room service!

Ambas se separaron de golpe, como si alguien hubiera entrado por la fuerza.

-¿Ordenaste algo? -dijo Jiho nerviosa y si ella lo estaba, Arin estaba peor.

-Si... Si... Yo... Iré.

Mientras Arin caminaba dejando atrás a Jiho, Jiho se regañaba internamente por haber estado a punto de sobrepasarse con Arin.

La menor dejo entrar al muchacho que enseguida se le quedó viendo a la pequeña mujer que volvía lucir su short verde con su blusa color amarillo.

-Buenas noches señorita Choi. -dijo el atractivo chico, Jiho se acercó enseguida llena de celos.

-Puedes dejar la bandeja sobre la mesa y retirarte. -el muchacho y Arin miraron a Jiho, el joven se apresuró a dejar la bandeja sobre la mesa y se salió.

-¿Qué ocurre contigo? -pregunto Arin un poco molesta.

-No me gusta como te mira.

-¡Ah vaya! Qué sorpresa Jiho. -Arin cruzo los brazos- Así como el, Klein te mira de la misma manera.

-¡No entiendes que no me gusta Wendy!

-Wendy... Ajá...

-Mira, si... Acepto que me llamó la atención pero fue porque realmente pensé que no volveríamos. Y podría jurar que jamás te haría daño, en serio.

-Jiho.

-¿Qué? ¿Otra cosa por aclarar?

-Quiero... Estar contigo. -Arin se acercó a ella y la tomó de ambas manos- Quizá no lo sabes, pero George estaba detrás de mí y lo rechace las bastantes veces que me ofreció una copa. Rechace a ese Tom por estar a tu lado esta noche.

-¿Quién diablos es Tom?

-El muchacho que acabas de correr.

-Idiota, nadie ve lo que es mío.

-No seas posesiva. -la soltó Arin con una sonrisa burlona, se sentó en la mesa y comenzó a ver su comida- ¡Waoh! Se ve delicioso.

Tomó un librito de lomo relleno y le dio una mordida, había quedado fascinada con el delicioso sabor.

-No soy posesiva. Me gusta que vean que tengo una novia super hermosa. Pero el miro tus piernas y estoy muy segura de que también noto que no estás usando brasier.

Arin se atragantó, se dio unas palmadas en el pecho antes de tomar agua. Estaba más que sonrojada y llena de pena.

-¡CÁLLATE!

-¿Estoy diciendo una mentira?

-Los brasieres suelen ser fastidiosos.

-Tengo que cuidarte. Ahora eres famosa por posar en Cosmopo... -se dio la vuelta y se quedó callada.